“Hipólito no aclaró anomalía millonaria del 2017” Américo Zúñiga Martínez

En buena hora el gobernador Cuitláhuac García Jiménez decidió nombrar como Secretario de Finanzas y Planeación al joven José Luis Lima Franco, quien ha dado sobradas muestras de capacidad para sacar adelante el enorme compromiso que significa el manejo de las finanzas públicas del estado, del que pocos salen con la frente en alto.

Modesto, sencillo y muy accesible con quien se acerca a pedirle información o a plantear un asunto, Lima Franco –a quien sus alumnos de la Facultad de Estadística de la Universidad Veracruzana le guardan respeto y aprecio– es, dentro del equipo de gobierno de la 4T, un garbanzo de a libra. Con los positivos resultados de su desempeño, da lustre a un gobierno que no se caracteriza por contar con cuadros de primer nivel pero, lo más importante, las finanzas están en buenas manos.

Desde el pasado martes, antes de que el secretario de Hacienda Arturo Herrera oficializara el recorte presupuestal que se hará en diversos rubros (estados también) por los efectos de la pandemia, al término de la guardia en el parque Los Berros ante el monumento a Hidalgo, el titular dela Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), adelantó que se estimaba que el presupuesto del estado para el 2021 sería menor al de 2020 al menos en un tres por ciento que podría significar entre mil 500 y 2 mil millones de pesos menos, producto de la crisis mundial.

El funcionario estatal comentó que, ante ello, tendrán que ajustar gasto corriente, aunque dejó en claro que no habrá despidos ni se bajarán sueldos.

“Nosotros estaremos enviando al Congreso del Estado un presupuesto 2021 de igual forma, de manera responsable y austera, iremos en la misma concordancia que el presupuesto de egresos de la Federación”, dijo.

También comentó a los representantes de los medios de comunicación que, como resultado de este recorte, se hará un análisis para eficientar los recursos, lo que implicará en primer momento una reducción del gasto corriente.

Ofreció no afectar programas sociales, y añadió: “no estaríamos afectando a trabajadores, no estaríamos bajando nómina, simplemente gasto corriente y que puede ser no indispensable o que pueden postergar, pero programas esenciales no se estarían cancelando ni postergando”.

Lima Franco adelantó que buscarían mejorar la fiscalización y que los impuestos normales se paguen para tener una mayor eficiencia en la recaudación, pero no crear gravámenes nuevos. Al eficientar la recaudación, automáticamente se logra incrementar los ingresos.

La grave situación del país

Para tratar de hacer un balance objetivo de la situación que vive el país, tenemos que considerar que, de acuerdo con información que proporciona el Instituto de Estadística y Geografía, hemos  padecido una caída del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos tres trimestres de 17.3, de 1.2 y de .01 por ciento. Estas cifras representan una gravísima disminución en el empleo formal y de los ingresos de millones de mexicanos.

El número de muertes y contagios por Covid-19 ha rebasado los escenarios más catastróficos planteados por el propio gobierno y padecemos una de las peores tasas de mortalidad del mundo.

La percepción de la sociedad sobre la inseguridad, en términos generales, no ha disminuido, por el contrario, de acuerdo con las encuestas del INEGI, padecemos también una crisis de inseguridad pública.

En este contexto, serían indispensables las acciones coordinadas para hacerles frente a estas crisis, pues hay muy poco lugar para disentir, por ejemplo, en el caso de seguridad pública para coordinar los esfuerzos en los tres órdenes de gobierno a nivel nacional; en materia económica, de realizar apoyos fiscales y financieros a las pequeñas y medianas empresas; pero, en particular, en el urgente mensaje por parte de todos los líderes políticos (desde el líder de barrio hasta el Presidente de la República) de concientizar y sensibilizar a todos (gobierno y sociedad) que la prioridad gubernamental y de la sociedad debiera ser cuidar la salud y, una vez tomadas todas las medidas de prevención al respecto, realizar las actividades económicas o de gobierno.

Lamentablemente, los discursos polarizantes —propios de campañas electorales— que generan desprestigio, confrontación y, hasta cierto punto, odio —con la finalidad de marcar diferencias entre los militantes y simpatizantes— no pueden sostenerse en el ejercicio de gobierno, mucho menos desde la tribuna del Jefe de Estado, quien debiera convocar a la acción en torno a objetivos comunes.

Los excesos de este discurso, que denigra y confronta, se evidencian cuando se califica como arrogancia de sentirse independientes al fiscal general de la República y al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por no acudir a un evento político del Ejecutivo federal. Situación similar sucede cuando se amenaza a los jueces o magistrados para que emitan resoluciones en cierto sentido y se agrede a los intelectuales por ejercer la crítica constructiva en torno del gobierno.

Es muy lamentable que la campaña de desprestigio y confrontación continúa a pesar de la necesidad de unidad nacional contra la crisis.

Los pensantes contra López Obrador

En un desplegado titulado “Contra la deriva autoritaria y por la defensa de la democracia“, que circuló este miércoles en medios y en redes sociales, treinta intelectuales señalan que, a 20 meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se vive una “asfixia del populismo de la representación en aras de someter al Poder Legislativo a los dictados de Ejecutivo”.

En el escrito, intelectuales entre los que se encuentran Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze, Roger Bartra, Julio Frenk, Soledad Loaeza, Enrique Serna, Javier Sicilia, Guillermo Sheridan y Ángeles Mastretta (los orgánicos como los apoda el presidente), manifiestan que “la única manera de recuperar el pluralismo político y el equilibrio de poderes es con una amplia alianza entre ciudadanos y partidos de oposición para las elecciones del próximo año”.

Por otra parte, señalan que López Obrador “ha ido concentrando en sus manos el poder del gobierno en detrimento de los demás poderes del Estado y de los estados de la Federación”, con lo cual “ha destruido la administración público y as instituciones constitucionales”.

“El gobierno de López Obrador ha mantenido una actitud despreciativa, so solo hacia las instituciones autónomas, sino también hacia las esferas científicas y culturales, así como hacia el movimiento de las mujeres que luchan por la igualdad”, dicen.

Respecto al manejo de la pandemia de la Covid-19, apuntan que “se ha caracterizado por una política de austeridad sucia; se ha utilizado para acelerar la demolición del Estado y el control del poder”.

Reflexión

Que sea un grito de independencia virtual, pero en serio, si ya compraron los cohetes no importa que se queden guardaditos, total la mochada ya está en la cartera, pero no se les ocurra quemarlos en donde siempre porque la Plaza Lerdo se llenará de paisanos que van a ir solo por ver la pirotecnia. Congruencia por favor.

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