Dar prioridad a la atención de pacientes jóvenes graves por coronavirus COVID-19 sobre los adultos mayores es una decisión «inhumana» porque a muchos jóvenes les «vale madres» su salud y la de sus familiares, coincidieron adultos mayores que se dijeron en contra de los lineamientos del Gobierno federal para la atención de enfermos graves de coronavirus.
Adultos mayores que son amas de casa, trabajadores independientes y hasta empleados de dependencias ven con preocupación las medidas de darle prioridad a jóvenes en la atención con respiradores en hospitales del sector público, tal como ha ocurrido en otros países en donde la pandemia rebasó la infraestructura de salud.
Para Matilde, una ama de casa de 73 años de edad, lamenta que a pesar de los llamados de las autoridades haya quienes no se preocupan por su salud y se expongan al contagio así como a sus familiares.
«Los jóvenes andan del tingo al tango, a ellos les vale madres entonces no se vale que digan que ya vivimos y que por eso nos puede cargar Pifas».
Dice que mientras ella cumplirá en pocos días un mes desde su confinamiento hay personas que siguen saliendo con la idea de que si se enferman «les tocará un respirador».
«Llevo un mes encerrada y seguiré encerrada lo que dure la contingencia y los jóvenes andan de aquí para allá, en ese escenario no se vale».
Consideró que la medida del Gobierno federal significa que abandonará a los adultos mayores graves y que desde su punto de vista es necesario primero tener mayor información para tomar decisiones, como la forma en que fueron contagiados.
«Es como abandonarnos, si yo estoy encerrada y ellos salen no es justo, no se vale, ahí sí que no estoy de acuerdo porque yo me estoy cuidado y ellos andan como si nada. Pienso que deben ver dónde se contagiaron».
Matilde dice que la medida dada a conocer por el sector salud federal le causa temor porque significa que quienes no tengan dinero para acudir a hospitales privados corren el riesgo de ser abandonados a morir.
«De por sí estamos expuestos por diversas enfermedades y causa temor, sí da miedo; yo no quiero morir cremada y yo no estoy de acuerdo. Yo sí tengo miedo y con las personas de mi edad que he platicado también tienen miedo por la forma en la que mueren, de no poder respirar. Me deprimo a ratos, pero si van a elegir así no me parece justo. Si tienes los recursos vas a un hospital privado, pero si no se tienen nos va a cargar Pifas».
Y ante la decisión de muchos de no atender las recomendaciones de la autoridad, dijo que sería necesario implementar medidas como en otros países como en Francia en donde los ciudadanos son obligados a permanecer en casa so pena de ser multados.
Para Ruperto, un hombre de 70 años de edad dedicado a una vulcanizadora, advierte que los lineamientos son inhumanos porque relegan a los adultos mayores al final de la atención médica.
«Es inhumano porque todos tenemos el mismo valor, jóvenes y viejos; yo tiene veinte días que estoy encerrado, no salgo ni a la esquina, ni a tirar la basura, yo trabajo por mi cuenta y me he tenido que encerrar».
Por ello criticó que haya quienes minimicen la posibilidad de contagios y sigan haciendo su vida normal a pesar de saber que pueden ser portadores de la enfermedad y pueden contagiar a sus familiares.
«No les importa porque salen y se exponen, saben que se pueden contagiar y al regresar a su casa ellos pueden contagiar a sus familiares, como que es inconsciencia de ellos. Yo veo cómo pasan jóvenes que incluso van a correr».
Consideró que bajo esos lineamientos tiene claro que de llegar a enfermar moriría porque además tiene enfermedades anteriores que lo hacen estar entre la población vulnerable, como en el caso de la diabetes e hipertensión.
«Si me llegara a infectar yo me muero, así de sencillo, ya no hay mucho de qué lamentarse, pero los jóvenes que apenas empiezan a vivir es desagradable que se frustre una vida por un descuido, pero no es justo porque los jóvenes no se cuidan y no tienen conciencia de los que hacen, perjudican a los viejos y el Gobierno los favorecen», por ello pidió que se «mida parejo».
Es el mismo caso de Rosalinda, una empleada de Gobierno de 68 años de edad, advirtió que estas medidas violentan los derechos humanos de los adultos mayores, y criticó que entre los lineamientos se permita a los doctores «echar un volado» para atender casos que tiene las mismas características y gravedad en los momentos en que no haya los equipos suficientes para atender ambos.
«Tanto vale el joven como nosotros; están mal porque la vida no la decide ningún volado y el hecho de que seamos adultos mayores no quiere decir que no tengamos valor».
Narró que desafortunadamente se llegará a ese tipo de decisiones porque hay muchos que no atienden las medidas de prevención, a pesar de que en el caso del Gobierno del estado se les permitió resguardarse en su hogares.
«No se vale que por personas irresponsables si algún adulto mayor se enferma y llega una persona irresponsable se le dé prioridad, no debe ser, un volado no tiene porqué decidir quién tiene derecho a vivir y quién no».
Consideró que estos lineamientos violan los derechos humanos porque ninguna persona es dueña de la vida de otra y menos en tiempos de pandemia.
«Es como si dijeran que no importa porque el viejo ya vivió, están tomando una medida que es un homicidio porque no se le da un valor a la persona mayor».
AVC/Perla Sandoval
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