Me dirijo a ustedes esperando que algunos hayan podido lograr la experiencia individual de al menos 12 horas de Ayuno Informático, y –quizá las 24 horas, que es el ciclo que nos permite salir del shock en que la Red y los medios de televisión, radio y prensa nos tiene sumidos.
Aunque sé que este mensaje corre el riesgo de ser uno más de esta fragmentación que significa la Red Interactiva (que sólo lo es aparentemente), me interesa compartir con todos la experiencia personal del Ayuno Informático.
Una vez que pude salir del pavor de estar sujeto a esta atención tan despiadada que nos impone la Red y los medios, he podido tener progresiva claridad para situarme en este contexto de disolución de la conciencia que se ha puesto planetariamente en práctica.
Una vez que la primera experiencia de silencio termina avanzamos un poco. Les pongo ejemplos: independientemente del intercambio tan intenso de mensajes, videos, chats, etc. entre la población mundial, los buscadores o servidores (yahoo, hotmail, gmail, etc). bombardean con noticias (hoy escuche un slogan: la noticia es nuestra pasión) donde se narra: “El primer gobernador mexicano que da positivo”. O “El Primer Ministro Inglés declara: está por venir lo peor”. O el Presidente español: “Vienen días muy oscuros”. O “Guarde la calma. No haga caso a rumores. Escuche la voz de la autoridad”.
Cuando uno después del retiro o Ayuno Informático ha serenado su mente, sus emociones toman un cauce natural, que siempre es armónico y positivo, pues nuestro cuerpo y nuestra mente son espontáneamente de agradecimiento, todos lo tenemos como fundamento espiritual en nuestras tradiciones culturales.
Quiero insistirles el por qué es importante el Ayuno Informático, progresivo e intensificado.
Está en relación a los descubrimientos que son aceptados ya por el sentido común planetario que refiere la Física Teórica, donde el cuantum es el concepto central.
Para explicar el cuantum voy a citar el suceso que se vivió en México en 2017 con el terremoto del 19 de septiembre, el mismo día del terremoto de 1985.
Mogens Bladt, investigador del Departamento de Probabilidad y Estadística de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo respecto al terremoto del 19 de septiembre (2017) -280 víctimas mortales-: que la probabilidad para que un terremoto (7.1 grados el reciente, 8.1, el de 1985) tuviera lugar en la misma fecha (32 años después) es de:
q=1-(1-p)´n, donde “n” es el número de años transcurridos.
Como 32 años son 11.687 días y en ese periodo solo cinco terremotos habían dejado al menos daños materiales en la capital mexicana –fallecidos solo había provocado el de 1985 (10 mil), la probabilidad es de:
1-(1-5/11.687)¨´32=0,0136=1,36%.
O lo que es lo mismo: había una posibilidad de 1 entre 74 de que, otra vez en 19 de septiembre, se produjese un sismo que dejase, al menos daños materiales. Para ponerlo en contexto, es una probabilidad muy similar a que saliese el mismo color “seis veces consecutivas en el juego de la ruleta”.
El investigador Bladt comenta: No es una probabilidad tan pequeña, quizá mucho menos de lo que muchos habrían esperado.
Una de las más terribles paradojas del 19 de septiembre de 2017 es que apenas dos horas con 14 minutos antes o sea las 11.14, ya que el sismo se registró a las 13.14, había tenido lugar el simulacro con el que cada año se conmemora el terremoto de 1985.
(Nota de Ignacio Fariza. El País. 23 de septiembre 2017).
Como se ha hecho desde hace algunos años, cada vez son más organizados los simulacros del temblor…y ese 19 de septiembre a manera de conmemoración millones de personas realizaron un simulacro, no solamente pensando en un terremoto sino actuando como si lo estuvieran viviendo.
Un pensamiento y acción masiva que pudo ser factor para que se inclinará la balanza cuántica y produjese un acontecimiento tan planetario.
La lectura sintérgica (síntesis-energía) de los sismos está aún por empezar, lo que hay es un registro, y una teoría de las placas tectónicas, pero falta indagar en mensajes que ya se están escribiendo en la pizarra científica con ese lenguaje que para la mayoría es no solamente una dificultad sino un enigma.
La teoría de la física cuántica plantea que la propia observación crea la realidad física observada. Que la observación de un objeto puede influir instantáneamente en el comportamiento de otro objeto muy distante, sin que estén conectados por ninguna fuerza física. Que la observación misma de la posición de un objeto causa su presencia ahí. Que cada partícula es lo que es porque todas las demás partículas existen a su vez. Que la materia puede convertir su masa en radiación y transformarse en energía pura, incorpórea. Que todas las mentes son parte de un sistema único.
El Segundo Terremoto del 19 de septiembre de la ciudad de México de 2017, es la primera experiencia de creación de la experiencia colectiva sísmica en el mundo.
Vean el poder de la conciencia que desplegamos…y ahora todos están desplegando su fuerza no para adiestrarse en un terremoto sísmico sino en un terremoto de morbilidad.
Si nos dejamos llevar por la percepción del Otro como un infectado y potencialmente infectador estamos creando la enfermedad.
Los dueños de los medios digitales y de comunicación están creando la enfermedad como la nueva modalidad de dominio planetario.
Y el proceso para que la humanidad expropie la Red Digital y los medios de comunicación pasa por la práctica del Ascetismo Informático.
