Alvar González Christen, director del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana (UV), afirmó que aún no existe información científica para establecer con seguridad el origen del coronavirus COVID-19, detectado en el municipio de Wuhan, en la provincia china de Hubei, en diciembre de 2019; ni que los murciélagos sean la causa del mismo.
El investigador mastozoólogo y Maestro en Ciencias ofreció una vasta explicación a Universo acerca de los virus, los coronavirus, los quirópteros, las enfermedades que éstos pueden transmitir y la mala reputación que los humanos han creado en torno a una de las especies que contribuye a la existencia de vida en la Tierra.
¿Qué son los virus?
Son proteínas que actúan como agentes infecciosos microscópicos o parásitos intracelulares obligados, que se ubican entre los límites de lo que es un organismo vivo y lo que no lo es, por lo que existe una gran discusión acerca de si deben ser considerados seres vivos o no. Una característica fundamental de los virus es que contienen biomateriales y material genético, pero no tienen la capacidad de reproducirse por sí mismos, sólo en el interior de las células vivas de un organismo o en todo el organismo microscópico, invadiendo su “maquinaria” reproductiva; de hecho pueden infectar cualquier forma de ser vivo. Muchos de los virus tienen un reservorio animal, generalmente un ave o un mamífero. Los humanos, desde los orígenes de su evolución, han estado en contacto con diversos virus.
Muchos virólogos estiman que pueden existir alrededor de 300 mil virus, que tienen la capacidad de evolucionar de la misma manera que los seres vivos. Algunos tienen un alto potencial de mutación y de dispersión, por lo que rápidamente se convierten en epidémicos, como los coronavirus del catarro común o de la influenza. Los virus circulan libremente entre los animales sin causar un daño aparente; algunos de éstos pueden aprovechar y entrar en contacto con el humano, que puede o no desarrollar la enfermedad.
Por su forma de transmisión se pueden agrupar en dos categorías: los virus que se pasan entre vertebrados directamente y los arbovirus, que son los que requieren de un mediador animal (un vector).
Los murciélagos, así como todos los seres vivos, forman parte de una red de interacciones que permiten la vida en la Tierra
¿Qué son los coronavirus?
La Organización Mundial de la Salud señala que los coronavirus son una familia de virus zoonótica, encontrada tanto en animales como en humanos y que causan una diversidad de enfermedades desde el catarro simple hasta el síndrome respiratorio agudo severo (SARS por sus siglas en inglés) o la neumonía detectada en Wuhan o COVID-19, si bien aún no se conoce el origen de este último.
¿Todos los virus son “malos”?
No, en general existe una gran especificidad entre los virus de los distintos vertebrados, la cual limita la capacidad de un virus adaptado para sólo infectar a una especie en particular.
¿Todos los coronavirus son “malos”?
No. Al igual que el resto de los virus, algunos coronavirus están adaptados a otros organismos y no afectan al ser humano, aunque se interactúe con ellos.
¿Los murciélagos transmiten enfermedades?
Existe la percepción errónea de que todos los murciélagos son un peligro para la salud humana y la de los animales domésticos, pues se piensa que son vampiros y transmisores de la “rabia” y de otras enfermedades como la histoplasmosis. Esta percepción amenaza las poblaciones de las diferentes especies de murciélagos en el mundo entero, ya que en busca de su control son sacrificados irracionalmente.
Todos los mamíferos, algunas aves, mosquitos y otros invertebrados son responsables de zoonosis o enfermedades zoonóticas; esto es, enfermedades infecciosas provocadas por bacterias, parásitos o virus que se propagan entre animales y humanos.
Muchas de las enfermedades más graves zoonóticas son virales, es decir producidas por virus: chikungunya, dengue, Ébola, encefalitis, fiebre amarilla, hantavirus, Hendra, hepatitis, VIH/SIDA, influenza, rabia, SARS, viruela, Zika y más recientemente el COVID-19.
En 2010 se conocían 213 virus que provocan enfermedades en los humanos; de éstas, 142 (alrededor del 70 por ciento) son zoonóticas. Actualmente se conocen cerca de 600 especies de virus en mamíferos.
¿Hay diferencias entre los coronavirus humanos y los del murciélago?
Sí hay diferencias en algunos casos. Es importante hacer notar que, frente a los virus, la principal diferencia que existe entre humanos y murciélagos consiste en que estos últimos son más resistentes a los virus y aparentemente nos los afectan, por lo que un importante campo de investigación se ha orientado a entender cómo funciona el sistema inmune de los murciélagos.
¿Los murciélagos contagian el virus de la neumonía surgida en Wuhan o COVID-19?
Algunos autores piensan que fueron murciélagos, otros que fueron pangolines. La realidad es que aún se carece de información científica basada en evidencias que permita establecer con seguridad cuál fue el organismo que provocó esta zoonosis.
¿Existe la posibilidad de ser atacado por un murciélago? ¿Qué sucedería?
Los murciélagos generalmente no atacan al ser humano, a excepción de los hematófagos, de los géneros Desmodus y Diaemus, que suelen morder a los mamíferos, incluido al humano. Cuando esto sucede le puede transmitir diferentes zoonosis. Se ha demostrado que los murciélagos sí pueden transmitir virus que afectan al humano, como la gripe o la encefalitis, entre otras enfermedades. Ahora bien, la proporción de murciélagos infectados dentro de una población, por ejemplo, con el virus de la rabia, generalmente es muy baja, menor al cinco por ciento de los individuos de una población. Se conocen alrededor de 600 especies virales en los mamíferos.
