El avance del coronavirus en el país traerá consigo una merma en los ingresos de los trabajadores independientes. Esta situación afectará a los trabajadores de todas las disciplinas que no sean asalariados; en el caso de los artistas escénicos, el panorama se irá oscureciendo ante el inminente cierre de foros y espacios culturales, tanto del sector privado como del gubernamental. Aunque estamos en el inicio de un proceso que ignoramos hasta dónde llegará y por cuánto tiempo se prolongará, los efectos ya empiezan a sentirse. Ante tal situación y a partir de la alternativa que encontró Cauz para —en alianza con artistas, productores y programadores— seguir llevando música a sus clientes pese al cierre temporal de su espacio, Alex Mercado hizo una serie de reflexiones y propuestas para minimizar el impacto de la crisis en la comunidad jazzística. Transcribo el texto que me envió.

«Se aprecia el esfuerzo de clubes y músicos de seguir llevando música gratis a las casas de la gente en esta etapa difícil a la que nos enfrentamos. Sin embargo, al leer un artículo de Luis Barria sobre la iniciativa de un conocido lugar en Xalapa, me atrevo a exhortar a las instancias que cuentan con escenarios y personal; medios de comunicación que cuentan con un público ya formado y cautivo, que piensen en soluciones integrales para que la cultura siga siendo sustentable para sus creadores, sus intérpretes y sus promotores.

«Hagamos una red de apoyo con los recursos públicos y humanos con los que ya contamos. Seamos creativos, no solamente loables. Se ha hablado de una movilización de los artistas en todo el mundo para idear estrategias de marketing digital, conciertos pagados vía streaming, crowdfunding, patrocinios, donaciones, entre muchas otras posibilidades que nos brinda la tecnología. Aunado a esto, se ha convocado al público a que apoye en la medida de lo posible este tipo de iniciativas y estoy seguro de que apoyarían. Se han escrito artículos informando sobre opciones para seguir generando ingresos de manera digital. ¿No serían las instancias que cuentan con infraestructura las que tendrían que estar a la vanguardia en estas nuevas tecnologías?

«En fin, creo que es momento de unir fuerzas, de lo contrario, cada músico tendrá que hacerlo por su lado desde su casa; y lo haremos todos, créanme, pero desperdiciando todo lo construido conjuntamente por los diversos sectores de la escena del jazz mexicano en años. Ahora más que nunca necesitamos cultura, pero si bajamos las armas y no pensamos en perpetuar su sustentabilidad cobrando y remunerando por las presentaciones, entonces todos —tanto ustedes como nosotros— emergeremos de esta crisis disminuidos en fuerza y será difícil retomar la inercia que llevábamos.

«Someto a su consideración esta propuesta».

 

 

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