Este lunes falleció, de una enfermedad crónica, Rafael «El loco» Ochoa, priista ya casi legendario del Puerto de Veracruz.
Desde hace ya un rato estaba enfermo de un riñón; le practicaban diálisis. Su partido a nivel estatal le daba una ayuda económica para sus tratamientos, en la medida de las posibilidades de ese instituto político.
Rafael “El loco” Ochoa, quien militó en las filas del instituto tricolor durante una treintena de años y que se caracterizó por la defensa de sus ideales partidistas ante el PAN y el PRD y por emprender una lucha en contra del Grupo MAS en los años recientes.
Un priista que, lugar donde se parará, creaba polémica, sin importar enfrentarse a los militantes de su partido, incluso a aquellos en el poder, como ocurrió en esta ciudad en octubre del 2016 cuando encaró a Flavino Ríos Alvarado, entonces gobernador interino después de que Javier Duarte de Ochoa solicitara licencia para separarse del cargo, a quien llamó “traidor”, lo cual le costó que lo corrieran del evento a empujones y golpes, pero logrando su cometido.
O aquella ocasión, en diciembre del 2018 también en esta ciudad, cuando irrumpió en un evento del Movimiento Territorial al cual acudió Héctor Yunes Landa y lo confrontó tras perder la elección a la gubernatura del estado.
La confrontación le costó a “El loco” Ochoa que lo sacaran del salón donde se desarrollaba el evento y que Yunes Landa lo señalara de aliarse con Morena para los comicios de ese año: “A los locos se les ignora, a los chaqueteros se les olvida”.
Fue un personaje que se presentaba en cada evento que el gobernador Fidel Herrera Beltrán encabezaba en la zona conurbada para echarle porras.
Sin embargo, también fue un hombre que pisó la cárcel en el año 2005 por el homicidio imprudencial del dueño de un bar, quien perdió la vida al golpearse la cabeza tras resbalar como consecuencia de un forcejeo.
La relación de “El loco” Ochoa con el priista Javier Duarte de Ochoa no fue de la misma sintonía que con Fidel Herrera Beltrán, incluso hasta fue como relegado del partido, su presencia en actos partidistas fue siendo menor al grado que encabezó otras luchas, como contra el Grupo MAS.
A través de las redes sociales, porteños reconocieron a Rafael Ochoa como un priista de hueso colorado, aguerrido, una persona de carácter fuerte, un luchador incansable, un anecdotario para el priismo de la ciudad de Veracruz.