Cuando Beatriz Rodríguez Landa cantaba de niña jamás se imaginó que su voz podría dar aliento a quienes hoy sufren los estragos causados por la pandemia del coronavirus COVID-19, y que mantiene a muchos alejados de sus seres queridos y luchando por conservar su vida.
Apenas supo hablar entendió que la música para ella sería su lenguaje principal para expresarse, por eso durante algunos años se dedicó de manera amateur a interpretar canciones; hoy como auxiliar de limpieza e higiene se ha ganado el corazón de pacientes y personal médico que labora en la Unidad Médica de Alta Especialidad número 14 del IMSS en Veracruz.
“Es algo nuevo para todos, todos tenemos un poco de temor pero tenemos que echarle ganas y tenemos que salir adelante y creo que la música es una excelente terapia para el alma, no hay nada mejor que escuchar música cuando estamos mal”.
Su constante tarareo mientras realiza su trabajo provocó la curiosidad de sus compañeros que le pidieron cantarle a pacientes y trabajadores; hoy su voz es conocida en todo el hospital y fuera de él porque con sus interpretaciones intenta aliviar la tensión y el dolor que se sienten en las unidades de atención covid.
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“Me gusta mucho la música, me gusta cantar y me la paso tarareando cuando hago mis actividades y me escucharon y me pidieron que le cantara a los pacientes y a todo el personal y si sirve de algo yo lo hago con muchísimo gusto”, reveló.
Por eso la xalapeña cada que puede canta música vernácula y del género ranchero para alegrar los días de quienes están internados, algunos dormidos, durante esta contingencia.
A ella también le sirve como terapia porque alejada de su hijo de siete año que por ahora está con su abuela, la melancolía la ataca y aunque quiere estar con ellos sabe que es un riesgo que podría poner en peligro la vida de su madre y su hijo.
“Es una excelente terapia, si están de buen humor la salud mejora muchísimo (…) todos los que trabajamos en la línea de batalla tenemos miedo por nuestras familias, mi madre es diabética y tiene problemas en el corazón, a veces voy pero otras no, y la distancia me provoca melancolía”.
Beatriz hizo un llamado a la población para que la gente pueda entender la gravedad de esta enfermedad, para que no salga y se quede en casa porque lo que viven los pacientes de COVID-19 generan en todos los trabajadores una profunda tristeza.
AVC