El Observatorio de Xochicalco comprueba que en Mesoamérica no todas las observaciones astronómicas se hacían a “ojo desnudo”, sino que se hacían de forma indirecta y con ayuda de un instrumento, destacó Rubén Morante López, Premio al Decano 2019 y docente en la Universidad Veracruzana (UV).
Rubén Morante dictó la conferencia “El Observatorio de Xochicalco, ¿primer telescopio solar de la humanidad?”, en las “Tardes de Ciencia” organizadas por la Dirección General de Investigaciones de la UV para divulgar el trabajo de investigación que se realiza al interior de esta casa de estudios.
Comentó que el título de la charla es resultado de una hipótesis que se han planteado desde hace algún tiempo: si los tlamatinimeh (sabios prehispánicos) inventaron en el siglo VIII después de Cristo (d.C.) un telescopio para observar y medir los movimientos aparentes del sol.
“La construcción de un telescopio solar sería una hazaña del intelecto del México prehispánico, producto del pensamiento científico que muchos niegan a Mesoamérica. Se trataría de un instrumento similar en su estructura y funciones al gran invento del siglo XVIII atribuido a Galileo, el telescopio solar.”
Explicó que los telescopios solares son fijos, requieren de gran distancia focal, se construyen al interior de torres o bajo tierra, y el diámetro de sus lentes es pequeño.
El Observatorio de Xochicalco cumple con lo mencionado anteriormente: en lugar de tubo metálico usaron polígonos de piedra desfasados a lo largo del tiro; el punto focal fueron los orificios de los discos astronómicos, y el plano distal probablemente estaba en una mesa donde se registraban las imágenes proyectadas por el sol.
Durante la plática explicó tres conceptos: gnomon, cámara oscura y telescopio. Los gnómones fueron los primeros instrumentos usados para observar el sol, a través de la proyección de sus rayos o de la sombra de un cuerpo sobre la superficie terrestre.
Las cámaras oscuras son gnómones de luz, son recintos cerrados que reciben, a través de un orificio, la proyección de un objeto iluminado en su exterior.
El telescopio fue inspirado por la cámara oscura, ambos instrumentos tienen planos nodal y focal, así como una distancia focal; la diferencia estriba en que el telescopio usa lentes y un tubo entre el punto nodal y el plano focal (ocular).
“En el siglo XVII se fijó una lente en un árbol para observar al sol y a partir de entonces los telescopios solares se construyen al interior de torres o bajo tierra, con un diámetro de apertura pequeño; están fijos, sólo se mueve el heliostato para seguir al sol.”
UV/Paola Cortés
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