A falta de la tradicional celebración del grito de independencia y la noche mexicana, el Presidente ha dispuesto de un nutrido elenco para satisfacer y dar entretenimiento a la feligresía del cuatroteísmo. La fiesta cívica más importante del país será el marco para que López Obrador lleve a sus últimas consecuencias las dos cábulas más notorias de su gobierno: el juicio a ex presidentes y la rifa del avión presidencial.

En ambos casos, se trata de justificar un enorme fracaso: ni se juntaron las firmas ni se vendieron los boletos a pesar de la movilización que hicieron los gobiernos y los principales actores políticos del morenismo. Entonces, ¿dónde quedaron los 30 millones de votos que obtuvieron en 2018 y que siguen siendo el argumento para justificar cualquier reforma o atropello oficial?

El pasado 31 de agosto, el Consejo Nacional de Morena determinó por unanimidad realizar una movilización nacional para recabar las firmas necesarias que permita solicitar una consulta popular en busca de que los ex presidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto sean sujetos a juicio penal por corrupción; el objetivo inicial era recabar 2 millones de firmas, conforme lo establece la ley.

Catorce días después, apenas reunieron poco más de la mitad. La mañana de este lunes faltaban aun por recabar más de 800 mil –el 40% del total- para continuar con el proceso ante el Senado para que sean enviadas al INE para su validación.

Sin embargo aun tienen un par de ases bajo la manga. Según la ley, con el 33% de los miembros de cualquiera de las Cámaras –cosa por demás sencilla para una mayoría absoluta de Morena- o con la petición directa del Presidente, la Corte tendría que resolver la constitucionalidad de la consulta. Pero eso ya no tendrá chiste porque el propósito era la movilización social para avivar el brasa del encono social.

El propósito de llevar ante la Corte la propuesta de la consulta se cumplirá; basta el deseo del Presidente. López Obrador busca que la consulta se lleve a cabo el mismo día de las elecciones de 2021 para invocar que un voto por Morena es un voto por el juicio en contra de los ex Presidentes y así jugar con dados cargados.

Sin embargo, no será tan fácil. Primero, la Corte tendrá que validar un ejercicio a todas luces pernicioso de la impartición de justicias –si son culpables deben ser juzgados de inmediato y no resultado de una consulta-; y después, tendrá que reunir unos 8 mil millones de pesos –una cantidad superior a lo que reciben todos los partidos políticos al año- para que el INE realice la consulta. Así de fácil.

El otro fracaso ha sido la rifa del avión. Aunque este lunes el Presidente insistía en que se había cumplido con la meta y que estaban asegurados los premios, las cifras no cuadran. Según la Lotería Nacional, hasta el pasado viernes se habían vendido 4 millones 179 mil cachitos, es decir, 69 por ciento de los boletos disponibles que equivalen a 2 mil 89.5 millones de pesos, y la venta continuará hasta el mediodía de hoy.

Hasta hace un mes se habían vendido un tercio de los boletos de la rifa. No había funcionado el pase de charola a los principales empresarios del país ni la distribución entre la burocracia de los gobiernos federal, estatal y municipal encabezados por Morena, por lo que el propio Presidente ordenó la compra de ¡un millón de cachitos! que fueron adquiridos con 50 millones del erario público y la entrega de 2 millones más para repartirlos entre los hospitales que atienden el Covid19.

Es decir, la mitad de los boletos los compró directamente el gobierno. Además, están documentados los casos de empleados estatales y municipales en Xalapa a quienes se les obligó a adquirir los boletos, o en su caso, encargarse de venderlos.

Ante las quejas de los burócratas, el Presidente salió a decir que no se estaba obligando a los trabajadores del gobierno federal a comprar o vender billetes de lotería para el sorteo del valor comercial del avión presidencial TP-01, sino que “todo es voluntario”. Sin embargo, la propia jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, ha dado la instrucción de que todos los directores de área deben adquirir al menos un boleto y entregar recursos para adquirir dos cachitos más. El resto de los gobernadores morenistas han hecho lo mismo.

Como fuere, hoy escucharemos al Presidente disfrazar el fracaso de triunfo. Agradecerá la participación del pueblo de México, a pesar de que el gobierno compró la mitad de los boletos. Dirá también que el esfuerzo de los mexicanos que salieron a firmar la petición de juicio contra los ex presidentes bien vale la pena que él presente la solicitud directamente.

Y entonces, gritará ¡Viva México!, aunque se les hayan esfumado los 30 millones de votos.

Las del estribo…

  1. En lo que va del año, el gobierno de Veracruz se ha beneficiado con 2 554 millones de pesos del Fondo de Estabilización para estados y Municipios. De esos, más de 600 millones han ido a parar a las arcas de los municipios de mayor marginación. Por primera vez en décadas, Veracruz tendrá un retroceso muy importante en sus ingresos a causa del recorte de sus participaciones y su propia recaudación. El anuncio hecho por el gobernador de llevar obra pública a 46 municipios de alta marginación es el primer paso del plan de reactivación económica de lo que será un año terrible para todos.
  2. Quienes están cerca de donde se toman las decisiones de Palacio de Gobierno aseguran que las candidaturas para Xalapa están decididas. La actual diputada Dorheny García sería la candidata a la alcaldía mientras que la diputada local Rosalinda Galindo lo sería a la diputación federal. Entonces, el desaguisado provocado por Ana Miriam Ferráez este fin de semana ha caído como anillo al dedo para sacarla de la carrera sucesoria. Repetir en su curul será una verdadera hazaña.