Lo que hicieron los miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación, con el atentado en contra del secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García, es mandar un mensaje directo al presidente Andrés Manuel López Obrador de que los del CJNG son tan o más importantes que los integrantes que el Cartel de Sinaloa, que comanda “El Chapo” Guzmán, con cuya familia AMLO mantiene relaciones cordiales de abrazos e impunidad, y que están dispuestos a todo con tal de que el territorio o lo compartan como venían haciéndolo con los Zetas, ellos y la gente de “El Chapo”, o están dispuestos a pelearlo con las armas en su poder, su ejército bien entrenado de sicarios y el poder económico que han adquirido. El problema de la inseguridad en este país es que no hay una autoridad con capacidad para enfrentar el problema de los cárteles de la delincuencia organizada, por eso es que ellos toman las armas y con atentados como el de este viernes en la CDMX tratan de demostrar su poderío, poniendo al estado contra la pared. En Veracruz, por ejemplo, cuántos cárteles y organizaciones delictivas operan con toda libertad e impunidad, extorsionando, secuestrando, cometiendo homicidios dolosos (ejecuciones), manteniendo grupos de vendedores de droga, en narcotiendas o en las calles, o solapando células de criminales que cobran el derecho de piso… muchos, pero más de los que el ciudadano común imagina. Y esos delincuentes organizados en células pelean a diario el territorio porque la competencia cada vez es mayor, lo hacen con la complacencia de las organizaciones policíacas, gozando de una total impunidad. Podrían decir, con razón, los miembros del gobierno de la 4T, con año y medio en el poder, que eso es lo que heredaron, pero la pregunta que hay que hacerles es: ¿lo heredaron para mantenerlo o para combatirlo?, porque al parecer lo heredaron para incrementarlo, cada día que pasa en la entidad hay más matanzas, más feminicidios, más secuestros, más venta de droga y ni señal de la existencia de una autoridad que combata a los autores. Lo del atentado en la Ciudad de México contra el titular de la policía traerá consecuencias en todo el país, sobre todo en entidades como Veracruz, donde se ha tolerado la presencia de estas organizaciones criminales.