El objetivo es construir un poder humano que pueda regular e incluso suspender la Red.
Imaginen ustedes el desplome de las acciones bursátiles de los consorcios digitales si se realizan acuerdos colectivos de aplicar el Ayuno Informático.
Trascender la III Guerra Mundial pasa por una revolución de la conciencia y la Red es la nueva propiedad privada que manifiesta la apropiación de la percepción y la generación del conocimiento. Los cerebros están unidos electromagnéticamente pero no espiritualmente.
Y aunque la Red sirve para difundir esos mensajes que llamamos de la Luz, su contexto es la Oscuridad que crea el miedo.
Las pandemias y las que siguen después de más de un siglo de medicina y sanitariedad industriales no se vencerán con la destrucción de la solidaridad y el aislamiento.
Deben tener claro que el Ayuno informático es la técnica para fortalecer su sistema inmunológico.
Cuando les digo que ha iniciado la Tercera Guerra Mundial es porque debemos partir de un estado de conciencia que nos haga percibir a todos por igual que ahora no es necesario que nos llamen a nosotros o a nuestros hijos a las estaciones de reclutamiento y nos den un uniforme y un arma.
No es así porque no tenemos –como antes fue en la primera y segunda guerras- un cuerpo que destruir porque tampoco podemos defendernos de otro cuerpo.
El resumen es así:
En 1945 termina la Segunda Guerra Mundial con dos acciones militares globales: la entrada de los ejércitos aliados a Berlín y el arrojo de dos bombas nucleares en dos ciudades japonesas. Para los teóricos de la guerra termina la Guerrra Total y comienza la Guerra Imposible que engendra, simultáneamente, a la Guerra Fría.
Ahora ningún país llamaría a sus ciudadanos a la guerra porque no es necesario, en primer lugar, el uniforme. Todos estamos uniformados. Percibimos lo mismo, nos emocionamos con lo mismo, sentimos lo mismo, pensamos lo mismo: estamos en Red Cibernética.
La Pandemia es el gran laboratorio del futuro para el Poder que busca eternizarse en el dominio de la tierra. ¿Quiénes son? Los que saben les nombran el Poder Financiero y tienen el mismo lugar de quienes iniciaron, sostuvieron y protagonizaron desde sus escritorios y residencias, las dos primeras guerras mundiales: los fabricantes de armas.
La Guerra Fría terminó formalmente con la caída del Muro de Berlín y el desmantelamiento del Poder Soviético (que inició Gorvachov y terminó Putin). Es entonces que se integra completamente una franja global de Poderosos (capitalistas y dueños del mundo) que está vinculada más allá de las fronteras nacionales, donde el Poder Militar se ha desplazado de los generales a los expertos y tecnócratas.
El lugar del cuerpo en la Tercera Guerra Mundial es radicalmente Otro que el cuerpo de la dos anteriores guerras donde se trataba de destruir los cuerpos de los otros y el cautiverio de esclavos para la maquinaria de la guerra y la competencia industrial.
La Tercera Guerra Mundial ya no requiere destruir otros cuerpos –al menos masivamente-; no requiere campos de concentración ni de trabajo esclavo (y exterminio). Ahora los dueños del mundo tienen al planeta entero como prisión. Ya no necesitan esclavos físicos sino consumidores y esclavos mentales.
La Tercera Guerra Mundial se va a librar en el terreno de la conciencia y la pandemia es la primera batalla global. El manifiesto de los Poderosos está expuesto a cada segundo en sus emisiones y los ciudadanos del planeta acatan hasta el extremo de lo que se ha revelado en China, donde la Red es el instrumento primordial de control social.
Las naciones que protagonizaron de las dos anteriores guerras se resistieron a informar de las realidades que se vivieron durante mucho tiempo. Las atrocidades contadas según las múltiples narraciones que permearon todo el medio siglo pasado no fueron informadas en su momento.
La relación entre Información y Sociedad era diametralmente opuesta a la que priva en la actualidad. Estaba el ocultamiento de la información como atmósfera de todas las partes (el secreto conspirativo que caracterizó a la Guerra Fría). Ahora la Información es el primer plano de esa guerra y lo que sucede con los cuerpos reales es el segundo plano. Han trocado sus papeles el cuerpo y la información. No es necesaria la guerra militar porque la información está escindiendo los cuerpos: no se cortan con el hacha de la metralla sino con la hoja fosfórica de la pantalla.
La contabilidad que se está haciendo minuto a minuto de enfermos y muertos son los primeros partes militares de esta nueva guerra. El análisis de las causas de estas muertes llevarán natuaralmente a comprender que es el Imperio del Capital el que está provocando y va a provocar más catástrofes.
Lo importante ahora es lograr entre nosotros el silencio necesario para tener claridad y poder aconsejar a nuestros seres queridos.
Un paso siguiente, una vez conseguido el Ayuno Informático individual y familiarmente, es incorporar otros elementos a nuestra práctica ascética informática. Si logramos el Ayuno Informático individual, familiar y compartido (primero de 12 y luego de 24 horas) podemos empezar a invitar a nuestros demás familiares y amigos íntimos a empezar a formar comunidades de silencio.
Una vez que logremos estos pasos podemos avanzar en no utilizar las redes sino en algunas horas del día o la noche, no todo el tiempo.