La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya inició el ciclo escolar 2020-2021, en condiciones inéditas ante la pandemia de coronavirus covid-19 como las clases a distancia, que aunque cumplen su misión de evitar contagios, para algunos estudiantes representan un nuevo reto en cuanto aprendizaje, acceso a internet y herramientas tecnológicas.

Uno de los 350 mil alumnos inscritos este año es Carlos Alejo, de 20 años, quien contó a MILENIO sobre cómo la pandemia cambió su situación académica, pues el semestre anterior tuvo que dar de baja algunas materias debido a la carga excesiva de trabajos y proyectos que sus profesores le dejaban de tarea.

Lo que también ocasionó que este semestre, el estudiante de quinto semestre de Ingeniería en Computación, en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, se volviera irregular y tome sus clases en horario mixto.

Además de que tiene que compartir la computadora con su hermana mayor, lo que trae complicaciones para ordenar horarios de uso y cumplir con tareas en el tiempo establecido por los profesores.

“Mi hermana es la que tiene prioridad en el uso de la computadora, pues no cuenta con las aplicaciones para tomar sus clases en línea en su dispositivo móvil, así que si nuestras clases se empalman, yo debo cederle el quipo”, dijo .

Atender una carrera de manera remota es difícil, sobre todo si no cuentas con conexión estable de internet o un docente que te guie en la modalidad, especialmente si la licenciatura requiere prácticas profesionales o de laboratorio.

Tal es el caso de Omar Vargas, de 21 años, alumno de quinto semestre de Psicología en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, contó que este semestre tendría prácticas profesionales en una clínica dando atención psicoeducativa, como parte de su formación profesional, a niños y adolescentes, sin embargo, ahora sólo revisará casos hipotéticos desde su hogar.

“Desde mi perspectiva, esto hace que la ventaja que tienen las Facultades de Estudios Superiores con respecto a Ciudad Universitaria en cuestión de prácticas se vea mermada, ya que estás nos dan más aptitudes profesionales”, comentó.

En general, las clases en línea para Omar han sido buenas ya que la mayoría de los profesores se han contactado con su grupo para establecer lineamientos de evaluación, temario y resolver dudas que pudieran surgir durante el curso.

Lamentablemente, no es el caso de todos los alumnos de la UNAM, pues algunos de ellos como Andrea Obrajero, del séptimo semestre de la carrera de Derecho en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, que las clases en línea están afectando su formación como profesionistas.

“Creo que me siento menos preparada porque, incluso en clases presenciales a veces el profesor no cubre todos los temas, por lo tanto en línea siento que se reduce mucho más la información que nos dan porque al ser tantas personas en el aula virtual, es difícil que todos entremos a la clase al mismo tiempo, o si tienes alguna falla en tu internet te pierdes partes de la clase”, mencionó.

panorama de las clases en línea es diferente para cada uno de los estudiantes universitarios pues depende de condiciones particulares, sin embargo, en lo que todos ellos coinciden es que darán los mejor para sacar adelante su carrera universitaria.

Milenio Digital/Sandra Rojas

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