Por enésima vez, ayer el país rompió récord de contagios de Covid19 para una sola jornada al alcanzar 5 mil 662 casos; la nueva normalidad se ha convertido en el pico de la pandemia y en la desesperación de millones de personas en el país que están en el límite de sus posibilidades económicas para mantener el aislamiento.

La estrategia del gobierno nos ha dejado en el peor de los mundos: ni logramos aplanar la curva de contagios ni hemos podido rescatar la economía. La actitud timorata y evasiva del gobierno federal ha delegado la responsabilidad de la emergencia sanitaria en los ciudadanos. Morir de hambre o de Covid19 empieza a ser la única alternativa de millones de personas que han perdido el sustento.

Con 19 mil 747 decesos, México ocupa el séptimo lugar mundial en el número de fallecimientos por la pandemia, apenas 7 mil 300 menos que España, un país severamente golpeado por el Covid19 pero que ya ha reiniciado su actividad económica y productiva. En algunas semanas abrirá nuevamente sus fronteras.

Del 5 de junio a la fecha, nuestro país sumó precisamente esos 7 mil casos que hoy son la diferencia con España. Si consideramos que los registros diarios que presenta la Secretaría de Salud tienen hasta una semana de desfase por la carga que tienen que realizar las entidades federativas, quiere decir que estaríamos a una semana más de alcanzar al país ibérico en el número de muertes por Covid.

Decidir entre mantenerse en cuarenta y reactivar la actividad económica es un dilema que no sólo ha tenido que resolver el gobierno de México. Lo han hecho todos los países, pero con procesos muy diferenciados. Algunos de ellos ni siquiera se impuso el aislamiento, sino que se establecieron protocolos para evitar la saturación de establecimientos –las mismas que aquí se empiezan a aplicar tres meses después- lo que les permitió mantener abierta la actividad económica.

Otros países decidieron imponer la cuarentena mientras preparaban sus sistemas de salud para atender a la población afectada una vez que se reiniciara la actividad. Hoy hay flexibilizado las medidas de aislamiento y sus hospitales no se han visto colapsados por la demanda. Así también intentaron mantener a flote a la economía.

Lo que sí fue una norma aplicada en todos los países –menos en México- fue un rescate de económico para las pequeñas empresas –algunos países incluyeron incluso a las grandes líneas aéreas-, y así salvar la mayor cantidad de empleos posible. Las previsiones sobre el decrecimiento que puedan tener son moderadas, es decir, tendrán una crisis económica como el resto del mundo pero que podrá ser manejable en el corto plazo.

Volviendo al caso de México, el gobierno nunca dio crédito a la pandemia. Para el presidente López Obrador sólo se trataba de una estrategia dentro de la guerra comercial entre China y Estados Unidos que no tendría por qué entorpecer los planes que tenía para el país en el presente año: el aeropuerto, la refinería, el Tren Maya, además de preparar el proceso electoral más grande en la historia del país.

Por ello nunca hubo una estrategia sanitaria ni tampoco un plan económico para hacer frente a la pandemia. Por las redes sociales circulan decenas de gráficos situando cronológicamente los dichos del presidente –y del vocero López Gatell- de manera contradictoria y despreocupada sobre los efectos que pudiera tener sobre la salud y la economía de los mexicanos.

En la víspera del pico de la pandemia, el gobierno decidió decretar la “nueva normalidad” sin establecer los protocolos que le permitiera a la gente reintegrarse a sus actividades con seguridad. Todavía hace cuatro días, ausente por completo de la realidad, el Presidente dijo que el país ya superó la etapa más complicada de la pandemia causada por el coronavirus.

“Quiero informarles acerca de cómo estamos dejando atrás la etapa más difícil de la pandemia. (…) No es cantar victoria ni echar las campanas al vuelo, pero considero que ya pasó lo más difícil, lo más riesgoso (de la pandemia)” dijo apenas el domingo. La noche de ayer, la Secretaría de Salud informó que rompimos un nuevo récord de contagios y en el informe de este viernes habremos de superar las más de 20 mil víctimas fatales.

El impacto económico de la pandemia será brutal. Se perderán más de 2 millones de empleos –entre formales e informales-, habrá un decrecimiento de más del 10% del PIB –uno de los más altos del mundo- y aumentará al menos en 10 millones el número de pobres en el país. Si bien el gobierno no es responsable de la enfermedad, un mal diagnóstico y un pésimo tratamiento pondrán a la salud y la economía del país en terapia intensiva.

A partir de hoy prevalecerá la selección natural de las especies donde sobrevivan los más fuertes.

Las del estribo…

  1. El proceso electoral federal iniciará en el mes de septiembre; por ello, la alianza anunciada por Morena, Partido Verde y el PT no sólo parece prematura sino hasta irresponsable, en medio de la tragedia que vive el país a causa de la pandemia. Sin oposición enfrente, las tribus morenistas ya se devoran entre sí, como también sucederá en Veracruz.
  2. Esta tarde sesionará el Consejo General del OPLE para aprobar el registro de los cuatro nuevos partidos políticos estatales que habrá en Veracruz. Se espera una sesión ríspida por la natural oposición de los partidos políticos y klas reservas de algunos consejeros; desde hoy, “TxVer” de Jesús Vásquez, “Podemos” de Francisco Garrido, “Unidad Ciudadana” de Cynthia Lobato y “Bienestar y Justicia Social” de Antonio Luna tendrán que luchar por su supervivencia.