Científicos adscritos al Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) de la Universidad Veracruzana (UV) publicaron un artículo en la revista Medical Hypothesesen el que proponen el uso de un compuesto económico y disponible en México para atender los síntomas de la enfermedad ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, el Covid-19. 

Gonzalo Emiliano Aranda Abreu, uno de los autores, expresó en entrevista para Universo que “el Covid-19 es un virus que llegó para quedarse, no se va a eliminar y el ser humano, como especie, tiene que aprender a convivir con él; tenemos que aprender a convivir, a protegernos y a evitarlo. Esperamos que en un futuro exista una vacuna, pero el Covid-19 y los coronavirus no desaparecerán, menos este tipo de virus porque son de fácil mutación. 

Es por ello que, dejando por un momento su principal línea de investigación: la expresión del ARN y proteínas involucradas en la enfermedad de Alzheimer, se dedicó con otros miembros del Cice a canalizar esfuerzos para contribuir a reducir los efectos de la pandemia. 

Su colaboración con los investigadores María Elena Hernández AguilarDeissy Herrera Covarrubias y Fausto Rojas Durán, dio como resultado el artículo mencionado, que desarrollaron por medio de plataformas virtuales. 

Todo este trabajo se origina por la necesidad surgida a partir de la pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y su enfermedad, pues no existe un medicamento o vacuna que pueda ayudar a prevenirla ni evitar su padecimiento”, advirtió el académico. 

La amantadina es un medicamento que se ha utilizado para atenuar los efectos de la influenza tipo A, pero la hipótesis que planteamos en el artículo es que podría ayudar a prevenir el efecto sobre el coronavirus, evitando que éste pueda entregar todo su contenido molecular hacia el interior de la célula, bloqueando un canal explícito, que está en el artículo y se conoce como canal iónico de estructura E, una proteína de membrana”, explicó. 

Con base en el análisis realizado, observaron que la amantadina podría entrar a este canal y evitar que todo el contenido del virus ingrese a la célula con el propósito de replicarse; es decir, que podría atenuar estos efectos, tal como lo hace con la influenza. 

Además de los beneficios potenciales, la amantadina es un fármaco antiviral muy económico, subrayó el científico, porque se ha hablado de los medicamentos que se están ocupando como la cloroquina, que al parecer en Francia tuvéxito; la cloroquina también se puede unir a este canal de estructura E, es decir que tanto la amantadina como la cloroquina podrían atenuar los efectos de la enfermedad del Covid-19. 

De la amantadina destaca su potencial para bloquear este canal iónico de acceso, lo que dificulta el traslado de la información genética del virus hacia las células. 

El gran problema que enfrentamos con el coronavirus SARS-CoV-2 es que no sólo es rápida su propagación, sino que tiene la capacidad de mutar, esto lo hace muy difícil de tratar”, recalcó el entrevistado. 

Su alcance de contagio a nivel mundial y la emergencia de síntomas de forma continua muestran que es más poderoso que otros virus como el de la influenza H1N1, el ndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS, por sus siglas en inglés) y el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés). 

Aranda Abreu explicó: “Nosotros planteamos la hipótesis y se requiere que la comunidad médica realice ensayos clínicos para confirmar si la amantadina atenúa los efectos en las personas con coronavirus; esto requiere que los médicos tomen la iniciativa para probarla dado que nosotros no somos médicos, podemos hacer cultivos celulares, podemos hacerlo en animales pero tenemos una gran ventaja: como es un medicamento que está aprobado se pueden hacer directamente los ensayos clínicos”. 

Al ser un fármaco aprobado para consumo humano hay un considerable ahorro en el proceso que llevaría su utilización, “básicamente lo que se tiene que hacer ahora es ganarle al tiempo y a la velocidad de propagación del virus”, remarcó Aranda Abreu. 

Precisó que una vacuna tarda en desarrollarse y probarse entre 12 y 18 meses, a lo que se suma el tiempo que llevará distribuirse a nivel global. 

Partimos de la necesidad de aportar al conocimiento para ayudar a todos los afectados y porque en algún momento estaremos expuestos al virus, buscamos atenuar los efectos de la enfermedad en las personas”, dijo. 

“En algún momento vamos a estar en contacto con el coronavirus y tenemos que estar preparados para ello, qué mejor que tener diferentes tipos de armas para combatirlo”, puntualizó Aranda Abreu, quien pertenece al cuerpo académico (CA) Neuroquímica del Cice. 

Recordó que enfocaron sus esfuerzos en trabajar sobre la amantadina y hacer los estudios moleculares teóricos, dado que hay revistas que aceptan artículos teóricos como la publicación Medical Hypothesesya que su característica es que da a conocer estudios hipotéticos que pueden ser aplicados. 

El trabajo consistió en el uso de software para observar la interacción molecular, “con plataformas como CLC bio y PyMOL, que sirven para modelar cómo la amantadina puede interactuar con la proteína del canal iónico, esto nos ayuda a determinar cómo están interactuando las moléculas y posiblemente cómo podría ser su acción. 

Los modelos que surgen mediante el uso de tales plataformas provienen de estudios llevados a cabo con resonancia magnética nuclear y sirven como base para la elaboración de las hipótesis. 

Como investigadores tenemos el compromiso de informar a la comunidad científica y a la población, debemos contribuir a que la pandemia no se propague rápidamente y brindar alternativas a los médicos para que se puedan hacer ensayos, que se pueda ayudar a la comunidad científica para que se ayude a mitigar los efectos de la enfermedad, como se establece desde el título mismo del artículo. 

Detalló que al día de hoy 90 grupos de científicos alrededor del mundo están trabajando en el desarrollo de una vacuna y en la Uestamos comprometidos a difundir este conocimiento a la comunidad, como integrantes del Centro de Investigaciones Cerebrales. 

Esta colaboración con investigadores de diversas partes del mundo se realiza a través de plataformas digitales de manera habitual, lo curioso, observó el académico, es que ahora también se está haciendo a nivel local para evitar los contagios. 

Respecto al artículo, Aranda Abreu consideró que “sería muy importante para nosotros que los médicos lo tomaran en cuenta y llevaran a cabo ensayos clínicos para confirmar si realmente la amantadina ayuda a las personas enfermas con Covid-19 a manifestar menos síntomas o atenuarlos”. 

El académico refirió que el personal médico interesado en el artículo lo puede contactar a su correo institucional: garanda@nulluv.mx. 

UV/David Sandoval

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