¿Cuál es la particularidad de los murciélagos que pueden tener tantos virus diferentes?
Su sistema inmune, que genéticamente ha desarrollado una serie de respuestas inmunes antivirales que evitan los procesos inflamatorios, podríamos decir que cuentan con una inmunidad innata frente a algunos virus.
¿Se enferman por estos virus? Y si no, ¿por qué no se enferman?
No se enferman por estos virus, pues cuentan con una inmunidad innata frente a algunos. Sin embargo, existen otros organismos que sí enferman a los murciélagos, como el hongo que les provoca el síndrome de la nariz blanca que ha matado a millones de ellos tan sólo en Norteamérica
¿Son los únicos mamíferos que tienen virus?
No, se han encontrado en ardillas, caballos, camellos, civetas, mapaches, monos, murciélagos, ratas, ratones, venados, zorrillos y zorros, entre otros.
¿Todos los murciélagos pueden ser catalogados como “contagiosos”?
Todos los murciélagos pueden ser portadores de patógenos sin enfermarse (vectores). Y sólo los murciélagos infectados podrían transmitir una enfermedad en particular.
Entonces, ¿cómo es el contagio y qué tienen que ver los murciélagos?
En el caso del catarro, la influenza y el COVID-19, se ha demostrado que el contagio ocurre entre humanos mediante fluidos orgánicos como la sangre, el excremento, la orina, saliva y otros.
¿Los murciélagos pueden contagiar a otros animales?
Sí, como mencioné antes, los murciélagos son un reservorio de diversas enfermedades zoonóticas; sin embargo, la probabilidad de ser atacado por un murciélago enfermo es muy baja. En el caso de la rabia, los murciélagos hematófagos son una de las vías de contagio. En el caso de la neumonía del COVID-19, en nuestro país aún no se encuentra este virus.
¿Se pueden morir esos animales de esta enfermedad o contagiar a los humanos?
No existe evidencia científica. No obstante, cualquier animal y en particular los mamíferos pueden ser portadores y transmitir una enfermedad zoonótica.
¿Si entro a una cueva tengo riesgo de contagio?
No de la neumonía COVID-19. Sin embargo, en algunas cuevas se pueden contraer otras enfermedades como la histoplasmosis –que se asocia a los excrementos de los murciélagos– bajo ciertas condiciones de iluminación, humedad y temperatura; no todas las cuevas tienen esporas de histoplasma.
En algunas cuevas se pueden encontrar murciélagos, dadas las condiciones adecuadas para refugiarse, parir y criar. No obstante, no todos los murciélagos viven en este tipo de cavidades, muchos descansan o perchan entre las ramas de árboles, en túneles, tubos de drenaje, bajo puentes, entre las tejas o láminas de techos, por ejemplo.
Si hay murciélagos en mi casa o junto a mi casa, ¿estoy en riesgo de contagio?
No del COVID-19. Los murciélagos son animales silvestres que en las casas encuentran refugio para alimentarse o para descansar, ahí defecan, lo cual es un pequeño inconveniente pues manchan las paredes o ensucian los pisos, pero ese excremento puede ser un excelente fertilizante orgánico. También es cierto que en edificaciones abandonadas o en sitios donde no se realiza una limpieza, el excremento de los murciélagos se acumula y, aparte del aspecto y olor desagradables, pueden llegar a dañar las estructuras con el paso de muchos años.
¿Matar murciélagos ayuda a reducir el riesgo de contagio o eliminar la enfermedad?
No, únicamente se contribuye a la ruptura del equilibrio ambiental y la extinción de especies. Además, el COVID-19 sólo se ha encontrado de manera natural en China, por lo que no se sabe que los murciélagos mexicanos sean portadores, lo cual es poco probable.
Aún sin comprobarse, todos los murciélagos son considerados transmisores del COVID-19, porque han sido uno de los reservorios de otros virus y coronavirus. También fueron considerados el chupacabras, el demonio, hasta Drácula, y esto les crea una imagen de animales perjudiciales y malignos, lo cual es injustificado.
Los murciélagos, así como todos los seres vivos con los que cohabitamos, forman parte de una red de interacciones que permiten la existencia de vida en la Tierra, el único planeta conocido que ha desarrollado esta maravillosa biodiversidad que ahora se encuentra amenazada, destruida por el hombre.
Los murciélagos y su importancia
Alvar González Christen recordó que los murciélagos surgieron alrededor de 54 millones de años atrás, casi al mismo tiempo que los primates más antiguos, y comparten el entorno natural con el ser humano, al que han acompañado desde sus orígenes.
Con alrededor de mil especies, son el segundo grupo más numeroso de mamíferos y son de los organismos que mantienen colonias muy grandes, con poblaciones de millones de individuos. Tienen una gran capacidad adaptativa, se encuentran prácticamente en todo el mundo, excepto en las regiones más frías del planeta y algunas islas muy alejadas de los continentes.
Una de sus características es que tienen muchas formas de alimentación: los que comen animales como mariposas, mosquitos, polillas, peces, ranas; y los que se alimentan de frutas, flores, néctar polen y sangre.
Son animales mamíferos adaptados al vuelo y la vida crepuscular y nocturna. Como todos los seres vivos, cuentan con hábitos, características anatómicas biológicas y fisiológicas que les han permitido sobrevivir por millones de años. De ahí la importancia de respetarlos.
UV
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