En esta segunda parte de la conversación, León Felipe Mendoza Cuevas habla de la creación del programa Cine de la Cuenca y, en especial, de subprograma Cine del Río. Habla también de otras actividades de Espora Producciones, de la creación del colectivo Caja Mágica, e invita a la presentación en Xalapa de los trabajos realizados en la edición 2019 de Cine del Río, la premier se realizará el viernes seis de marzo, a las siete de la tarde, en el Ágora de la Ciudad.
Lo que dicen los ríos
Yo no sé
lo que dicen los cuadros ni los libros
(no todos los cuadros ni todos los libros,
sólo algunos),
pero sé lo que dicen
todos los ríos.
(Pablo Neruda)
Con Espora Producciones, hicimos un proyecto que se llama Cine de la Cuenca, en particular, en Jalcomulco trabajamos una parte de Cine de la Cuenca que se llama Cine del Río, son talleres de cine colaborativo, es una variación del cine comunitario, del video participativo, de las distintas formas en que se ha abordado. Tampoco es el hilo negro, nosotros lo hicimos así pero nos fuimos metiendo y nos dimos cuenta de que ya un montón de gente ha hecho cosas similares, pero nuestra intención es decir que no basta la denuncia sino vamos a ver qué propuestas interesantes hay; se está defendiendo el territorio, pero ¿qué es lo que se está defendiendo?, ¿cuáles son los valores? El patrimonio biocultural, la cultura, la gastronomía, la naturaleza, los modos de relacionarse con el medio ambiente, en Jalcomulco tienen una forma muy particular porque hay mucho turismo de aventura y, si bien hay extranjeros, la mayoría de las compañías las operan gente de Jalcomulco y se han hecho expertos en el río, en el rafting, en los deportes extremos; se van a competir a los mundiales, recientemente fueron a China o a Japón. También son campesinos, entonces mantienen su vínculo con el campo pero a la vez están inmiscuidos en cuestiones que les dan una apertura mucho mayor; en parte, por eso pudieron tener el impacto suficiente parar una presa de esa magnitud, no es una experiencia única pero sí rara, muy pocos de los movimientos sociales logran detener esos proyectos.
Pensamos en hacer estos talleres de cine colaborativo con la población de la comunidad, los chavos del lugar o gente del movimiento para darles herramientas audiovisuales que les pudieran servir en determinado momento de registro, de defensa, de denuncia, pero también que les ayudaran a generar procesos de reflexión como ¿quién soy?, ¿en dónde estoy parado?, ¿qué estoy defendiendo?, ¿por qué es importante defender lo que estoy defendiendo?; y funcionó muy bien.
Cine del Río
Actualmente hacemos un taller cada año, es una semana intensiva en un campamento. Lo hemos hecho en distintos lugares, el primero lo hicimos en Armonía Rafting y estos últimos dos los hemos hecho en un lugar que se llama Río Salvaje.
Tenemos este concepto de campamento porque para realizar una película tienes que estar veinticuatro horas ahí clavado, sobre todo que promovemos que participe tanto gente que ya más o menos ha agarrado una cámara, que medio le ha entrado al audiovisual, como gente que a lo mejor nunca ha tenido una experiencia pero puede tener una visión muy fresca de las cosas que quiere contar.
