“Guardaos de los falsos profetas, que vienen vestidos de ovejas, pero son lobos rapaces”. Felipe Calderón Hinojosa

Hasta hace apenas unas dos semanas estábamos sorprendidos por lo que pasaba en Italia, en España y en ciudades como Nueva York, en nuestro vecino país, donde miles morían contagiados por el Covid-19. Las escenas eran trágicas, y el contraste con lo que nuestro gobierno hacía para enfrentar lo que inevitablemente nos atacaría ya era preocupante. Decretaron una cuarentena que termina el último día de abril y el vocero oficial de la pandemia en México, el subsecretario de salud Hugo López-Gatell Ramírez nos informaba que venía lo peor, que en la segunda semana de mayo estaríamos resintiendo el contagio más alto de esta maldición, o sea, la maldición se alargaba un mes más.

Muchos mexicanos pensantes, de los que no forman parte del ejército de acémilas que siguen a ciegas lo que su mesías les dice, tomamos la decisión de encerrarnos, de ponernos un poco a salvo del contagio, tomamos las medidas de aislamiento e higiene que en otros países recomendaban para evitar el contagio, mientras veíamos al presidente de México exhibir estampitas religiosas, tréboles de cinco hojas y una oración (el detente) como medidas de protección contra la pandemia.

Lo vimos continuar con sus giras de trabajo donde reunió a miles de paisanos hambrientos, de esos que López Obrador decidió financiar con dinero de los impuestos de todos los mexicanos, disfrazados de programas sociales, para que voten por su proyecto en las próximas elecciones, y asumir un comportamiento totalmente ajeno al de un estadista que debe tomar las medidas necesarias para enfrentar una pandemia, poniendo por encima de todo la vida y la salud de los mexicanos que sus estúpidos proyectos políticos, es más, obligó a un científico de reconocido prestigio internacional como es López Gatell, a decir públicamente que a AMLO no le pasaría nada porque “posee una fuerza moral” que lo pone lejos del contagio, ayudando a convertir al tabasqueño en un semidiós.

Bueno, pues todas esas irresponsabilidades, que comenzaron con recortar el presupuesto de salud, con echar a la calle a miles de médicos y enfermeras al inicio de esta trágica administración, y lo peor, venderle a China en el mes de febrero toneladas de cubrebocas porque eso era un gran negocio y hoy, dicho por el mismo subsecretario López-Gatell, han tenido que comprar a los chinos, a un costo superior al ¡30 por ciento!, de lo que se los dieron, es una tragedia de dimensiones incalculables: desempleo galopante, clínicas sin los implementos necesarios, es más, sin equipo de protección para los médicos y enfermeras; miles de muertos que son diagnosticados como “neumonía atípica” para ocultar la verdad pero que genera contagios masivos.

Eso es lo que ya estamos enfrentando en este país gobernado por un tipo que en su vida había trabajado, que jamás hizo nada por proponer algo para sacar al país de sus problemas, que se pasó más de 18 años criticando a los gobiernos y que con eso convenció a 30 millones de mexicanos que votaron por él y por la manada de burros que lanzó como candidatos,  que también ganaron la elección y hoy se sienten dueños de la vida de todos, cuando son ampliamente conocidos como egresados de bandas de robacarros, perseguidos de la justicia por haber defraudado las arcas de municipios, aprendices de funcionarios que llegaron a los cargos por sus habilidades como retorcidos sexuales, pero ninguno por destacar como políticos honestos y brillantes.

Ojala se percaten que el sexenio de este señor terminó el pasado domingo y que lo que viene en un país sin gobierno será una tragedia de consecuencias incalculables para todos.

Urge apoyo a las pequeñas empresas

En un escenario como el de México, donde cerca del 50 por ciento de la fuerza del empleo es informal, es decir, sin derecho a protección social, frente a la pandemia por Covid-19 debe darse apoyo a las pequeñas y medianas empresas, que van a ser las más afectadas, además de facilitar transferencias en efectivo a los más vulnerables, señaló a Proceso el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder.

En rueda de prensa virtual desde la sede de la OIT en Ginebra, Ryder dio a conocer un nuevo informe y urgió a los líderes gubernamentales a “prestar apoyo inmediato a los sectores y grupos de población más afectados, en particular, a las empresas y los trabajadores de la economía informal’’, a esos pobres que AMLO incluye como integrantes de las grandes empresas mexicanas por su odio obsesivo hacia quienes crean los empleos y mantienen la economía de México.

Guy Ryder afirma: “Tenemos que encontrar maneras, formas, medios para apoyar directamente con transferencias en efectivo a los que más lo necesitan. Al mismo tiempo, las empresas necesitan recibir apoyo del Estado’’.

Al cuestionarlo sobre el temor de miles de personas en el país que han perdido sus empleos, en el sentido de que si no mueren por el Covid-19 podrían morir de hambre, ya que necesitan el sustento de cada día para sobrevivir, Ryder fue categórico al señalar que tiene que apoyarse el empleo.

Si se pide a las personas que lleven a cabo medidas de encierro parcial o de confinamiento, se tiene que apoyar ese llamado con medidas efectivas y apoyo directo a trabajadores, porque “de otra manera es imposible”, remarcó.

“Las disciplinas no pueden respetarse si la gente se confronta con este dilema (entre contagiarse o sobrevivir)”, abundó.

Tanto las empresas pequeñas y medianas necesitan apoyo del gobierno de México, como las grandes corporaciones, “siempre que los recursos públicos sean destinados a la protección del empleo y de los trabajadores de dichas empresas”, soltó Ryder.

“En los países con alto nivel de informalidad se necesitan medidas específicas, entre otras cosas: transferencias en efectivo que ayuden a los más afectados por el confinamiento y por la reconversión de la producción, y que proporcionen empleo alternativo (por ejemplo, en la fabricación de equipos de protección personal)’”, recomienda en su informe el organismo laboral de la ONU.

Ello debe complementarse con iniciativas que garanticen el suministro suficiente de alimentos y demás productos de primera necesidad, sostiene.

Añade: “Sin medidas apropiadas a nivel político, los trabajadores corren un alto riesgo de caer en la pobreza y de tener mayores dificultades para recuperar sus medios de vida durante el periodo de recuperación’’.

Reflexión

Con todo y la tragedia que estamos viviendo y que difícilmente lograremos superar, hay quienes, siguiendo el ejemplo de su presidente López Obrador, dicen que les vale madre el Covid-19, que no les hará nada o que es un invento. Estos irresponsables e ignorantes serán los culpables del contagio masivo que se nos viene encima.

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