El pasado 12 de mayo, el Congreso de Veracruz aprobó una serie de reformas a la ley estatal en materia electoral.

Entre las modificaciones aprobadas por Morena y un grupo de diputados aliados se encuentra la reducción de las prerrogativas para los partidos políticos, que recibirán menos dinero público.

Como era de esperarse, esa medida generó reacciones de los representantes de los partidos en la entidad, dado que de cara al proceso electoral de 2021 dispondrán de cada vez menores recursos.

El problema para los partidos, además de esa reducción aprobada en el Congreso de Veracruz, es que casi todos enfrentan multas que significan descuentos en sus prerrogativas.

Por si fuera poco, algunos institutos políticos sacrificaron su estructura a cambio de posiciones; es el caso del Partido de la Revolución Democrática, que redujo de manera considerable su votación como consecuencia de las alianzas con el PAN.

En las elecciones de 2010, la alianza PRD, PT y Convergencia por la Democracia superó los 427 mil votos; sólo el Sol Azteca, en ese proceso, logró más de 234 mil sufragios.

En 2013, a este partido no le fue nada mal: casi llegó a 400 mil votos, más de 12 por ciento del total.

Las dificultades comenzaro en 2016: el Sol Azteca integró una coalición con el blanquiazul; como consecuencia de esa decisión, su cosecha de votos fue sumamente pequeña: pasó de caso 400 mil a poco más de 207 mil; es decir, el PRD perdió casi la mitad de los sufragios que había logrado en 2013, la elección inmediata anterior

A partir de ahí comenzó el verdadero declive del partido y esa pérdida de gas significó un desplome en las prerrogativas que recibía. Si bien el PRD logró algunas posiciones importantes, como la Secretaría de Gobierno para Rogelio Franco y un par de subsecretarías en la estructura estatal, el partido terminó por desinflarse y ello se vio reflejado en la reducción de sus ingresos.

Por si fuera poco, en noviembre de 2019, el Instituto Nacional Electoral aplicó una multa al PRD por más de 7 millones 254 mil pesos; ese dinero se descuenta de las prerrogativas que le llegan cada mes al partido que encabeza de manera formal Jesús Velázquez Flores.

Al sumar esos dos golpes al bolsillo del PRD, la reducción a las prerrogativas como consecuencia de los malos resultados electorales y las multas aplicadas por el órgano electoral, el escenario para el perredismo no podría lucir más complicado, sobre todo ahora, cuando el dinero público bajará a la mitad como consecuencia de la reforma electoral de Veracruz.

Debido a esos problemas, que representan casi una quiebra, una asfixia financiera, el PRD se ha visto obligado a reducir al mínimo su actividad y su gasto; de entrada, de forma reciente la dirigencia del partido sostuvo una reunión interna en la que se acordó un intento por controlar los daños, comenzando por una reducción en su nómina partidista. El PRD veracruzano no tiene otra opción.

Lo peor para el Sol Azteca en Veracruz es que el partido no soportará que se reduzcan aún más sus prerrogativas y ese, a fin de cuentas, es un escenario probable para 2022, si es que los dirigentes no logran un buen resultado en las elecciones intermedias de 2021.

Estamos pues, ante la inminente bancarrota de un partido que poco a poco se queda sin militantes.

@luisromero85