El taller no tiene costo para la gente de Jalcomulco, pero sí les pedimos ciertos requerimientos, uno es el compromiso de que una vez que entran, van a tener que estar ahí toda la semana y no pueden hacer otra cosa; otro es que nos entreguen una carta de motivos acompañada de una pequeña historia narrada como ellos quieran, puede ser en cualquier formato pero que sea algo que nos arroje una señal de que tienen un cierto interés. Nosotros ponemos algún tema, por ejemplo, el del año pasado fue salud y gastronomía, entonces llega alguien y dice yo quiero hablar de las plantas medicinales, otro dice a mí se me ocurre hablar de los que hacen limpias. Con ese material hacemos una dinámica que consiste en darles, primero, cierta capacitación de los distintos roles del audiovisual: fotografía, sonido directo, dirección, producción, todo lo que implica la producción audiovisual, pero más que técnicos, son reflexivos para que sepan todo lo que implica, y donde realmente se aprende es en la práctica, hacemos tres grupos, seleccionamos a los participantes por afinidades de interés, en función de los temas que propusimos. Estas afinidades hacen que se vayan tejiendo las historias, unos dicen yo quiero hablar de plantas medicinales, otros, yo quiero hablar de los que hacen limpias, y nunca falta alguien que diga pues mi abuelita tiene plantas medicinales y hace limpias, de ahí salen los personajes y vamos a buscarlos. Los participantes han hecho scouting toda su vida, por así decirlo, porque conocen su pueblo.
Invitamos también a profesionales del medio que acompañan estos procesos de realización. Le llamamos colaborativo porque es una creación en conjunto, tratamos de romper con las estructuras jerárquicas, no decimos hay un director y se hace lo que el director quiere sino que intentamos que haya mucha más apertura al diálogo; el documental, en sí mismo lo permite, pero tratamos de darle más importancia. Cada equipo tiene dinámicas muy particulares porque el propio equipo las va desarrollando, puede haber alguien que es muy bueno en cámara porque ya la conocía o porque aprendió muy rápido, muy bien y tiene mucha idea, y se clava más en la cámara; tal vez hay otro que no le halló muy bien a la cámara ni al sonido, pero conoce personajes, sabe a dónde ir, sabe cómo moverse, entonces es productor, pero es raro que los roles están totalmente establecidos.
Es una semana de producción intensiva se editan los cortometrajes y se presentan al pueblo el último día, es una experiencia muy bonita porque todo el pueblo vio que andábamos de arriba para abajo con las cámaras, que andábamos haciendo cosas y cuando llegamos al salón ejidal o a la plaza pública y lo presentamos, está lleno de gente y para ellos es una experiencia interesante verse reflejados en la pantalla. Creemos que ver sus historias en la pantalla genera procesos de reflexión, de identificación, de fortalecimiento de la propia identidad.
Nos preocupamos de que los productos salgan de buena calidad para que puedan presentarse en otros circuitos; nuestro principal objetivo es la comunidad del pueblo, pero también es importante proyectarlos en otros lugares, por ejemplo, nos hemos vinculado con el festival Ambulante, con Docs MX, con Central-Doc, con el Festival Ojo al Sancocho, de Colombia, con varios festivales. Dentro de la medida de lo posible, buscamos que estos productos se vean, que se sepa que son producciones de un taller colaborativo, siempre es un rollo porque escribes y te piden el nombre del director y no dan cabida a que pongas otra cosa, hay que llamar y explicar que es una creación colaborativa, obviamente puede haber un representante para cuestiones administrativas, pero procuramos que siempre se tome en cuenta a los realizadores.
La mitad de los que toman el taller son del pueblo de Jalcomulco y la otra mitad la abrimos para gente interesada de Xalapa, de Teocelo, de lugares a la redonda que quieran participar en el taller. Como te comentaba, para la gente de Jalcomulco el taller no tiene ningún costo, a los externos sí les pedimos una cuota de recuperación, la verdad, muy mínima, hasta ahora hemos pedido tres mil pesos por toda la semana, eso incluye hospedaje, desayuno, comida, cena y todo el equipo que se necesite: cámaras, objetivos, estabilizador, dron. Tratamos de que tengan los recursos técnicos, pero tampoco buscamos la tecnología por la tecnología porque no queremos que no puedan trabajar si no tienen, por ejemplo, un estabilizador.
Hemos invitado a gente de Cuba, de Panamá, de Ciudad de México, de distintos lugares y se hace un aprendizaje mutuo porque para quien tiene un desarrollo técnico en el área audiovisual, involucrarse en una experiencia comunitaria en un pueblo le abre el panorama muchísimo, y para la gente del pueblo que no se ha involucrado en una experiencia audiovisual, involucrarse en ella también le abre el panorama.
