¿Qué tienen que ver Morena y Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, en los extraños disturbios del lunes pasado en Xalapa y en la Ciudad de México?

Hay fuertes indicios de que lo ocurrido en Xalapa este lunes, cuando un grupo de jóvenes violentó el centro de la ciudad, afectando a al menos 50 negocios (que no contaron con la protección de la Secretaría de Seguridad Pública), fue un acto organizado por Morena en estados que gobierna y donde se dio la orden de no reprimir con la fuerza pública.

Lo mismo ocurrió en la Ciudad de México y con la misma reacción por parte de la policía local: una total inactividad; en ambos casos, decenas de negocios quedaron a merced de grupos supuestamente anarquistas que destrozaron aparadores, hicieron pintas e, incluso, saquearon negocios.

¿Qué buscaban con la organización de actos violentos en entidades gobernadas por Morena? En ambos casos, tanto en la CDMX como en Veracruz, la policía estuvo ausente durante los actos violentos. En Xalapa, solo dos patrullas de Tránsito abanderaron al contingente, armado con martillos y otros objetos contundentes con los que rompieron aparadores y cajeros automáticos. En la CDMX, la Policía Bancaria escoltó a los muchachos mientras tomaban el Metro.

La declaración de Cuitláhuac García dejó mucho que desear. Prácticamente salió a decir que no haría nada contra los agresores y, aunque debió actuar de oficio, dejó la responsabilidad a los afectados para que denunciaran los hechos y, con ello, poder abrir las investigaciones que, ¿sabe qué?, no llegarán a nada pues el grupo no era local sino importado desde la Ciudad de México.

En el caso de la capital del país, un video divulgado por UNO-TV muestra cómo, tras realizar desmanes y destrozos en el Centro Histórico de la Ciudad de México, los anarquistas fueron desapareciendo en operación hormiga.

Y relatan: “Aprovechando cualquier distracción, se escondieron entre columnas y puestos de revistas para quitarse las prendas de color negro. Un joven se tapó el rostro al percatarse de que era captado por las cámaras; otros, simplemente, tomaron sus patinetas para dirigirse a las estaciones del Metro (…) Más tarde, llegaron a la estación Balderas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro; ahí guardaron los martillos con los que destrozaron cristales del Metrobús y negocios en Paseo de la Reforma, siempre cuidando que no los grabara una cámara de videovigilancia.

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Y qué tiene que ver Alfaro en todo ello

¿Qué sentido tendría armar estos actos de extrema violencia para una manifestación organizada justo en medio de la pandemia? Mostrar que los gobiernos de Morena no reprimen a los jóvenes, que ni Cuitláhuac García Jiménez ni Claudia Sheinbaum son golpeadores de jóvenes, aún si estos afectan las ya de por sí alicaídas economías locales, a diferencia del más reciente ‘monstruo’ del morenismo, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, contra quien la maquinaria golpista de Morena se ha ido a fondo en los últimos días, y por lo que hasta han enviado a Jalisco a la exdirigente nacional  Yeidckol Polevnsky para armar el caos.

Y es que Alfaro es la figura opositora más amenazante para los comicios presidenciales de 2024; está creciendo muy por arriba de los posibles gladiadores morenistas como Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum.

Andrés Manuel López Obrador ya vivió una experiencia fallida en la búsqueda de la Presidencia cuando enfrentó a un exgobernador, Enrique Peña Nieto, que lo dejó tendido en la lona, luego de que el PRI preparó su regreso y fraguó, con un enorme costo financiero para el Estado, el crecimiento mediático de la figura del que fuera gobernador mexiquense.

En 2012, cuando AMLO competía por segunda ocasión por la Presidencia y estaba esperanzado en los resultados de los comicios de 2006 (en que le arrebataron el triunfo y Felipe Calderón llegó a Los Pinos con apenas medio punto porcentual arriba), el tabasqueño no contaba con que la carta preparada por el PRI, un producto de la mercadotecnia y el espectáculo, Enrique Peña Nieto, le ganaría de calle.

Peña Nieto logró arriba del 38 por ciento de la votación (más de 19 millones de sufragios), mientras que López Obrador se quedó con el 32.6%, casi 4 millones de votos menos que el fenómeno publicitario armado desde la entidad con mayor población en el país.

Por eso, Andrés Manuel López Obrador ve con enorme recelo el caso de Enrique Alfaro Ramírez, exdiputado local, exalcalde en Tlajomulco de Zúñiga (2010-2011) y de Guadalajara (2015-2017) y, desde diciembre de 2018, Gobernador de Jalisco, porque ha logrado generar una carrera electoral exitosa, gracias más a él que al partido que lo postuló hace dos años (Movimiento Ciudadano), y tiene interés en mancharle el mantel a López Obrador en 2024, tratando de sucederlo en la Presidencia, justo cuando ambos concluyan oficialmente sus respectivos sexenios.

