Érika Bustos Bustos, investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (Cideteq), participó en las Jornadas Ambientales 2020 organizadas por la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana (UV), región Orizaba-Córdoba, con una charla en donde explicó el proceso y beneficios del sistema electrocinético para la recuperación de suelos contaminados, particularmente por hidrocarburos, técnica que debe ser considerada como una opción viable en el país.

Dio a conocer que en el Cideteq desarrollaron un proyecto en suelo contaminado por hidrocarburo, en el que se aplicó un tratamiento electrocinético para conocer el comportamiento del suelo; para ello efectuaron un estudio físico-químico del área a estudiar, a fin de valorar la eficiencia técnico-económica de la electroremediación del suelo contaminado in situ, encontrando que además de ser una técnica competitiva puede usarse para remediar suelos contaminados en un menor tiempo, en comparación con las técnicas empleadas actualmente.

Durante la investigación se removió el hidrocarburo del suelo, el agua se puso bajo tratamiento y se hizo la caracterización. Después de siete horas se observó en el suelo un incremento en la capacidad de intercambio catiónico (retención de nutrientes) y mayor materia orgánica; se procedió a incorporar maíz, cuyas propiedades se incrementaron por la integración de las plantas que ayudan a la recuperación de las propiedades del suelo. Durante un mes se dio seguimiento a las plantas incorporadas comprobando su incremento.

Con base en este estudio, es posible asegurar que el tratamiento electrocinético es favorable para suelos arcillosos en los que se puede trabajar en tiempos cortos, por lo que el estudio fue puesto ya en práctica en suelos industriales y agrícolas; el tratamiento puede ser in situ u on side, dependiendo del sitio que se quiera remediar.

Erika Bustos mencionó que de acuerdo a la legislación se pueden encontrar diferentes denominaciones de suelo, pero existe una discusión en cuanto a la definición del mismo, que debido a sus características involucra los ingredientes químicos en las cadenas alimenticias, en recursos no renovables, desarrollo agrícola y actualmente tiene repercusiones en el cambio climático, por lo que se están destinando fondos para entender cómo es la dinámica del suelo, su impacto en el ambiente y para una sustentabilidad energética.

Puntualizó que la remediación del suelo no puede ser de un día a otro, es un proceso que conlleva años; señaló la diferencia entre restauración y remediación, mencionando que la primera constituye un conjunto de actividades tendientes a la recuperación y restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y continuidad de los procesos naturales, y la segunda representa un conjunto de medidas a las que se someten los sitios contaminados para eliminar o reducir los contaminantes hasta un nivel seguro para la salud y el ambiente, o prevenir su dispersión en el ambiente sin modificarlos.

La investigadora refirió que existe un protocolo de atención de sitios contaminados que señala que en cualquier situación de contingencia lo primero es conocer el lugar (georreferencia), desarrollar un manifiesto de impacto ambiental con datos históricos del lugar, análisis de riesgo ambiental y a partir de esta información organizar el muestreo (suelo, agua cercana al sitio, aire y población), a fin de limitar el sitio (profundidad, largo y ancho), y con base en el grado de contaminación proponer la alternativa de restablecer el suelo o remediarlo.

Por último, la especialista reconoció la necesidad de que se continúe trabajando en la búsqueda de más y mejores alternativas que permitan la aplicación de la electroremediación en suelos contaminados en México.

UV/José Luis Couttolenc