Ese es el proyecto de Cine del Río y nuestra idea es hacerlo en toda la cuenca,incluso quisiéramos hacer, simultáneamente, talleres en la cuenca alta, la cuenca media y la cuenca baja, y después intercambiar los resultados y de esa forma generar lazos entre todas las comunidades; es una visión utópica que esperemos que en algún momento pueda llegar.
No documentarás dos veces el mismo río
[…] cada vez que recuerdo
el fragmento 91 de Heráclito.
No bajarás dos veces al
mismo río, admiro su destreza
dialéctica, pues la facilidad
con que aceptamos el primer
sentido («El río es otro») nos impone
clandestinamente el segundo
(«Soy otro») y nos concede la ilusión
de haberlo inventado.
(Jorge Luis Borges)
Donde hemos manejado más este formato es en Jalcomulco, pero hemos trabajado también en la Telesecundaria Juan Amós Comenio de Rancho Viejo, ahí también hicimos talleres pero con un formato distinto: íbamos todos los martes durante todo un año, hacíamos actividades con los chavos y también se generaban distintos productos. También trabajamos en una preparatoria en Xico y hemos ido a otros lados como el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca.
Siempre es un reto súper difícil hacerlo porque prácticamente lo hacemos sin dinero, empezamos a hacerlo poniendo de nuestra bolsa, poco a poco se ha hecho un tanto sustentable, no redituable, pero, por ejemplo, en este último taller tuvimos el apoyo del PACMyC (Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias), tuvimos el apoyo de Fasol (Fondo Acción Solidaria), también la Subdirección de Juventud de Xalapa nos dio cierto apoyo, pero sobre todo se hace por el apoyo solidario de la gente que contribuye, por ejemplo, los maestros que vienen no nos cobran honorarios, nada más les cubrimos todos los viáticos, a veces se puede aportarles algo y se les aporta, pero es muy simbólico.
La renta del campamento para treinta personas sale muy caro, pero hemos tenido el apoyo solidario de los campamentos, poco a poco, cuando podemos retribuirles algo simbólico, lo hacemos. Si llega haber un cierto excedente, se reparte de forma equitativa entre quienes están contribuyendo ahí.
Muchas productoras de video nos apoyan, el año antepasado, Ambulante nos mandó un tallerista.
Haciendo cuentas, un taller de estos sale como en un millón de pesos, pero nosotros lo operamos con menos del diez por ciento de eso, se puede llevar a cabo por el apoyo de un montón de gente que está impulsando el proyecto, hemos tenido el apoyo de PUCARL (Pueblos Unidos de la Cuenca la Antigua por los Ríos Libres), Galas Estudios, Centro de Capacitación en Artes Audiovisuales, Dystopia Films, 4×4 Media, Paralelo Films, Red de Cine Comunitario de Latinoamérica, Desierto Films, Ambulante, Conecta Tierra, Río Salvaje, Ayuntamiento de Jalcomulco, Subdirección de Juventud Xalapa, FASOL, PACMyC, La Palma, Sotavento Films, Pizzas La Paz, Femcafé, Los locatarios del Mercado Jáuregui, Frutver, Slowfood, Restaurante el Velero, Restaurante Nachita, La Pana, El Bigote, entre otros.
No es redituable pero estamos buscando para que sea sustentable y creo que vamos por buen camino, sobre todo porque ya tenemos nueve películas que se han hecho durante tres años, ya no es un proyecto que queremos hacer sino ya hay un antecedente que se puede mostrar.
