La tecnología ha cambiado la manera en la que nos relacionamos con las demás personas, facilitando las comunicaciones, acortando distancias y eliminando fronteras, logrando impactar en diferentes ámbitos de la vida, desde el social hasta el laboral o el educativo, todos han sufrido cambios como resultado de las innovaciones tecnológicas y como consecuencia de ello, nuestros hábitos y rutinas diarias también se han modificado.

El ámbito jurídico no ha estado exento de transformaciones, las cuales se han traducido en mayor eficiencia en las tareas legales, toda vez que en los últimos años se han logrado importantes avances que van desde programas sencillos para procesar datos, consultar leyes y jurisprudencia, hasta mecanismos más sofisticados vinculados a la inteligencia artificial.

De acuerdo con Angel Sumano Correa, CEO de Fractal Abogados “la inteligencia artificial es el arte de recabar, analizar, estructurar y curar volúmenes industriales de datos, con el objetivo de desarrollar redes neuronales artificiales que ayuden al ser humano en la resolución de problemas de una manera responsable”, su aplicación en la esfera jurídica busca agilizar los procesos de impartición de justicia, optimizando tiempo y recursos para lograr resultados más eficientes.

Es probable que el termino inteligencia artificial nos parezca demasiado futurista y nos remita inmediatamente a las películas de ciencia ficción, sin embargo, esta tecnología se encuentra más familiarizada con nosotros de lo que imaginamos, pues desde un videojuego hasta los asistentes virtuales de los celulares forman parte de este concepto tecnológico.

En el ámbito jurídico la inteligencia artificial ha sido empleada en los procesos de investigación, documentación y organización de información, situación que ha permitido reducir significativamente los tiempos que se dedican a este tipo de trámites y tareas mecánicas.

Sin embargo, aún existen importantes áreas de oportunidad en este campo que hasta el momento ha sido liderado por países como Estados Unidos, cuna del concepto LegalTech, referente al uso de tecnología orientada a proporcionar servicios legales.

En el caso mexicano, desde hace algunos años se han realizado esfuerzos por consolidar la justicia digital, proceso que se ha agilizado durante esta emergencia sanitaria logrando importantes avances, sin embargo, aún queda un importante camino por recorrer.

Las innovaciones tecnológicas no han sido exclusivas del ámbito gubernamental, el despacho “Fractal Abogados”, creó desde el año pasado, el asistente virtual “Max”, quien se encarga de ofrecer asesoría automatizada y establecer el primer contacto con los clientes para posteriormente canalizarlos con un abogado suscrito en la plataforma, todo ello a través de Facebook Messenger, marcando la pauta en nuestro país de lo que se vislumbra como el futuro de la abogacía.

De acuerdo con el CEO de este innovador despacho, la inteligencia artificial orientada al ámbito legal consiste en codificar las leyes en lenguaje de programación para crear esquemas que puedan ser aprendidos artificialmente, tomando en cuenta que si bien los juicios no siguen formulas exactas, existen patrones que se repiten constantemente.

Debe considerarse que el propósito de implementar el uso de estas herramientas en las labores jurídicas no es desaparecer al abogado, sino crear mecanismos que contribuyan a mejorar su desempeño y favorezcan la imparcialidad judicial.

La tecnología ha alcanzado al derecho, convirtiéndose en un elemento clave para el futuro de nuestra carrera, es por ello que tanto estudiantes como abogados e integrantes de los órganos de impartición de justicia tenemos la obligación de capacitarnos para adaptarnos a su uso, pues nuestra profesión exige personas capaces que se encuentren a la altura de los retos presentes y futuros.