Mario Caba Vinagre y José Enrique Meza Alvarado, coordinador e investigador del Centro de Investigaciones Biomédicas, respectivamente, de la Universidad Veracruzana (UV), coincidieron en que el Covid-19 ha ocasionado en las personas una cronodisrupción, es decir, una alteración del reloj biológico. 

Los investigadores dictaron la conferencia “Efecto de la cuarentena en mi reloj biológico”, en el marco del programa “Tardes de ciencia”, organizado por la Dirección General de Investigaciones de esta casa de estudios, que busca acercar la ciencia a la comunidad universitaria y público interesado con charlas impartidas a través de plataformas digitales. 

Mario Caba mencionó que los periodos de luz y oscuridad que tiene la Tierra que duran 12 horas cada uno impactan directamente en los organismos que la habitan, de ahí que algunos sean diurnos y otros nocturnos. Los seres humanos somos diurnos porque realizamos nuestras actividades en el día y en la noche dormimos. 

“Si pudiéramos ver al interior de nuestra fisiología, nos daríamos cuenta de que todo cambia durante el día y la noche. Por ejemplo, la hormona cortisol se eleva en las mañanas y disminuye a lo largo del día; por el contrario, la hormona melatonina se secreta únicamente de noche y disminuye en la madrugada. 

”Este proceso es importante porque el cortisol toma del hígado la energía para que iniciemos nuestras actividades antes de ingerir alimentos, y la melatonina por las noches suple la función del sol.” 

Explicó que todas las actividades que realizamos durante el día y la noche son marcadas por un reloj biológico que está localizado en el cerebro, mismo que recibe la información a través de los nervios que vienen de la retina; a esto se le llaman ritmos circadianos. El reloj biológico tiene un ritmo de aproximadamente 24 horas. 

“Cuando todo nuestro cuerpo funciona bien es porque estamos sincronizados por el sol; es decir, nuestro reloj biológico y todos nuestros órganos están sincronizados, funcionan en orden y a la hora correcta.” 

Pero, ¿qué pasa cuando existe un distractor de nuestro núcleo? Mario Caba dijo que se provoca una desincronización total, los órganos tienen horas diferentes para trabajar, a esto se le conoce como cronodisrupción. 

¿Qué consecuencias puede tener la cronodisrupción en nuestro organismo? Estudios epidemiológicos han demostrado que las personas que se exponen a la luz de las computadoras, de los juguetes electrónicos, teléfonos móviles o cualquier luz artificial, presentan una supresión de la hormona melatonina, lo que ocasiona una serie de problemas: mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama o de próstata, obesidad o diabetes, disrupción total del sueño que produce una fatiga y problemas emocionales como la depresión. 

Enrique Meza dijo que esta cronodisrupción la experimentan muchas familias durante este periodo de distanciamiento social, debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19. 

Para evitar tener efectos negativos en el organismo, recomendó a las personas tener horarios y actividades bien establecidos, de lo contrario estarán propensas a estcronodisrupciónla cual –como ya se ha dicho– es factor de riesgo para desarrollar diabetes, cáncer, depresión, trastornos socioafectivos, trastornos del sueño, ulceras y envejecimiento prematuro. 

Mencionó que algunos sincronizadores de la cronología en los seres vivos, específicamente en los humanos, son la luz solar, el ejercicio físico, las horas de alimentación y la socialización. Así que la recomendación es evitar la luz azul durante la noche. 

Partiendo de lo anterior, ¿qué podemos hacer durante la cuarentena? Enrique Meza aconsejó: que la habitación tenga iluminación por la mañana y oscuridad completa por la noche, para tener un sueño reparador; evitar el uso de dispositivos electrónicos durante la noche, ya que generan una activación cerebral que limitará las horas de sueño; mantener la disciplina en los horarios y actividades cotidianos; reducir el consumo de los alimentos altos en energía durante la noche, y tener un horario para las actividades recreativas. 

“El mensaje final es que nosotros dependemos de la luz del sol para sincronizarnos, esto debe ser durante el día y no por la noche; si lo hacemos tendremos una salud física y mental, sobre todo tendremos un reloj circadiano feliz y sincronizado a todo el cuerpo”, subrayó Mario Caba. 

UV/Paola Cortés

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