“La política, amigo, es una cloaca; siempre lo ha sido” Plutarco Elías Calles

“La pandemia del coronavirus es una situación pasajera de la que saldremos pronto”, dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, con la seguridad que le da estar en el poder y ser el conductor de esta destartalada nave que se llama México. Mientras esto sucede, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, científico de reconocido prestigio internacional y quien lleva la batuta (en buena hora) del control de la pandemia en nuestro país, dice que esto se alargará más allá de abril, que como por julio estaremos paliando la crisis de salud que provocará el Covid-19 en México vaticinando que esto que estamos viviendo ahora no es nada comparado con lo que viene.

Uno se pregunta de inmediato ¿quién tiene la razón, el Presidente López Obrador o el científico que afirma que AMLO posee una fuerza moral la cual casi lo hace inmune, frase que lo descalifica como científico?… Depende de cada mexicano a quien le quiera creer.

Si nos guiamos por lo que ha ocurrido con esta pandemia desde que surgió en China, azotó Europa y recaló con toda su fuerza en los Estados Unidos de Norteamérica y todos los países sudamericanos, en México apenas estamos comenzando a padecer los embates de la pandemia, con sus consecuencias secundarias de pérdida de empleo, saqueos a tiendas y hambruna.

En Xalapa nos han comentado que la gente no entiende la gravedad del problema porque están saliendo a los mercados, donde tienen sus locales comerciales; porque se ponen en la calle de Enríquez a tocar un instrumento para que les regalen una moneda, o los boleros que van al parque Juárez con la esperanza de tener dos clientes cuando menos al día, o los que se ponen a vender cualquier cosa para sacar un dinero y tener que llevar a casa donde lo esperan ene número de familiares a los que alimenta con el fruto de su “trabajo”. Pensamos que ellos sí tienen noción del peligro que representa andar en la calle, pero, o lo hacen, o mueren de una pandemia de hambre cuyos efectos ya comenzamos a notar por todos los rumbos de la ciudad.

Es muy fácil decir: que se vayan a sus casas todos y ahí que permanezcan para que no se contagien, si ¿y quien los va a mantener el tiempo que dure el encierro? Obviamente, nadie.

Lo que nos causa extrañeza, entre quienes hemos vivido muchos gobiernos, en el caso nuestro de Fernando López Arias a la fecha, es que los líderes estatales de aquellos tiempos tenían un nivel muy alto de credibilidad, el gobernante el cien por ciento, ¿por qué?, porque acumulaban un importante respaldo de acciones que los hacían personas creíbles, todo lo que decían era cierto, en todo lo que se comprometían cumplían, todo lo que pasaba en la entidad lo sabían, eran los mejor informados, y cuando salían de sus domicilios para arrancar la jornada de trabajo ya se habían chutado su síntesis informativa de tal modo que si había por ahí un periodista cazando al titular, cualquier cuestionamiento que les hicieran tenían a la mano la respuesta adecuada, y si se trataba de opiniones de corte nacional también porque estaban debidamente informados.

Y así fue por muchos años, por el tiempo que estos zorros de la política permanecieron en el poder, personajes como Manuel Bartlett Díaz, Napoleón Gómez Urrutia, Elba Esther Gordillo Morales y otros más que hoy forman parte de lo que llaman 4T, o sea el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fueron parte de esos poderosos equipos de políticos profesionales.

Ahora, si los morenos ganaron la presidencia y la gubernatura, qué bueno. Ojala estuvieran plenamente conscientes de que lo hicieron trepados en un movimiento social nacional de repudio a los corruptos priistas y panistas. Deberían entender que la gran mayoría de los que hoy ostentan el poder están en cargos importantes por suerte, de pura chiripada. Sin embargo, asumen una conducta muy distinta a la de la humildad en el servicio público, no son porque el pueblo los pidió

Pero están trepados en un ladrillo, a centímetros del piso, ignorando su realidad, instalados en la soberbia y en una actitud de venganza, ignoran el daño que le hacen a su partido, al proyecto político de AMLO y a su futuro inmediato. Vienen elecciones y la sociedad, que no perdona, cobrará a muy alto costo la soberbia y la humillación a la que han sometido al pueblo por creerse indispensables, indestructibles e inmunes, y no lo son, se trata de seres humanos comunes y corrientes como cualquier veracruzano, no son ni superiores y, en casi todos los casos, ni mejores que cualquier ciudadano.

Tirarán a matar en Filipinas

Esta nota periodística está cañona. Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, ordenó a la fuerza pública de su país “disparar a matar” a quienes no cumplan con la cuarentena por Covid-19 y generen problemas en la vía pública.

“Mis órdenes son para la policía y el Ejército. En caso de problemas o de una situación en que la gente se pelee y sus vidas estén en peligro: dispárenles a matar”, declaró Duterte.

El comentario del presidente filipino se da luego de que las autoridades de ese país asiático dispersaran una protesta en la ciudad de Quezon, en la isla de Luzon, y así violar la cuarentena impuesta como medida sanitaria.

Duterte acusó a grupos de izquierda de agitar el sentimiento público en contra de su gobierno durante la crisis mundial por el Covid-19. Por ello, insistió en que no dudaría en ordenar que maten a los agitadores “a tiros”.

No obstante, el jefe de la Policía Nacional de Filipinas, el general Archie Gamboa, dijo que los agentes no atenderán la orden del presidente.

Hasta este jueves, Filipinas tiene 96 muertes por Covid-19 y más de 2 mil 300 casos confirmados de esta enfermedad.

Reflexión

No se lo deseamos, pero el rumor muy fuerte de la tarde de ayer, es que el secretario Eric Cisneros presentaba un cuadro de temperatura muy alta por lo que le recomendaron se hiciera estudios relacionados con el Covid-19. Obviamente, hay muchos, pero muchos, que hacen changuitos para que sea cierto.

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