En Veracruz, hasta 2019, había 309 mujeres internadas en los Centros de Readaptación Social (Ceresos) con población mixta, que enfrentan una insuficiencia en instalaciones para garantizar su seguridad, salud o recreación.

De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en general los Cereso presentan una deficiencia en el personal de seguridad y custodia, así como una deficiente separación entre procesados y sentenciados.

Tampoco cuentan con los servicios para mantener la salud de las personas privadas de la libertad y hay una deficiente atención a mujeres e hijos que vivan con ellas.

De los siete Ceresos en el estado, en al menos tres con población mixta salieron con calificaciones reprobatorias en el reporte de la CNDH; se trata de Acayucan con una calificación de 5.95; Poza Rica, con 5.15 y Tuxpan con 5.87.

En ninguno de los tres penales se sobrepasa la población permitida de mujeres, pero sus instalaciones resultan insuficientes para atender de manera adecuada a ellas y sus hijos.

En el Cereso de Amatlán hay una capacidad para atender 113 mujeres privadas de su libertad, pero actualmente su población es de 86; ahí la CDNH reportó que de manera general detectó violaciones a derechos humanos, con estancias que no son dignas de los prisioneras y las que existen tienen condiciones poco higiénicas especialmente en el área médica.

En este sitio hay por lo menos 10 mujeres con hijos viviendo con ellas, que en total suman 13 menores de edad que se enfrentan a las mismas condiciones precarias que sus madres.

En el penal de Coatzacoalcos, con 94 mujeres internas, al menos 16 de ellas con 19 menores de edad viviendo con ellas, obtuvo una calificación de 5.89, la CNDH encontró actividades ilícitas como extorsiones de grupos crimínales a los internos y sobornos a autoridades; no hay atención adecuada a personas en aislamiento y tampoco se registraron condiciones de higiene en el área médica y talleres.

En el Cereso de Pacho Viejo, en Coatepec con 50 mujeres privadas de su libertad, tres de ellas conviven con sus hijos; este penal obtuvo una calificación de apenas 6.09, hay problemas en cuanto a la supervisión a manos de su titular, porque ni siquiera cuenta con una eficiente separación entre procesados y sentenciados; tampoco cuentan con actividades laborales y de capacitación laboral o de prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.

En el caso del penal de Acayucan, con 24 mujeres internas y una calificación de 5.95, hay deficiencias en los servicios de salud, mala alimentación de los internas, insuficiencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del centro, una que ni siquiera cuenta con instalaciones para la comunicación con el exterior, además también detectaron actividades ilícitas y cobros ilegales. En este lugar una mujer vive con su hijo menor de edad.

Mientras tanto, en el Cereso de Papantla que cuenta con 12 internas y una calificación de 6.23 tiene malas condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad y no cuenta con el número adecuado de personal de seguridad y custodia.

Por cuanto hace al penal de Poza Rica, con 20 internas, tres de ellas conviven ahí con sus tres hijos; el penal obtuvo una calificación de 5.15, hay una insuficiente atención médica para sus internos,hay condiciones de sobrepoblación, hacinamiento, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, así como para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.

En el Cereso de Tuxpan hay 23 internas, una de ellas con un menor viviendo con ella; el penal obtuvo una calificación de 5.87 debido a que detectaron condiciones de hacinamiento, poco personal de seguridad y custodia, y tal como en Poza Rica y Tuxpan, también detectaron condiciones de autogobierno/cogobierno, que genera la presencia de actividades ilícitas, como extorsión y sobornos.

Hay que destacar que Veracruz es el segundo estado a nivel nacional con mayor número de mujeres internas con hijos, con 34 mujeres que tienen en total 40 menores a su cargo.

Ante estos hallazgos, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Namiko Matzumoto Benítez, indicó que realizan al menos tres visitas anuales en las que se hacen observaciones a los Ceresos que deben ser atendidas.

“No vamos a decir que los centros de reinserción cumplen cabalmente con todos los estándares en materia de derechos humanos. Hacemos tres visitas anuales y el año pasado se hicieron más de tres visitas a cada un de los Ceresos, la mayoría han atendido las observaciones pero hay algunas pendientes que tienen que ver con la falta de medicamentos, particularmente antibióticos”.

Dijo que también han encontrado condiciones de humedad que propiciaban que las personas padecieran algunas enfermedades relacionadas con esto; sin embargo, aseguró que estas observaciones fueron atendidas.

AVC/Perla Sandoval

También te puede interesar:

Desigualdad y violencia: los datos que reflejan por qué las mujeres marchan este #8M