En el primer semestre del año, 189 personas han sido positivas al VIH en Veracruz; la entidad ocupa el primer lugar nacional en nuevos casos, solo por debajo del Estado de México con 136 y Guerrero con 134.

El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH señala que este año, México suma mil 718 nuevos casos, de los cuales el 11 % se detectaron en Veracruz: 147 hombres y 42 mujeres.

Desde 1983 a 2020, la Secretaría de Salud federal reporta que en la entidad veracruzana se han confirmado 17 mil 897 casos de VIH-Sida, de esa cifra, 14 mil 98 son hombres y 3 mil 799 son mujeres.

Pese a la creciente cifra, el Gobierno del estado no instrumentó a tiempo una política pública para atender a quienes además son vulnerables a la pandemia del covid-19 por su deteriorado sistema inmunológico, señaló la enlace del Grupo Multisectorial en ITS y VIH/sida, Patricia Ponce Jiménez.

“Si de por sí estamos año con año los primeros lugares en nuevos casos de VIH y SIDA con esta problemática se nos van a disparar todos nuestros focos rojos”.

Las cifras oficiales refieren que Veracruz se encuentra entre las cinco entidades con mayor tasa de casos nuevos diagnosticados de VIH con 4.7 por cada 100 mil habitantes; por encima sólo se encuentran Quintana Roo con 11.0, Colina con 6.5, Baja California Sur con 6.3 y Yucatán con 47.

Pero el panorama es aún más complicado porque en medio de la pandemia no se cuenta con un registro de cuántos de los más de 26 mil casos de covid-19 y cuántas de las más de 3 mil 400 muertes a causa de esta enfermedad corresponden a personas con VIH-Sida.

Hasta ahora el Grupo Multisectorial ha registrado las menos 20 casos de personas con VIH-SIDA que presentaron síntomas de covid-19, pero las cifras son menores a lo que podría estar pasando entre este sector en el estado, ya que es difícil encontrar lugar en los hospitales para atención médica.

El riesgo latente de consecuencias fatales

Patricia Ponce señala que ante la falta de una política pública para atender la pandemia del covid-19 en esta población, el riesgo es la interrupción de los tratamientos a causa del confinamiento de la población y por tanto el desapego a este; además, la falta de seguimiento para determinar la carga viral, la no atención a madres con VIH-Sida y la desatención hacia sus hijos recién nacidos en cuanto a su alimentación, entre otras.

Cuestionó que en los Centros de Ambulatorios para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) la única línea de acción fue pedir que acudan cada 3 meses por sus medicamentos sin tomar en cuenta las necesidades específicas de cada persona.

“Si es verdad que nos faltan tres meses más de epidemia nos preocupa la falta de atención porque tenemos de por sí una alta de mortalidad en Veracruz en mujeres, embarazadas y hombres. Nos preocupa que si se alarga la epidemia nos eleve las problemáticas que viven quienes tienen VIH; los niños nacidos con VIH, la muerte materna con VIH”.

A ello se suma que puede haber un incremento en el número de casos que no sean detectados porque por el momento no se cuenta con estudios específicos para saber cómo está su carga viral y qué tipo de medicamentos necesitan.

“Esto nos puede generar problemas; puede aumentar el desapego al tratamiento porque no han podido salir de su comunidad y no salen a recoger su medicamento ni siquiera cada tres meses; la detección oportuna se verá complicada, además las mujeres que parieron a sus hijos, qué pasará con el alimento para ellos”.

Por ello, aseguró que en la entidad no se pensó ni por parte de la administración estatal ni federal, en esquemas que permitan resolver las necesidades de atención médica de quienes viven con este virus.

“No se pensó nada, solo les dijeron que vayan cada tres meses, qué no conocen las necesidades específicas de la población con VIH-Sida”.

Las cifras en la historia

Desde 1983 a 2020, la Secretaría de Salud federal reporta que en la entidad veracruzana se han confirmado 17 mil 897 casos de VIH-Sida, de esa cifra, 14 mil 98 son hombres y 3 mil 799 son mujeres.

Las cifras dan muestra de un problema creciente en Veracruz a partir de 2017, pues aunque el “pico” más alto de nuevos casos se tiene reportado en 2010 con 621, fue a partir de 2017 que la cifra incrementó al pasar de 264 el año anterior a 524.

La estadística señala que en 2018 el número de nuevos casos fue de 507, mientras que ya para 2019 se reportaron 563; ello supera a las cifras de 2012 cuando se contabilizaron 575 nuevos casos, de 2013 con 541, así como de 2014 con 261 y 2015 con 142 nuevos casos.

Actualmente, en el estado además se contabilizan 11 mil 446 seropositivos a VIH; esto es, que tiene anticuerpos en la sangre frente al virus.

De esa cifra, 7 mil 876 corresponden a hombres y 3 mil 570 a mujeres; en lo que va de este 2020 los seropositivos son 392, de los cuales 311 son hombres y 81 mujeres, con una incidencia de 4.7 por cada 100 mil habitantes.

Soberbia en funcionarios complica el panorama

Ante este panorama, la enlace del Grupo Multisectorial en ITS y VIH/sida, Patricia Ponce Jiménez, señaló que la falta de una política pública para atender el problema pone en riesgo la vida de las personas y refleja qué hay una falta de sentido común, de sensibilidad, y de un análisis socio-epidemiológico para atender a los pacientes durante este periodo de pandemia.

“Un poco de menos soberbia no les caería mal y podríamos trabajar de manera conjunta para tratar la epidemia (…) Los expertos somos nosotros y no porque seamos chingones sino porque tenemos 19 años estudiando, investigando la epidemia en el estado de Veracruz y 18 años trabajando de manera conjunta con la población afectada y sabemos cuáles son las rutas de la epidemia y cómo enfrentarla pero no hay disposición de escuchar a los expertos a pesar de que trabajamos gratis”.

Además, agregó que el sector salud tiene como característica la falta de transparencia en las cifras, ya que todo se tiene que pedir por el mecanismo de transparencia, cuando antes había una página y se emitía un boletín epidemiológico constante.

“Los datos federales tampoco son confiables porque siempre hay un subregistro y no coinciden los datos que oferta el Censida y la Secretaría de Salud por eso no confiamos mucho en los cifras y datos. Veracruz sigue estando entre los primeros lugares con los focos rojos de siempre, no ha mejorado absolutamente nada”.

AVC/Perla Sandoval

Conéctate a Formato Siete:

HORA LIBRE | Violencia criminal, la más grave materia pendiente