Sorprendió que en la comitiva que lo acompaña en Washington, el presidente Andrés Manuel López Obrador no incluyera a su secretaria de Energía, Rocío Nahle, pues uno de los principales temas a tratar con su homólogo Donald Trump le atañe directamente a la exdiputada federal de Coatzacoalcos y senadora de Veracruz con licencia.
Y es que desde a mediados de junio, el American Petroleum Institute (API) denunció al gobierno mexicano de debilitar el marco que permite flujos comerciales y discriminar las inversiones estadounidenses, violando así los acuerdos establecidos en el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
API indicaba que ante esto sus empresas enfrentaban dificultades cada vez mayores para obtener permisos para crear estaciones nuevas o renombrar las ya existentes, de almacenamiento de terceros, combustibles importados, terminales de líquidos y de gas natural licuado.
Michael Summers, presidente y CEO de API, envió una carta a los secretarios de Estado Michael Pompeo; de Energía, Dan Brouillette, y de Comercio, Wilbur Ross así como al representante comercial Robert Lightzer, informándoles sobre la violación al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) así como al T-MEC.
Como ejemplos discriminatorios indicó que las empresas inversoras de origen estadunidense que importan combustibles de refinerías en Estados Unidos enfrentan por parte de la Secretaría de Energía, a cargo de Nahle, la emisión de permisos atrasados, rechazados o incluso restringidos para gasolina y diésel, por lo que pidió a los funcionarios de Estados Unidos recurrir a canales diplomáticos para comprometer al gobierno de AMLO a garantizarles un trato más justo.
Este martes, previo a la visita de AMLO a la Casa Blanca, el influyente diario The Wall Street Journal (WSJ), enfocado en economía y negocios, publicó un editorial en el que exponía que “el miércoles, el señor Trump tendrá una rara oportunidad de comprometerse con ideas para sacar a México de la caída en la que se encuentra en el tema económico y de seguridad”.
El periódico criticó algunas de las acciones que ha tomado López Obrador desde que asumió la Presidencia de la República y que han ahuyentado la inversión extranjera.
“El señor López Obrador ha gobernado como un caudillo anticuado: un hombre fuerte que dicta decisiones económicas en lugar de desatar el ingenio del pueblo mexicano. Sus políticas han reducido el crecimiento y causado la fuga de capital doméstico y extranjero”, puntualizaba el texto.
De acuerdo con el WSJ, la cancelación del Aeropuerto en Texcoco y de una cervecería en Mexicali, así como el intento de incumplir los contratos de nuevos gasoductos firmados por el gobierno anterior, dañaron la reputación de México.
Sin embargo, el diario neoyorquino consideró que no es demasiado tarde para cambiar el rumbo, pues hay áreas de oportunidad para que Estados Unidos y México trabajen juntos, como el sector energético.
“México tiene abundantes suministros de petróleo, pero carece de capital y tecnología, algo que los inversores norteamericanos podrían proporcionar. Al permitir ofertas privadas en la producción de campos petroleros o establecer empresas conjuntas”, apuntó.
De hecho así lo reiteró la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena –tía política de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador–, quien declaró que los temas centrales de la reunión entre AMLO y Trump serían la entrada en vigor del T-MEC y la reactivación económica de la región, por lo que consideró que la cena de trabajo con empresarios mexicanos y estadounidenses en la Casa Blanca “se va a interpretar de manera muy positiva y con mucha expectativa, porque hay que recordar que los gobiernos negocian el marco jurídico en el que se dan las relaciones económicas, pero las relaciones económicas las hacen básicamente las empresas, sean del sector público o privado”.
Y, coincidentemente, este miércoles 8 de julio, la Secretaría de Energía emitió un comunicado para anunciar que “instruyó la unificación de un yacimiento compartido, entre el campo Zama descubierto a través del Contrato CNH-RO1-LO1-A7/2015 a cargo de Talos Energy Offshore y la Asignación AE-0152-Uchukil cuya titularidad está a cargo de Petróleos Mexicanos (Pemex).”
Este yacimiento compartido –el primero en toda la historia de México que será desarrollado entre Pemex y una empresa privada al amparo de un procedimiento de unificación– tiene una superficie aproximada de 26.7 kilómetros cuadrados y se localiza en aguas someras del Golfo de México, a 58 kilómetros frente a las costas de Tabasco, y representa uno de los descubrimientos más importantes realizado por empresas privadas en México. La expectativa de producción de aceite ligero derivada de dicha unificación se espera para el primer semestre de 2024.
Esta unificación de yacimientos compartidos, según explicó la dependencia encabezada por Rocío Nahle, “tiene como finalidad maximizar el valor y la recuperación económica de los hidrocarburos, por lo que a partir de la instrucción de unificación Talos Energy Offshore y Petróleos Mexicanos deberán presentar ante la Secretaría de Energía, en un plazo de ciento veinte días hábiles, un Acuerdo de Unificación para realizar las actividades de extracción en el yacimiento compartido de manera conjunta y coordinada.”