En 2009, en ocasión del quincuagésimo aniversario de la grabación del icónico Kind of Blue, Jimmy Cobb, último sobreviviente en ese momento de la histórica grabación, presentó todos los temas del álbum, en el orden original, en el Festival de Jazz de Vitoria. Jimmy Cobb’s So What Band llamó a ese proyecto en el que estaba Wallace Roney, el trompetista que murió el pasado 31 de marzo.

Durante su estancia en España, concedió una entrevista a Carlos Lara, de Tomajazz —medio en el que se publicó—; Sergio Zeni, de Cuadernos de Jazz, y Armand Llácer, de Castelló Cultural; cuando le preguntaron si tenía pensado retirarse, el baterista respondió:

«¿Retirarme de qué? ¿Retirarme para hacer qué? ¿Dónde? No, no he pensado en retirarme. No sé hacer otra cosa. No piensas en retirarte cuando no conoces otra cosa. Probablemente soy uno de esos tipos que morirán en el escenario. Espero que mis hijos se hagan ricos y me cuiden. Es todo lo que necesito porque yo no sé nada más».

No se le concedió ninguno de esos deseos, ni murió en el escenario ni sus hijos se hicieron ricos, el pasado febrero, su hija Serena lanzó una campaña en la plataforma Gofundme para pedir apoyo para su padre. La petición dice:

«Mi padre comenzó a tocar profesionalmente a los 18 años. Grabó el disco de jazz más vendido en la historia ‹Kind of Blue› a los 30 años, y como acabamos de celebrar su cumpleaños número 91 en enero, recientemente ha lanzado dos discos y todavía está haciendo todo lo posible para entregarse a la música. Ha dedicado los últimos 70 años de su vida al arte del jazz, y aunque no hay nada que prefiera hacer más que mantenerse a sí mismo y a su familia mientras hace lo que ama, se ha convertido en una tarea demasiado difícil. Ya no puede rendir al ritmo que solía hacerlo, y a su edad, uno esperaría eso. Pero hasta hace poco, ese no ha sido el caso en absoluto.

«Mental y espiritualmente, mi padre es tan joven y enérgico como siempre, pero durante los últimos 2 años ha estado lidiando con algunos problemas médicos que le han causado serios desafíos físicos. Lamentablemente, no ha podido recibir el tratamiento adecuado debido a dificultades financieras. Aunque se ha estado esforzando para trabajar para obtener atención médica y mantener la vida diaria … simplemente no es suficiente. A menudo nos han dejado en condiciones de elegir entre atención médica y sus necesidades básicas. A medida que pasan los días, sigue necesitando más y más ayuda».

Era un cáncer de pulmón, enfermedad que terminó por derrotarlo el pasado domingo 24 de mayo. Aunque los mayores bonos profesionales suelen concedérsele por su participación en el sexteto de Miles Davis de los años cincuenta-sesenta, especialmente por su participación en el Kind of Blue —que ahora sí ha quedado en la orfandad total—, participó con muchas grandes estrellas del género como Billie Holiday, Charlie Rouse, Frank Wess, Dinah Washington, Pearl Bailey, Clark Terry, Dizzy Gillespie, Cannonball Adderley y muchos más; su trayectoria ha sido detallada profusamente en estos días, prefiero recordarlo con sus palabras; dejo, pues, algunos fragmentos de aquella entrevista:

 

«TOMAJAZZ: ¿A quiénes considera particularmente verdaderos genios de la historia del jazz?»

«JIMMY COBB: Probablemente los conoceréis. Seguramente conocéis a Louis Armstrong. Él fue el maestro. Con él vino todo lo que la gente del jazz toca ahora. Hubo mucha gente del tiempo de Armstrong, aunque yo no los conozco hasta la llegada del jazz moderno o el bebop. Hay tipos que conozco como Don Byas, saxofonistas como Coleman Hawkins, Lester Young y un puñado de músicos que hicieron del saxo lo que es ahora. Hay otros como Sonny Stitt y Gene Ammons. Hay mucha, mucha gente. Algunos de ellos tocaban en bandas como la Earl ‹Fatha› Hines Band. Billy Eckstine estaba en esa banda hasta que creó la suya propia y se llevó a unos cuantos músicos de allí… Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Fat Girl (le llaman Fat Girl, pero ahora no recuerdo su nombre [Fats Navarro]) fue uno de los grandes músicos de aquella banda. Leo Parker, a quien conocí porque era de mi ciudad y tocábamos juntos. Ben Webster, de quien se puede conocer su importancia escuchando sus discos… Todos ellos contribuyeron en gran medida a construir esta música. Conocí a la mayoría. Tuve ocasión de estar con ellos y tratarles. ¿Saben?, cuando tienes ochenta años sueles conocer a mucha gente, aunque también olvidas muchas cosas y muchos nombres».

