El segundo Mundial de Escritura, organizado por Santiago Lanch y Catalina Lascano, congregó a más de cinco mil concursantes de 47 países, evento realizado del primero al catorce de julio del 2020. Durante este tiempo los participantes escribieron cada día sobre diversos temas que escritores destacados proponían. Se han seleccionado hasta el momento los finalistas, de los cuales el día veinte de agosto de este 2020, el jurado dará a conocer el triunfador.
Con la autorización de algunos participantes, publicamos aquí algunas de las historias que participaron en el concurso.
Raquel Mónica Bellone, es una ávida lectora a quien le gusta escribir. Vive en la localidad Las Petacas, de la provincia Santa Fe, en Argentina. Escribió esta historia:
De medias y tornillo
Desde hace un par de años integro un grupo de teatro vocacional, y antes de subir al escenario todos tienen alguna cábala o realizan un ritual, siempre el mismo. Una noche estuvimos casi una hora buscando el tornillo que una compañera pega con una cinta en su pierna, debajo de su ropa, y tiene que ser ese tornillo, no puede ser otro, lo perdió varias veces y siempre es el director el que pega el grito anunciando la pérdida, —¡escuchen! ¡La Chela perdió el tornillo! Dejen lo que están haciendo y todos a buscarlo— y todos buscamos el bendito tornillo.
No sé si lo que funciona es la cábala del tornillo pegado en su piel, o el ritual de buscarlo. Una noche no lo pudimos encontrar, le dimos otro igual, un compañero llevaba uno por las dudas no encontremos al original, no se dio cuenta que no era el suyo. Salieron a escena los primeros en aparecer, todo iba genial, hasta que la Chela sube al escenario, cuando dice la primera palabra se corta el sonido, nos miramos los que estábamos esperando para entrar y dijimos — ¡le cambiamos el tornillo!
Como el espectáculo debe seguir, levantaron la voz, casi a volumen grito y siguieron como si nada hubiese pasado. Antes de que se corte el sonido, nos reíamos porque yo me había puesto las medias al revés y me dijeron de todo, me toca entrar y cuando digo la primera línea de mi diálogo, empieza a funcionar el sonido, los dejé sordos a todos, durante el resto de la obra no surgieron más problemas, fue todo un éxito.
Luego de cada presentación nos reunimos a cenar y a hacer los comentarios de los sucesos de la noche, y ¿cuál fue el tema principal?, obvio que el desperfecto del sonido, la Chela estaba súper enojada, y mientras se acomoda en su silla, mete la mano en el bolsillo de su campera para sacar el celular y encuentra el tornillo, o mejor dicho el tornillo original, al Tano no le quedó opción y le dijo que le había dado otro tornillo, y en ese momento todos me miraron, cuando entré, volvió el sonido, según el grupo, fui yo y el director me miró y dijo, —Irene, de ahora en más, vos te pones siempre las medias al revés, y vos Chela cuida ese tornillo, mira donde lo guardas, estoy podrido de buscarlo.
Desde esa noche, siempre me puse las medias al revés y antes de salir a escena el director me decía — ¡levanta las patas! Quiero ver tus medias.
Las obras salían bien, sin problemas, la Chela seguía con el tornillo pegado con cinta y yo con las medias al revés, de esa manera todo funcionaba perfectamente. Estrenamos una nueva obra y yo tenía que salir en short y descalza, durante los ensayos nadie se acordó del ritual de las medias. Ya estábamos todos listos para salir a escena, el director mira mis pies y se pone pálido, yo estaba descalza, lo miro, saco las medias del bolsillo del short y le muestro que están al revés, todo en orden, comienza la obra, unos minutos después entro a escena y cuando digo la primer línea se corta el sonido y se escucha la voz del director gritando — ¡Irene las medias van en las patas, no en el bolsillo! — la sala estaba en silencio y todos escucharon el comentario del director, seguimos a los gritos como la vez anterior, salgo de escena y el director me hace poner las medias que tenía en mis bolsillos. Me miro en el espejo que estaba colgado a la salida de los camarines y me río sola, remera blanca, short de jean y medias con rayas de todos colores, deplorable mi imagen.
Entro a escena y en ese momento se representaba una situación muy triste, cuando estoy parada en medio del escenario la gente empieza a reírse a carcajadas de mis medias rayadas y se escucha una señora gritar — ¡las medias en las patas, pero el sonido no volvió!
*Las Petacas es una localidad argentina ubicada en el departamento San Martín de la provincia de Santa Fe. La localidad fue fundada en 1930, por el anterior propietario de esa zona rural, Carlos Jewell. Los primeros habitantes del lugar fueron ingleses, italianos, españoles y criollos. De acuerdo al censo nacional de población (Indec) de 2010, Las Petacas cuenta con 1,031 habitantes.