Si en verso te he de cantar,
soy un pájaro cantor;
el jarocho trovador
que sabe sufrir y amar
nunca ha sabido llorar
y a cada son más se crece,
y trovando le amanece
a la flor que baña el río
enlazándola, amor mío,
qué tardecito anochece.
(Guillermo Cházaro Lagos)
El pasado 18 de marzo se cumplió una década del fallecimiento de don Guillermo Cházaro Lagos, un personaje determinante en la cultura sotaventina, a la que dedicó buena parte de su vida. Nació en la ex Hacienda de Corral Nuevo, municipio de Acayucan, Veracruz, el 31 de agosto de 1919. Cuando terminó la secundaria se trasladó al Distrito Federal para estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria, que estaba ubicada en el Colegio de San Ildelfonso. Posteriormente ingresó a la Facultad de Derecho de la UNAM, de la que se graduó como Licenciado en Derecho en 1951.
Difundió la décima cuenqueña como invitado a diversos festivales y encuentros, acompañado en muchas ocasiones por el Grupo Siquisirí, otras veces por la arpista Adriana Cao y varias más por el arpista Rubén Vázquez, por mencionar algunos. Como poeta, recorrió todo el estado de Veracruz, otros estados de la República Mexicana y algunos países como Venezuela, Canadá, Estados Unidos, Panamá y Cuba, en donde se convirtió en el primer mexicano en recibir la medalla El Cucalambé, otorgada por la Casa Iberoamericana de la Décima de las Tunas.
Tuvo una intensa labor editorial, a su nombre publicó Canto nuevo (1941), Segundo ritmo (1942), Décimas jarochas (1968), Cantos del Papaloapan (1974), Como la palma del llano (1991). Sus décimas fueron incluidas en las antologías Viva la cuenca y sus trovadores de Sotavento (1988), La décima sotaventina (1998) y algunas más. En 2018, a manera de homenaje póstumo se publicó Roble Florido, una antología que recoge parte de su obra.
Entre su discografía se encuentran Cantos del Papaloapan (1975), en donde es acompañado por el arpista Rubén Vázquez; Trovas del Sotavento (2002), una selección del anterior; Décimas (2006), acompañado por el Grupo Siquisirí, y Décimas y romances del Papaloapan (2005), acompañado por el grupo Tlen Huicani. Además grabó un gran acervo sonoro como integrante del Grupo Siquisirí: Grupo Siquisirí (1986), ¡Viva la Cuenca! (1990), Sones jarochos y versada (1994), Siquisirí (1999) y Siquisirí Vol. II, Homenaje (2002). Aparece como invitado en Antología: 50 años (1986), de Salvador El Negro Ojeda, así como en Encuentro de Jaraneros Vol. 2 (1987), Encuentro de Jaraneros Vol. 3 (1987), Encuentro de Jaraneros Vol. 4 (1987) y Encuentro de Jaraneros Vol.5 (1987).
También incursionó en el cine, aparece en los documentales Grandes de Tlacotalpan (2007), La décima más viva que nunca (2009), La tercera raíz: buscando el origen del son jarocho (2016), y otros. En 1985 creó el programa Viva la cuenca, que se transmitió a través de las radiodifusoras XEFU y XEQO. La voz de la cuenca del Papaloapan.
Recibió varios homenajes, preseas y reconocimientos por su labor como uno de los principales difusores de la décima y el son jarocho a nivel nacional e internacional. Destacan el homenaje realizado por el IEV en 1988 durante el Festival Afrocaribeño, y la medalla Guillermo Cházaro Lagos, instituida en el 2004 por el Gobierno del Estado de Veracruz para otorgarla a decimistas de amplia trayectoria.
A raíz de su muerte, acaecida en 2010, el nombre de su puebla natal se modificó, desde entonces se llama Corral Nuevo de Guillermo Cházaro Lagos, Veracruz, en donde actualmente se lleva a cabo el Encuentro de decimistas y jaraneros Guillermo Cházaro Lagos. También se llevan a cabo el Encuentro de Jaraneros, Decimeros e improvisadores orales Guillermo Cházaro Lagos en las Fiestas de la Candelaria de Tlacotalpan, Veracruz, y el Festival de la Décima Guillermo Cházaro Lagos en la Ciudad de México, que está a cargo de la organización Que siga el fandango.
A diez años de su partida, don Guillermo Cházaro Lagos sigue vivo en la memoria de la cultura jarocha.
Soy jarocho de sabana
que a los tiros me enardezco,
y en el fandango amanezco
al compás de la jarana,
y con la trova galana
voy enhebrando tu amor
sabiendo que eres primor,
jarocha llena de brío,
que siendo del mismo río
no te rindes al calor.
(Guillermo Cházaro Lagos)
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