 

«TOMAJAZZ: Este año se cumplen 50 años de la muerte de Billie Holiday, ¿qué imagen recuerda usted con mayor fuerza de Lady Day?»

«JIMMY COBB: Tuve ocasión de tocar con Lady Day cuando todavía vivía en casa de mis padres porque yo tocaba en el cuarteto de su pianista, llamado Carl Drinkard. Cuando ella venía a cantar allí, Carl solía usar una formación de trío. Yo tenía entonces 18 años y aquello supuso algo verdaderamente importante para mí, algo grande.

«Además… Pearl Bailey vivía en la misma ciudad y tuve la oportunidad de acompañar a Lady Day un par de noches en el cabaré, probablemente con el mismo trío» (…)

 

«TOMAJAZZ: ¿Qué es lo más grande de ser batería de jazz, y qué es lo más duro?»

«JIMMY COBB: Lo peor es lo que hemos hecho hoy. Levantarnos muy temprano, coger dos aviones, y luego hacer más de dos horas de carretera para llegar a Peñíscola, y poder tocar aquí esta noche. Lo hemos hecho hoy, y mañana, bueno, dentro de un rato, nos espera lo mismo.

«Por lo demás, la música es fácil, porque nos gusta tocar. Nos gusta mucho tocar juntos. En eso no hay problema, pero lo de ir a tocar a los sitios puede llegar a resultar muy extenuante».

 

«TOMAJAZZ: ¿Sigue la actualidad de los baterías? ¿Cuáles le han impresionado más en los últimos tiempos?»

«JIMMY COBB: Últimamente, me han impresionado sobre todo las mujeres. Hay muy buenos baterías hombres también, pero las mujeres son sorprendentes. Cuando las ves tocar, piensas: ¿qué?, un momento, ¿qué estoy viendo?

«Conozco a una desde que era muy pequeña. Su padre la llevaba con él porque ella estaba muy interesada en tocar la batería. La llevaba consigo siempre que podía para que aprendiera a tocar. Terri Lyne Carrington, se llama. ¿La conocen? Hay otra chica que fue novia de Wallace Roney, el trompetista que ha actuado esta noche con nosotros. Su estilo es parecido al de Tony Williams. Es también realmente buena. Hay también dos o tres más. Una dama portorriqueña cuyo nombre no recuerdo ahora pero que, si las escuchárais, sabríais de qué estoy hablando. También hay hombres, pero las chicas son realmente sorprendentes» (…)

 

«TOMAJAZZ: Dentro de 50 años, probablemente tendrá otros asuntos que atender. ¿Qué les recomendaría a los músicos que vayan a celebrar el centenario de Kind Of Blue?»

«JIMMY COBB: Espero que todavía sea tan intenso. Esa música es ya como la música clásica. Es como Beethoven. La misma fuerza. Dentro de la categoría del jazz, debería ser considerado igual. Cuando he vuelto a tocar y a escuchar esa música, he tenido el mismo sentimiento que la primera vez. Especialmente porque estuve allí y conocí a todos los que tocaron. Y el mismo sentimiento que yo tengo, lo tiene otra gente. Muchas de las personas con las que hablo me dicen que empezaron a interesarse por esta música gracias a ese disco. Y es gente joven que está empezando… Así que espero que, dentro de 50 años, será lo mismo. Será una piedra angular de la música jazz que Miles Davis presentó al mundo. Será una obra clásica del jazz».

 

Texto: Carlos Lara, Sergio Zeni y Armand Llacer
Traducción y transcripción: Armand Lyn

 

 

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