Para Paulo César Soler Gómez, catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV), cuidar la salud mental durante la pandemia de Covid-19 y mantenerse en resguardo domiciliario no es sinónimo de aislamiento social pues si lo hacemos corremos más riesgo, por ello es importante mantener la convivencia dentro de casa, así como utilizar la tecnología para mantener la comunicación con otras personas.
El profesor universitario, que tiene a su cargo la Unidad de Servicios Psicológicos en Salud en la Facultad, recomendó también mantener en lo posible actividades recreativas independientemente del trabajo remoto que se realice para cumplir con la responsabilidad laboral, así como establecer espacios de privacidad “porque nos permite resguardarnos de lo que estamos percibiendo como muy invasivo, como es la violencia contra mis derechos a salir, aunque hoy en día no se puede ni de se debe, pero la privacidad es un espacio de individualidad”.
Luego de mencionar algunas de las medidas que se deben adoptar para salvaguardar la salud mental durante la contingencia sanitaria ocasionada por el coronavirus, Soler Gómez definió que “la salud mental es un estado en el cual los sujetos pueden experimentar libertad, la que en estos momentos se ve un poco truncada por no sentirnos tan libres como quisiéramos”.
Otros elementos que también se ven vulnerados, dijo, son la capacidad de relacionarse con otras personas más; la creatividad a través de las actividades cotidianas que en la actualidad no se realizan, y la autonomía. “En este sentido estamos ante mucha incertidumbre y muchas expectativas para ejercer nuestra autonomía”.
Reiteró la importancia de mantener las relaciones amigables y constructivas a través de la distancia (Internet y redes sociales) con el propósito de no aislarse de todo, y no sobreexponerse a la información, sobre todo a la falsa o que no tenga sustento científico porque se convierten en fuentes que lejos de ayudar confunden y angustian.
“Estar en casa por tiempos prolongados, como el actual, puede dar paso al surgimiento de la angustia de estar en riesgo de contraer la enfermedad, caer en insomnio, en crisis de ansiedad o estados depresivos, por lo que para cualquiera de estas manifestaciones es importante establecer canales de comunicación con personas que apreciamos y queremos”, concluyó el catedrático.
UV/José Luis Couttolenc