Tienen razón los dirigentes de los nuevos partidos políticos Cinthya Lobato Calderón, de “Unidad Ciudadana” y Jesús Vázquez González, de “Todos por Veracruz”, organizaciones partidistas locales en gestación, cuando opinan que las críticas que se hacen al gobierno de la 4T van encaminadas a corregir errores y enderezar el rumbo, porque todos los mexicanos deseamos que le vaya bien al país y los veracruzanos a su estado. Sin embargo, los integrantes de los gobiernos tanto el federal como el estatal, empezando por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se han mostrado intolerantes ante la crítica, no admiten que como seres humanos que son pueden equivocarse, se sienten infalibles y todos los que piensan distinto a ellos, en vez de considerarlos aliados, críticos positivos, son enemigos del sistema, conservadores dolidos ante la derrota de los candidatos de sus partidos y, en consecuencia, de la pérdida del poder, cuando lo que realmente se quiere es que todos vayamos por el rumbo correcto bajo la consigna de: si le va bien al gobierno, nos va bien a todos. Nada como la intolerancia y el rechazo sistemático a la crítica. López Obrador será considerado por la historia del país como el mejor crítico del anterior sistema, como el contrapeso de una dictadura que padecimos por muchos años y que nos llevó al fracaso, pero como gobernante se está comportando igual que lo que tanto criticó: dictatorial, intolerante, impositivo, y represor. Lo que no toman en cuenta los miembros de esta llamada Cuarta Transformación es que, ante los errores graves que están cometiendo en el ejercicio del poder, lastiman y humillan a muchos mexicanos que se sienten decepcionados de un proyecto que apoyaron con la intención de mejorar sus condiciones de vida y esto no ha pasado, al contrario, la pobreza y el desempleo se han incrementado, la violencia está incontenible, los precios de los impuestos los dispara el gobierno… y de beneficios, nada. Ya veremos en las próximas elecciones cómo se comporta el electorado ante nuevas opciones partidistas como las que mencionamos al inicio, con ideas frescas, practicas, producto de la experiencia política de quienes encabezan los nuevos partidos… el futuro es de ellos.