El país entrará a la fase 3 de la pandemia del coronavirus en medio del inminente colapso de sus instituciones de salud pública; ayer algunos medios de información aseguraban que este jueves se decretará el inicio de la siguiente fase, casi al mismo tiempo que los médicos de la clínica del Seguro Social en el puerto de Veracruz lanzaban una sentencia preocupante: “no estamos capacitados para atender casos graves de Covid-19”.

El reclamo sólo aviva la polémica causada luego de la denuncia hecha por el actor Eugenio Derbez, quien en un video subido a redes sociales da lectura a un escrito de un médico en retiro de una clínica del IMSS en Tijuana. En su mensaje, se acusa que el personal no tiene el equipo de protección necesario y que muchos de ellos estaban adquiriendo la enfermedad debido a que no contaban con protocolos ni el hospital estaba preparado para atender y confinar a pacientes graves. “Los médicos están cayendo como moscas”, confirmó el Gobernador un día después.

En respuesta, el Presidente López Obrador respondió que los “conservadores” estaban utilizando a figuras públicas –ya antes lo habían criticado Javier ‘Chicharito´ Hernández y Thalía- para golpear a su gobierno, sin embargo, nunca dio respuesta a las demandas de miles de doctores que han tenido que salir a las calles en demanda de insumos y equipos para su protección y la atención de los pacientes.

En medio de la pandemia, el mandatario dijo esta semana que tiene lista la iniciativa de reforma para adelantar la consulta de revocación de mandato; lo que no están listos son los hospitales.

Ayer por la mañana, médicos del IMSS en el puerto de Veracruz tomaron las calles en demanda de lo mismo: equipo, material y la atención para casi medio centenar de médicos, enfermeras y personal que están en calidad de sospechosos, luego de que se confirmara el contagio de al menos 3 galenos. Reconocieron que no tienen la capacitación adecuada para tratar a los pacientes que sufren complicaciones a causa del Covid-19, lo que pone en riesgo la vida del paciente y aumenta el riesgo de contagio del personal médico.

Esa fue una de las razones por las que las universidades del país, públicas y privadas, retiraron de a sus estudiantes y médicos internos de pre grado, ante el inminente riesgo que representaba su estancia en los hospitales. Si no había equipo para el personal, menos para quienes no tenían ningún un vínculo laboral.

Lo que dijeron los médicos del IMSS –la principal institución señalada de desabasto y falta de atención a su personal-, es lo mismo que piensan nueve de cada diez médicos en el país que están atendiendo directamente a pacientes contagiados de Covid-19 o al menos han tenido contacto con ellos.

Este miércoles, el portal de noticias Publímetro dio a conocer una encuesta en la que distintas organizaciones de estudiantes de medicina y de médicos residentes consideraron que las clínicas y hospitales donde trabajan, ni ellos mismos, están preparadas para hacer frente a la pandemia de Covid-19 en México.

La encuesta ‘Médicos en formación expuestos al Covid-19’, arrojó que respecto a la capacitación para atender esta emergencia, 67 por ciento de los médicos respondieron haber recibido alguna capacitación en protocolos de cuidado. Cuatro de cada diez en materia de protección del personal y atención de pacientes con el virus; 16 por ciento respecto al aislamiento de pacientes y 9 por ciento se capacitó en protocolos de traslado.

Otro resultado destacado, señala la publicación, es que 53 por ciento trabaja en centros de la Secretaria de Salud, 33 por ciento en el IMSS, 8 por ciento en el ISSSTE y el 7 por ciento restante están distribuidos en hospitales privados, de Pemex y otras agencias federales. De todos ellos, 39 por ciento aseguró haber brindado atención médica a pacientes con coronavirus.

De los médicos que laboran en unidades asignadas a la atención de pacientes con Covid-19, alrededor de 91 por ciento respondió no contar con el material de protección necesario. En orden, los principales insumos faltantes son mascarillas N95, googles, lentes protectores o caretas, batas desechables, cubrebocas y material de limpieza y desinfección, algo que se ha vuelto una constante en todo el país.

Además, 87 por ciento reportó falta de equipos o herramientas médicas necesarias para la atención de pacientes contagiados, como falta de áreas de aislamiento en las unidades médicas, falta de BVM con filtros HEPA y conector de oxígeno, oxímetros de pulso, oxigeno fijo y portátil, bolsas de desechos infectocontagiosos y termómetros.

Para el gobierno el problema no es el contagio del personal médico, la falta de capacitación y la escasez de material y equipo, sino la imprudencia de quienes se atreven a denunciarlo. Así entramos a la fase tres de la pandemia.

Las del estribo…

1. Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, debería estar agradecido de que el gobierno federal no le haya enviado nada de lo que les llegó de China para atender el Covid19. El material hace honor a la fama de los productos de aquél país. Por lo pronto, los gobernadores panistas ya devolvieron lo que parecen ser hojas de papel de china. Parece que ahora ellos nos han engañado “como a un mexicano”.

2. La Guía Bioética –de la que ya nos referimos en este espacio- pinta para convertirse en un serio conflicto en la relación médico-paciente y sus familias. Expertos han descalificado el criterio de privilegiar a los más jóvenes e incluso condicionar al azar la vida de una persona. Eso, en una sociedad como la nuestra, es una bomba de tiempo que estallará en el peor momento.