Es el caso de Jihad Al-Suwaiti, un joven palestino que sin pensárselo dos veces decidió escalar hasta la ventana del hospital donde había sido ingresada su madre enferma de coronavirus antes de morir. Lo hizo cada noche. Todas las noches. Una a una, hasta que la mujer murió.

Era el propósito del hijo. Del hijo amado. La intención del joven era poder ver a la madre los últimos minutos de su vida. Y lo consiguió. El joven, de Beit Awa, en Hebrón, pudo trepar varias plantas del Hebrón State Hospital hasta llegar a los ingresados en la UCI.

Todo es nada, nada es todo, por una madre. La muerte de la señora, de 73 años, se produjo el pasado 16 de julio. El chico pudo despedirse de su madre, que murió de coronavirus, una de las miles de personas que han fallecido en todo el mundo por esta letal enfermedad que aún no tiene vacuna.

OkDiario

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