A raíz de la supuesta llegada del pico de la pandemia el viernes pasado –aunque los números no dejan de crecer- y la publicación en medios internacionales sobre un subregistro de contagios y fallecimientos por parte del gobierno federal, se abrió un fuerte debate sobre las verdaderas consecuencias de la pandemia en México y lo que el gobierno ha tratado de ocultar.

Se trata de los otros datos: que el pico de la pandemia lo podríamos alcanzar hasta la segunda quincena del mes de junio –con lo que se echaría por tierra las optimistas predicciones el Presidente-, y que los contagios rondarían arriba de las 800 mil personas, según diversos estudios, modelos matemáticos y análisis de la evolución de la pandemia en la población.

El fin de semana, diversos medios de comunicación difundieron los resultados del modelo SC-COSMO, desarrollado por el PADeCI, un grupo de investigadores del CIDE  en colaboración con expertos de la Universidad de Stanford en California, Estados Unidos, en el que se proyecta que el pico de contagios de COVID-19 en CDMX -con las medidas de prevención actuales- ocurriría el 21 de junio, y en consecuencia, sería más prolongada para otras regiones del país.

El modelo estimó que el distanciamiento social actual en Ciudad de México es de 44%; se proyectaron cuatro escenarios diferentes considerando el porcentaje estimado de distanciamiento social sobre un período específico de tiempo a partir del 30 de abril de 2020.

El que corresponde a las medidas tomadas por el gobierno federal –mantener el aislamiento hasta el próximo 31 de mayo-, el pico de la curva epidemiológica sucedería el 21 de junio de 2020 con 28 mil 757 casos nuevos confirmados ese día y el número total de casos confirmados acumulados al final de la proyección serían de 680 mil 008. De mantenerse una tasa de fatalidad del 10 por cada cien, la proyección de fallecimientos sería de 68 mil personas.

Si el gobierno decide ampliar el periodo de asilamiento, digamos un mes más, entonces el resultado es diferente. Para el escenario en que el distanciamiento social termina el 30 de junio, el pico de la curva epidemiológica sucedería el 17 de julio de 2020 con 14 mil 815 casos nuevos confirmados ese día y el número total de casos confirmados acumulados al final de la proyección serían de 626 mil 390. Para entonces, la población enfrentará problemas muy serios de abasto y de ingreso.

Los contagios también arrojan cifras contrastantes. Este sábado, el periodista Juan Pablo-Becerra Acosta, saca a la luz pública las proyecciones de las autoridades de salud que en poco coinciden con las que se dan a conocer cada noche.

Hasta el viernes había en México 31 mil 522 casos confirmados de Covid-19, y 3 mil 160 muertos, según el gobierno federal. Por cada caso confirmado, hay al menos, 23.11 casos adicionales estimados, o un máximo de 25.52 casos adicionales estimados y no 8.2 como se estimó inicialmente. La fuente es la propia Secretaría de Salud a través del modelo Centinela que el gobierno ha dejado en desuso en esta tercera fase de la pandemia.

De ahí se desprende, explica, que en México habría un estimado de al menos 728 mil personas contagiadas (23.11 casos adicionales estimados por cada uno de los 31,522 casos confirmados), pero la cifra podría elevarse hasta más de 804 mil infectados (25.52 casos adicionales estimados por cada caso confirmado).

¿Dónde radica el problema y las serias dudas sobre el futuro de la pandemia?  Estos datos disponibles tienen casi un mes de retraso: estamos a 9 de mayo –fecha de publicación del artículo- y las cifras más recientes llegan hasta el 12 de abril. Entonces, ¿Quién va a ser el valiente que determine mandar a niños y maestros a las aulas? ¿Y obreros a las fábricas? ¿Quién va a ordenar abrir restaurantes, comercios, playas, todo, si no sabemos la magnitud del contagio si las estimaciones son de hace un mes?, cuestiona.

El Presidente López Obrador ha replicado el cuento de Pedro y el lobo al anunciar una y otra vez el pico de la pandemia, y al mismo tiempo, el momento en que se levantarán las medidas de aislamiento.

Hasta ahora no se ha cumplido ninguna de ellas; la cuarentena no se levantó en abril, tampoco llegamos al punto más álgido el 8 de mayo –ahora extendido hasta el próximo día 20- y es materialmente imposible que las clases se reanuden el 18 de mayo, el primero de junio o cualquiera de las fechas que ha dado el gobierno. Por lo pronto, el gobierno de Jalisco ya anunció que no habrá regreso a clases y que el ciclo escolar concluirá con educación en línea y la televisión.

Los mexicanos estamos urgidos de conocer la verdad, no para saciar la curiosidad sino para retomar nuestras actividades. López Obrador insiste en que se retomará la vida ordinaria en junio, sin embargo, también advierte que empecemos a echar mano del ahorro y los medios a nuestro alcance. ¿Entonces?

Las del estribo…

  1. La ponencia que se presentará en la Suprema Corte sobre la “Ley Bonilla”, no sólo acredita su inconstitucionalidad, sino los agravios que se cometen en contra del sistema democrático de ese estado. De aprobarse mañana la iniciativa de Morena para proteger al gobernador de la revocación de mandato y cambiar las reglas del juego en el 2021, también terminará en la Corte y seguirá el mismo camino que Baja California. No aprenden.
  2. Coatzacoalcos, otra vez Coatzacoalcos. A la indignación y el olvido de la tragedia de Caballo Blanco –donde el gobierno apuesta a la resignación de las víctimas-, se suma ahora otro violento ataque al hotel Revolución donde asesinaron a dos personas que trabajaban como DJ. Mientras, en Palacio están entretenidos en cambiar la ley, en ratificar a la Fiscal y en repartir despensas.