Como comenté ayer, el percusionista Ricardo Cortez es cofundador de la banda K de Funk, en la entrega de hoy nos habla sobre su trayectoria y la formación de la banda.
«Yo soy de Orizaba, Veracruz, de hecho ando por aquí, resguardado en un rancho (risas). Mi papá es guitarrista, tocó en Xalapa, hace ya muchos años, en un grupo que se llamaba Los Cinco Soles. Es muy amigo de Monchi —Filemón Arcos, integrante de los Joao—, estuvieron en México y también fueron compañeros allá. Luego se regresó a Orizaba y formó un grupo de fiestas; empezamos a tocar con él mi hermana, mi hermano y yo cuando yo tenía ocho años. Ahí empecé con la batería, tocábamos en bodas, quince años, todo ese tipo de fiestas.
«Después me fui a Xalapa y participé en varios proyectos de allá, estuve en bandas de covers de rock, participé en algunas presentaciones con Los Jugosos Dividendos y entré al Ensamble de Percusiones de Xalapa que dirige René Pérez Casas, él fue mi maestro. Estuve ahí cinco años, ensayábamos todos los días de ocho de la mañana a una o dos de la tarde; tuvimos muchas presentaciones, fuimos de gira a Europa, tocamos en Francia, en Holanda, en muchos lados. Esa fue mi formación académica, ahí aprendí a leer y a tocar otros instrumentos además de la batería.
«Cuando surgió lo de la violencia en Xalapa, se cayó todo el trabajo y se complicó la situación; un amigo mío que vive en la Ciudad de México me dijo ¿qué haces allá?, está de la fregada, vente para acá. Me fui, me recibió en su casa y estuve viviendo con él y con Mon Laferte durante casi diez meses. Después se fueron mi esposa y mi hijo, y ya llevamos diez años viviendo allá.
«Allá empecé a relacionarme y a tocar con grandes músicos. El amigo que me recibió en su casa se llama César Ceja, es un productor musical bastante reconocido actualmente en México, con él inicié el proyecto K de Funk. Los temas son de él y míos, pero no los hicimos con la intención de que sonora a un estilo específico, más bien nos juntábamos y lo que sacara la cuchara. Nos poníamos a trabajar, grabábamos todo en un clip para que quedara en un mismo tempo, cuando terminábamos, yo me quedaba en la computadora a trabajar las partes, a cortar y editar. Decía mira, aquí queda el tema; en este cambio de armonía que hicimos, hagamos la parte B, y en esta parte hagamos los solos. Cuando quedaba la estructura del tema, grababa la batería para tener una maqueta mucho más en forma; después invitábamos a los amigos y les decíamos grábate el bajo, grábate la guitarra. Y ya después hicimos la grabación formal del disco.
«Entre la gente que colaboró con nosotros está Alfredo Pino, Félix Betancourt, Eugenio Dinza, Iván Barrera, Lari Ruiz Velasco, guitarrista excelente; su hermano Fer Ruvel, Pepe Morán, un montón de gente que colaboró con nosotros sin ningún otro interés que el proyecto se lograra. Miguelito Cruz no grabó pero es parte de la banda, ha tocado con nosotros en las presentaciones.
«El disco salió el 29 de agosto de agosto del año pasado y empezamos a tocar puertas y conseguimos algunos foros para presentarlo: en Xalapa, hicimos una presentación en Cauz; y lo presentamos en Puebla y en México. Por la chamba, paramos un tiempo, este año no hemos podido darle seguimiento por la contingencia, pero espero que saliendo de esto retomemos las presentaciones, en Xalapa y en Puebla nos fue muy bien, entonces quedaron abiertas las puertas y queremos retomar todo eso.
«El disco se llama Tómalo con calma, la forma de distribuirlo es con unas tarjetas que están hechas a base de semillas y tienen un código de descarga, eso gustó mucho porque la gente ya no quiere que se genere más plástico. Los interesados pueden escribirnos a Instagram o a Facebook y nosotros les mandamos la tarjeta o el código de descarga».
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