Jean Francis -de 13 años- siempre tuvo una conexión especial con Lester, el perro que acompañó los mejores recuerdos de su vida. Cuando su casa, ubicada en el distrito Villa El Salvador, en Lima, se consumía por las llamas en un voraz incendio, no dudó en arriesgarse para salvar a su mascota. Aunque el can logró salvarse y salió ileso, el pequeño resultó con el 70% de su cuerpo quemado y falleció el miércoles 29 de enero de 2019 debido a las heridas.

De acuerdo con el periódico El Comercio de Perú, el siniestro se produjo el jueves 23 de enero cuando una fuga de gas licuado de petróleo, proveniente de un camión cisterna, provocó un incendio de grandes proporciones en Villa El Salvador. Ese día, Jean Francis y su familia evacuaron de inmediato su vivienda mientras el olor a combustible se difuminaba. Mientras él corría, se percató de que Lester, su perrito de tres años, no había salido de casa. Entonces, no lo pensó y regresó por él.

Jean Francis logró rescatar a su perro, pero fue alcanzado por las llamas cuando uno de sus vecinos encendió el motor de su vehículo. El fuego se extendió -según reporta El Comercio- a lo largo de tres cuadras.

El menor fue trasladado al Hospital Guillermo Almenara, casa de salud pública peruana, con el 70% de su cuerpo quemado. Tras una evaluación médica, Jean Francis fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas. Para saldar los gastos de las operaciones, su familia y vecinos levantaron una campaña solidaria y su historia conmovió a la ciudadanía peruana. Sin embargo, no pudo resistir sus heridas y falleció la mañana del miércoles 29. Otras 20 personas habitantes de la zona también murieron debido al incendio.

El jueves 30 de enero, sus allegados, amigos y profesores lo despidieron durante su velatorio. Entre flores, música y lágrimas, una fotografía de Jean Francis destacaba entre la multitud de pétalos blancos. Allí, su madre Paola Lizeta Huamán, recordaba a su niño como un pequeño risueño y tierno.

Ella también pide justicia, pues, según el informe de El Comercio, la familia siempre advirtió a las autoridades peruanas sobre el peligro de desnivel que provocó la fuga de gas el camión. “Esperaron que ocurra esta desgracia para reaccionar. Mi hijo está muerto y en el Hospital Almenara aún hay tres pacientes graves. Hay quienes lo han perdido todo ¿Hasta cuándo van a tenernos así? Es inhumano”, cuestionó la madre.

El Comercio

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