Toda la maquinaria morenista, tanto propagandística como política, se movilizó por todos los medios para aprovechar el homicidio de un ciudadano indefenso a manos de la policía municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, para achacarle al gobernador Alfaro la responsabilidad sobre el tema.

En eso ya tenían experiencia: fue el mismo mecanismo con que atribuyeron al gobierno de Enrique Peña Nieto en 2014 la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, crimen perpetrado en el municipio de Iguala por el alcalde perredista José Luis Abarca, amigo y aliado político de Andrés Manuel López Obrador. Hoy que AMLO es Presidente de la República y jefe máximo de las Fuerzas Armadas, debería ordenar al Ejército que brinde una versión exacta de su supuesta intervención en la desaparición masiva de estudiantes normalistas pero, pese a que prometió el total esclarecimiento del caso, va a cumplir dos años sin que haya visos de lograr la verdad sobre este ominoso crimen.

Que Enrique Alfaro pueda crecer política y electoralmente como para constituirse en 2024 en un contrincante con suficiente solvencia como para truncar la continuidad de la denominada Cuarta Transformación, es algo que no solo ve la oposición, sino ya está visto que así lo considera Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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Cómo pintan los tres mosqueteros de Morena

Los tres personajes que, dentro de Morena, estarían siendo considerados para 2024 tienen la desventaja de marchar al ritmo y de la forma en que lo imponga López Obrador y, por ende, subirán o caerán de acuerdo a la suerte del Presidente en las encuestas.

No olvidemos que el partido en el poder siempre estará marcado por una encarnizada lucha interna, así que en Morena, el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, la gobernadora Claudia Sheinbaum, y el exgobernador de Zacatecas y actual líder de la fracción de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, no solo tendrán que dirimir la candidatura presidencial entre ellos, sino que verán desfilar a muchos que se creerán con merecimientos y el derecho a portar el estandarte de López Obrador.

Cuente entre ellos al incombustible Gerardo Fernández Noroña, el diputado federal y exsenador Mario Delgado Carrillo, y hasta el pavoroso gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco.

De todos ellos, ninguno tiene la brida suelta, nadie puede abiertamente buscar el favor ciudadano con miras a la elección presidencial porque cualquier acción en ese sentido sería considerado como una traición a quien ostenta el cargo en sus inicios.

De ahí la lucha encarnizada contra Enrique Alfaro. Y quienes tienen que pagar los platos rotos son los comerciantes, particulares, iglesias y ciudadanos comunes y corrientes que deben soportar los embates de los grupos vandálicos.

Polvo de gis

Dante postergó la mayoría de Morena en la Permanente… Al menos temporalmente, Dante Delgado retrasó que Morena tuviera mayoría en la Comisión Permanente, que ya había obtenido adquiriendo la carta del senador de Movimiento Ciudadano, José Ramón Enríquez, que le hubiera permitido convocar a un periodo extraordinario.  Se habla que la dimisión del exemecista, quien se perfila como el candidato oficialista para gobernar Durango, había sido un golpe momentáneo a la oposición. Con él hubieran tenido los votos suficientes para convocar a periodo extraordinario que requieren para aprobar temas importantes para AMLO, como el de reunir en su fuero hacer y deshacer del presupuesto o meter mano a las Afores, poniendo en riesgo el ya de por sí famélico futuro de los trabajadores con sus pensiones. El MC hizo una jugada de último momento y les quitó la posibilidad del extraordinario por el momento. El coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, envió una notificación a la Mesa Directiva de la Comisión Permanente, que encabeza la morenista Mónica Fernández, para informar que, tras la renuncia de Enríquez, el espacio que le corresponde al partido quedaría en manos de la senadora emecista por Jalisco, Verónica Delgadillo, misma que participó como titular en la sesión del miércoles. Ya veremos qué nueva jugada hace Morena en el Senado para obedecer las órdenes tajantes de AMLO.

Rinden frutos austeridad y combate a la corrupción, dice Cuitláhuac… Este jueves, previo a la entrega del Informe de la Cuenta Pública 2019 al Congreso del Estado, el gobernador Cuitláhuac García se reunió con el secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, para analizar los resultados obtenidos el año pasado. Cuitláhuac dijo en sus redes sociales que Veracruz es un estado estable financieramente, y resalta como logros que lo presupuestado al IPE para pensionados y jubilados se incrementó en 52.2% de 2018 a 2019, es decir, 1,141 mdp más en términos absolutos; además, dijo que los pasivos diversos disminuyeron en -6.7%. La política de saneamiento financiero dio como resultado una reducción en el pasivo total, en particular en el pasivo circulante.

Frases sin disfraces

“Democracia: los ignorantes tienen derecho a votar. Dictadura: los ignorantes tienen derecho a gobernar”. Bertrand Russel

Comentarios: belin.alvaro@nullgmail.com

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