Caja Mágica
Recientemente formamos un colectivo que se llama Caja Mágica, está formado por Custodios del Archipiélago de bosques y selvas de Xalapa, es una red ciudadana que cuida las áreas naturales que están dentro de un cinturón verde de Xalapa; Inana A.C., una asociación civil que se enfoca, sobre todo, en meliponicultura con abejas nativas, pero también hace trabajos de agroecología y acción social; la Red Xalapeña de Cine Clubes, y Espora Producciones. Es una iniciativa de varios colectivos y asociaciones civiles que buscamos tener una fuente de recursos que puedan servir para acciones que tengan que ver con el cuidado del medio ambiente, del buen vivir a partir de las artes y el cine. El primer proyecto que hicimos se llama FICCTerra —Festival Itinerante de Cine Comunitario de la Tierra—, también tuvimos el apoyo de Pacmyc y pudimos comprar cierta infraestructura: una pantalla inflable, un proyector, bocinas.
Con ciertos vínculos, conseguimos una programación e hicimos una curaduría con el tema: Residuos sólidos, basura y agua, y fuimos a comunidades que no tienen cine. La idea es llevar a esos lugares películas que tengan que ver con un enfoque comunitario, de alguna problemática social o alguna experiencia exitosa, o que fueron realizadas de forma comunitaria, y después hacer una serie de actividades participativas, que dependen del lugar y de la película, con la gente. En un lugar se hicieron talleres de lombricomposta, en otros, se hace una cartografía comunitaria; teníamos una dinámica con unas tarjetitas en las que se mandaban recados de una comunidad a otra, íbamos un día a la Colonia 6 de enero y ahí escribían algún mensaje o algún reto para cuidar el medio ambiente: Te reto a que no comas papitas en una semana, te reto a no tomes Coca Cola en una semana, te reto a que hagas una composta en tu casa; otras veces eran mensajes o dibujos que hacían los niños. Íbamos a otra comunidad, dejábamos esas tarjetitas y ellos nos hacían otras; era una forma de intercambio y fue exitosa.
Como todos estos proyectos, es pesado, sobre todo porque no estamos cobrando, se consigue un dinero para operarlo pero todos tenemos otras actividades que tenemos que hacer para sobrevivir, y a la par estar apostándole a esto pero, vale mucho la pena. Fuimos, a Pacho Viejo, Coyolillo, Actopan, Jalcomulco, Zoncuantla, Colonia 6 de enero, Chiltoyac, Luz del Barrio, El Castillo, Lucas Martín, Rancho Viejo, también estuvimos en el Parque Juárez y en el Parque Lineal Río Sedeño, siempre con experiencias o trabajos vinculados a este tipo de cuestiones.
Premier en Xalapa de Cine del Río
El seis de marzo, en el Ágora vamos hacer la premier en Xalapa de los resultados del último taller de Cine del Río, que se realizó en julio del año pasado. Se estrenaron en Jalcomulco y se han mostrado en otras comunidades a través de la gira de FICCTerra, pero siempre siempre es importante presentarlo aquí en Xalapa porque es un lugar de congregación de muchas miradas, de muchos intereses, y aprovechamos que el Ágora está estrenando equipo: pantalla, bocinas, proyector.
Los tres documentales que vamos a presentar están muy interesantes. Hay uno que se llama Sobre la Hierba, es sobre una señora que cultiva sus hierbas medicinales y se cura con ellas. Otro se llama Santo Remedio, trata de remedios más espirituales. Y el último se llama 3 X 10 pesos, ese me parece muy interesante porque busca repensar el documental; normalmente se tiene a alguien hablando frente a la cámara, eso funciona muy bien en algunos casos, pero este trabajo es más sensorial, más visual y, sobre todo, sonoro. El documental trata de los famosos tempipis, esos tamalitos que hacen en Jalcomulco y que venden a tres por diez pesos, por eso se llama así.
En la presentación en el Ágora van a participar los realizadores y algunos invitados que van a comentar los trabajos y a platicar con el público.
PRIMERA PARTE: Miradas grabadas
VER TAMBIÉN: La próxima semana se presentará la Premier Cine del Río: Historias de Jalcomulco
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