La pandemia por el brote de coronavirus (Covid-19) tomó a Paola Presa Rodríguez, estudiante de la Licenciatura en Lengua Inglesa de la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana (UV), cursando su experiencia de movilidad en la Universidad de Liepaja, en Letonia. 

La alumna compartió que “a pesar de que muchas cosas cambiaron, toda esta situación por el Covid-19 me está enseñando a saber cómo mantener la calma, a ser más fuerte emocionalmente y a sobreponerme a situaciones que al principio parecen imposibles de resolver”. 

Detalló que en la Universidad de Liepaja cursará el tercer semestre, gracias al programa de movilidad de la Unión Europea: Erasmus + y, por supuesto, a la Universidad Veracruzana. 

Debido a la decisión que tomó el gobierno letón de cerrar todas las instituciones educativas, la universidad les informó que estudiarán en línea por un periodo de un mes, desde el 13 de marzo al 14 de abril. 

Las autoridades de la escuela también están trabajando desde sus hogares. Los profesores se han puesto en contacto con nosotros para agendar clases en línea, nos han enviado el material para estudiar, así como las tareas que debemos realizar.” 

La joven ha creado horarios para cada día y le ha dado muy buenos resultados; considero que mantenerse ocupado es crucial para tener una actitud positiva y calmada. Es difícil estar aislado en el extranjero, te sientes muy solo, por ello la atención debe enfocarse en objetivos a realizar día a día. Las actividades recreativas toman más importancia, despejan nuestra mente, así que decidí comprarme una guitarra ya que la música me hace muy feliz. De esta manera, trabajando cada día en estar bien física y anímicamente es posible avanzar exitosamente con los estudios. 

Para atender las medidas gubernamentales, Paola comentó que ha permanecido el mayor tiempo posible en su departamento, se lava las manos frecuentemente, mantiene su distancia en las tiendas, así como en la calle, además de estar en contacto con sus profesores y enviar las tareas a tiempo; también se mantiene informada para hacer lo que el gobierno aconseja. 

Recordó que a mediados de febrero se comenzaron a tomar medidas preventivas, “lo primero que hizo el gobierno fue emitir un comunicado estipulando que todo aquel que había viajado a algún país infectado, al ingresar a Letonia tenía que aislarse por un periodo de 14 días”. 

Posteriormente, el 12 de marzo se anunció una nueva medida: el cierre de todas las instituciones escolares y todos los establecimientos que albergaran a más de 50 personas, excluyendo las tiendas que venden artículos para la vida diaria como supermercados y farmacias. Para el día 17 el país cerró sus fronteras, permitiendo solamente el acceso de ciudadanos letones y la repatriación de algunos extranjeros.

A la fecha han ocurrido cambios, debido a que cada día se incrementa el número de personas infectadas en el país, relató. “Las indicaciones ahora son estar el mayor tiempo posible en casa, en las tiendas han pintado rayas en el piso con una distancia de dos metros para que cuando compremos nos mantengamos lejos unos de otros; algunos restaurantes han decidido cerrar para no exponer a sus trabajadores. 

Ahora el gobierno solicita voluntarios para que hagan las compras a los infectados del Covid-19 o a quienes no tienen amigos o familiares que los puedan ayudar; la mayoría de los infectados se recuperan en su casa, no hay muchos hospitalizados y la policía mantiene vigilancia para asegurarse de que no salgan de su casa hasta que sean dados de alta. 

La universitaria narró que ahora que se encuentra más tiempo en su departamento, el contacto con su familia es más frecuente. “Hablar con mi familia es muy importante para sentirme bien, es mi fuerza. Gracias a las aplicaciones podemos videollamarnos, a veces la única barrera de comunicación es la diferencia del horario, porque hay ocho horas de diferencia, cuando son las seis de la tarde en México aquí son las dos de la madrugada. 

Asimismo he estado en contacto frecuente con Adriana Vivanco, responsable de Programas de Movilidad Internacional de la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI), quien está al pendiente tanto de aspectos académicos como de mi estado anímico. 

Las autoridades de la Facultad de Idiomas también se mantienen en contacto, como el jefe dcarrera Fernando Alarcón, su tutora Olga Sánchez y la secretaria Académica Dora Aguilar. “Todos ellos me han brindado su apoyo aun estando tan lejos y siguen al pendiente de mí. Estoy muy agradecida con ellos ya que siempre han respondido mis llamadas y mensajes aconsejándome lo mejor. 

En el mismo sentido, Presa Rodríguez mencionóA mis mejores amigos los conocí en la Facultad de Idiomas, el contacto con ellos es una de mis actividades prioritarias, a todos los quiero y extraño mucho”. 

La joven consideró que el Covid-19 ha trastornado las actividades diarias, las noticias a nivel mundial son tan desalentadoras que provocan pánico; sin embargo, ante esta situación de caos, la calma y la responsabilidad son aspectos clave para salir adelante. Calma para ser capaces de analizar la información que obtenemos en los medios de comunicación, sólo debemos informarnos de fuentes fidedignas. 

Recalcó la importancia de que todos seamos ciudadanos responsables, debemos cuidarnos unos a otros, manteniendo la distancia, siendo cuidadosos con nuestros hábitos de higiene. Aquellas personas que tienen la oportunidad de estudiar o trabajar desde casa, manténganse el mayor tiempo posible en su hogar, aprovechen este momento para acercarse y cuidar de su familia; si viven solos mantengan la calma, cuídense, conózcanse y manténganse en contacto por medio de las aplicaciones con sus seres queridos. Pronto podremos estar juntos de nuevo”. 

Compartió además que la propagación del Covid-19 cambió drásticamente su experiencia en el extranjero, las medidas que implementó el gobierno letón complicaron mi proceso de adaptación. Sólo había pasado un mes y medio de mi estancia cuando cerraron la universidad”. 

Reconoció que lo más difícil que tuvo que superar fue el sentimiento de total soledad; tuve la fortuna de hacer buenos amigos muy rápido, todos ellos extranjeros, nos cuidábamos unos a otros, comíamos juntos, nos ayudábamos en las tareas, procurábamos siempre estar en contacto para evitar sentirnos solos o tristes. Dos días antes de que cerraran el aeropuerto casi todos mis amigos decidieron irse a sus países de origen. 

A pesar de que desde que llegué he vivido sola, nunca me había sentido triste o lejos de casa, todo cambió por el hecho de que todos se fueron, por el aislamiento que ahora comenzaría a vivir y por la incertidumbre de no saber cuándo volverá todo a la normalidad. 

No obstante, la joven siguió algunos consejos: “Un día decidí dejar atrás los pensamientos negativos, volví a enfocarme en ser disciplinada y gracias a los consejos que mis padres y mi mejor amiga me dieron he salido adelante, mi mente se ha vuelto a enfocar en el principal objetivo que tuve al venir aquí: aprender. 

UV/David Sandoval

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