Mientras millones de mujeres en todo el país decidieron volverse ausentes, la economía nacional chocaba con un iceberg que amenaza con hundir a la efímera cuarta transformación. La caída en el precio del petróleo, la baja recaudación fiscal y el coronavirus rompieron el casco de un barco que se asumía indestructible y que podría naufragar en su primer viaje. Al mismo tiempo, la burocracia dorada sigue bailando en el gran salón de Palacio Nacional.

Ayer todas las bolsas del mundo tuvieron una caída histórica, en algunos casos el precio del barril se derrumbó a precios no vistos desde la guerra del Golfo y las señales de la economía interna son cada vez más alarmantes para un país anclado al precio del dólar que ayer rebasó la barrera de los 21 pesos. Las obras de infraestructura, el comercio exterior, así como la deuda pública y privada que se determinan por la cotización del billete verde podrían colapsar antes de que el Presidente entienda lo que está pasando.

López Obrador insiste en que no hay nubarrones para la economía mexicana a pesar de las tormentas que se han desatado desde Pekín hasta Nueva York, pasando por Tokio, Berlín y las principales bolsas del mundo. La Bolsa de Valores de México tuvo su peor jornada en 11 años al caer 6.4%.

Pero no pasa nada, dice el Presidente. Confía ciegamente en que a pesar de la caída de las bolsas de valores en el mundo por el desplome en los precios del petróleo, la economía mexicana y el peso mexicano “saldrán adelante, puesto que su gobierno tiene finanzas públicas sanas, ha detenido la caída en la producción petrolera, hay reservas y porque no hay déficit en la recaudación de impuestos.”

Si lo que intenta el Presidente es que no haya alarma, lo hace mal. Si lo que intenta es engañar a los mercados, a los empresarios y la población, lo hace aún peor. En economía, decir una mentira mil veces jamás se convertirá en verdad. Aquí las cifras.

Primera mentira. Dice López Obrador que se ha detenido la caída en la producción petrolera. De acuerdo con información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), La producción petrolera cayó un 7.0 por ciento en 2019; la generación de crudo se ubicó en un millón 679 mil barriles diarios, por el millón 810 mil barriles generados cada día de 2018, un retroceso del 7.24 por ciento. De hecho, en octubre se registró la producción más baja en 40 años.

La producción de 2019 quedó por debajo de las estimaciones del Gobierno federal, mismas que ascendían a un millón 707 mil barriles diarios de petróleo. Fue hasta diciembre pasado que la producción nacional de petróleo —de privados y por Pemex— alcanzó su mejor cifra del año, sin embargo, no alcanzó los niveles de un año antes.

Pero eso no es lo peor; ayer lunes el petróleo mexicano perdió una tercera parte de su valor y finalizó en 24.43 dólares por barril, el precio más bajo desde febrero de 2016; es su peor caída en un día desde la Guerra del Golfo de 1991. El petróleo mexicano cotiza hoy a la mitad que el precio promedio de 49 dólares por barril que el gobierno garantizó para el presupuesto de 2020.

Segunda mentira. “Hay reservas”; en efecto las hay, pero menos de la mitad de las que había cuando inició su gobierno, cuanto en teoría no se enfrentó ninguna crisis mundial como la que hoy nos amenaza. El Presidente utilizará más de la mitad del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) para compensar la caída de los ingresos por impuestos y petróleo en el ejercicio fiscal 2019.

Si bien ese es el propósito de dichos recursos, los expertos indican que, en el contexto de bajo crecimiento y rezagos estructurales, esa merma puede exponer al país a presiones financieras y contingencias mayores. Es decir, al FEIP le quedaría menos de la mitad (42.5%), sin contar los recursos que se utilizaron para comprar las Coberturas Petroleras para el presente año, las cuales costaron 20 mil millones de pesos.

Tercera mentira. No hay déficit en la recaudación de impuestos. El propio Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda y Crédito Público, afirmó que la caída en la recaudación ha sido reflejo de la desaceleración económica; según el informe de la dependencia, en 2019 se recaudaron 1.68 billones de pesos de Impuesto Sobre la Renta (ISR); es decir, una caída de 2.2%; no se había registrado una caída en este impuesto desde Ernesto Zedillo, cuando cayó 21%. Mientras que el IVA también tuvo una caída de 2.3%, ya que se recaudaron sólo 933 mil millones de pesos.

Y del coronavirus mejor ni hablamos. Entonces, ¿cuál es el origen de la confianza del Presidente? ¿Quién lo engaña respecto a los datos económicos que son públicos? ¿Hasta dónde resistirá la frágil economía mexicana la nueva crisis mundial y la parálisis del gobierno en el ejercicio del gasto?

Millones de tripulantes empiezan a buscar los botes salvavidas, pero no habrá para todos.

Las del estribo…

  1. Historias, imágenes y leyendas nos dejó la marcha del domingo y el paro nacional del lunes. Una de ellas es la versión sobre la participación de policías de la CDMX en calidad de anarquistas que lanzaban bombas Molotov a Palacio Nacional. Imposible no evocar la guerra sucia de los 70s.
  2. Se cumplió un día más y Actopan sigue sin autoridades. Pese a lo que establece la Constitución y el decreto emitido por el Congreso, los suplentes del presidente municipal y la síndico no han podido tomar protesta. PAN y Morena se siguen disputando el gobierno municipal pensando en la elección del 2021.