En esta parte final de la conversación, Zurisaddái Sastré Castelán hace un recuento de sus treinta y cinco años de vida profesional y habla del más importante de sus proyectos: la Orquesta Real de Xalapa.

Aulas y tablas

A lo largo de mi trayectoria he tomado cursos de perfeccionamiento pianístico, de música barroca, de improvisación, de arreglos corales y orquestales, de producción tecnológica y marketing en la música, y varios seminarios de jazz impartidos en Xalapa por maestros de Berklee College of Music. En 2001 concluí la Licenciatura en Educación Musical de la Universidad Veracruzana. Actualmente estoy cursando en línea la Maestría en Liderazgo y Dirección de Centros Educativos en la Universidad Internacional de La Rioja, España.
El día de hoy, a treinta y cinco años de carrera profesional he tenido la fortuna de compartir escenarios en todos los niveles, en diversos géneros, participando con grupos chicos, medianos, grandes, ensambles, grupos de cámara, orquestas, y como acompañante de solistas locales y foráneos.
Tuve la oportunidad de grabar como pianista invitado en producciones discográficas con Manuela Torres, Gualberto Castro, Yekina Pavón y con el maestro Rodolfo Sánchez.

Orquesta Real de Xalapa

Justo a mediados del año 2008, cuando se dio el cambio de dirección de la Orquesta Universitaria de Música Popular, como ya había mencionado anteriormente, la comisión académica como profesor de piano en los Talleres de Música me dejó un vacío musical, de escenario, de aplausos que no lo llenaba nada, extrañaba esa potencia sonora que la OUMP había llenado mi ser durante muchos años.
Por esa falta de «oxigeno», mi vida tomó un nuevo giro y continué desarrollando mi lado empresarial; dejando de lado la grabación, fortalecí el proyecto que había iniciado con compañeros de la OUMP en 2005: la Orquesta Real de Xalapa (ORX). Este proyecto llenó ese vacío que sentía, fue mi salvación mental y emocional. Con mi nueva vida laboral tuve el tiempo para invertir horas, días, semanas, meses, años, centrado y concentrado en escribir un amplio repertorio de arreglos de época, géneros y estilos, alimentando la esencia y el espíritu de la agrupación. De igual manera, invertí en infraestructura: equipo de audio, monitoreo, microfonía, iluminación, vestuario, publicidad e imagen corporativa. Todas estas determinaciones conformaron nuestra identidad sonora y distinguida del resto de las agrupaciones similares. La prueba es que a partir de 2010 crecimos exponencialmente en contrataciones de presentaciones públicas y privadas, inclusive superando a otras agrupaciones de «mayor prestigio».
Debido a la demanda recurrente de nuestros servicios, ocasionalmente se traslapaban las presentaciones de la OUMP con las de la ORX, para no comprometer a mis compañeros con sus responsabilidades laborales universitarias con «la pop», fui sustituyendo músicos. El repertorio de la ORX exigía mayor compromiso, así como nivel técnico y musical, y fue cuando empezaron a integrarse compañeros de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, Orbis Tertius, Coro UV, profesores de la Facultad de Música y del Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz. Con todos esos cambios, la orquesta estaba consolidada y lista para el siguiente nivel.
Durante los sexenios de Fidel Herrera y Javier Duarte, contrataron nuestros servicios musicales frecuentemente en presentaciones públicas y privadas. También es importante mencionar que hemos participado anualmente, de manera ininterrumpida, en la Feria Internacional del Libro Universitario desde el año 2009. La contratación más significativa en el ámbito cultural fue por parte de Conaculta para participar en concierto durante la cena de bienvenida en la XXIV Cumbre Iberoamericana y del Caribe en 2014, donde tocamos para los presidentes y jefes de Estado de Latinoamérica, incluyendo la presencia del presidente de México y el rey de España Felipe VI. Para esa ocasión, diseñé un programa con los temas más representativos de Latinoamérica, cuyo último número fue el Huapango de Moncayo.
En ceremonias religiosas tenemos un concepto sinfónico, el mayor logro ha sido en una boda con un total de cuarenta y ocho músicos interpretando la Misa de Coronación de W. A. Mozart con coro y orquesta.
Contratos locales y foráneos, instituciones culturales, ferias culturales, empresas, empresarios, ceremonias religiosas, recepciones sociales, entre otras actividades, han hecho que la agrupación tenga una constante presencia a nivel nacional y contratos firmados hasta con un año de anticipación. Algo que quiero recalcar es el compromiso de mis compañeros que han sido parte fundamental de nuestro éxito; su entusiasmo, su ética y su actitud han enriquecido y nutrido un ambiente armónico interno que, sin lugar a duda, se ha visto reflejado y proyectado en cada una de nuestras presentaciones.
Al momento hemos logrado dos producciones discográficas: Baroque Jazz Light, en 2005, y Esencial, en 2013. El primero contiene música principalmente de J. S. Bach en swing y blues, y una composición personal llamada Progresión en fuga. La segunda producción aborda diversos géneros y estilos con obras inmortales, incluye videos y en ella participaron aproximadamente treinta compañeros músicos, entre los solistas estuvieron Rodolfo «Popo» Sánchez, Armando Mora, Paty Ivison, Iván Sarmiento, Doris Riaño, y Tonatiuh Bazán como concertino, entre otros.
La tecnología digital nos ha llevado a todos los rincones del mundo, tenemos presencia en las principales plataformas internacionales, como Spotify, iTunes, Deezer, Sony Entertainment, YouTube, entre otros. Tenemos la satisfacción de tener seguidores en casi un centenar de países y en varios idiomas. Lo sé porque semestralmente recibo un informe de reproducciones con descripciones de lugar, fecha y hora. En YouTube, por ejemplo, tenemos la muestra de cariño de seguidores de varios países e idiomas con comentarios de admiración muy alentadores.
Hemos recibido invitaciones para presentarnos en Canadá y en la Vegas para hacer temporada, sin embargo, no ha sido posible debido al compromiso institucional que tenemos. Hacer temporada de uno o dos meses simplemente no es posible para nosotros como académicos de la UV. Sin embrago, aunque no se han consolidado los proyectos, la satisfacción de ser invitados nos enorgullece, sin lugar a duda.

Recuento

Ahora estoy en una etapa de mi vida en la que ejerzo el liderazgo. Programo, promuevo, gestiono, coordino músicos y empleo. Llegar a este nivel me costó un proceso de sabores y sinsabores, de aciertos y desaciertos, pues en el camino de un músico nada es fácil ni regalado. El talento, estudio, experiencia, constancia, orden y disciplina, son elementos que prometen, sin embargo, aun con esas atribuciones, no hay garantía de éxito.
Hoy por hoy, las satisfacciones que he acumulado a lo largo de mi vida, las comparto con mi entorno, con mi público y con todos los que, de alguna manera, me siguen y escuchan. Treinta y cinco años de trayectoria y treinta años como empleado en la UV hablan de experiencia en los ámbitos artístico, académico, docente, directivo y empresarial, sin embargo, todo esto no sería posible sin un ingrediente clave: la motivación, que es la fuerza interna que puede llevar a vencer los más grandes retos y desafíos. Esa motivación que sentí desde niño, no ha desaparecido en mí, y mientras no desaparezca y tenga vida, lo lograré.

PRIMERA PARTE: You’re The One I Need
SEGUNDA PARTE: Distinto amanecer, diferente visión

 



 

 

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