El pasado viernes inició en el PAN veracruzano el análisis del caso de los ocho diputados locales que abandonaron su bancada en el Congreso local.

Como se recuerda, tras la ratificación del triunfo de Joaquín Guzmán Avilés en la elección interna por la dirigencia estatal del partido, el diputado Omar Miranda Romero fue designado coordinador del grupo legislativo del albiazul.

Ocho legisladores, encabezados por Sergio Hernández, decidieron dejar su fracción y formar una nueva bancada, de tal manera que con el apoyo del diputado Erik Iván Aguilar crearon la fracción mixta denominada “Acción Nacional Veracruz”, coordinada por María Josefina Gamboa Torales.

El asunto, que el viernes pasado llegó a la Comisión Permanente del partido, representa el inicio del proceso de sanción, por un acto de indisciplina y por la violación a los reglamentos internos.

Posteriormente, el caso fue turnado a la Comisión de Orden y Disciplina Intrapartidista del partido, que si fuera el caso determinará la sanción.

El escenario se complica para el grupo de diputados disidentes de AN-Veracruz, dado que el posible desafuero de Erik Iván Aguilar provocaría la desaparición de dicha bancada; si ello ocurriera, los legisladores que abandonaron la fracción panista sólo tendrían tres opciones: declararse independientes, regresar al redil azul o bien sumarse a una bancada diferente, como “Del lado correcto de la historia”, por ejemplo.

En cuanto al tema de la posible sanción para los 8 diputados panistas, la Comisión de Orden y Disciplina podría imponer la suspensión de derechos para los involucrados, la inhabilitación o, en un caso extremo y poco probable, la expulsión.

El asunto también podría quedar en una simple amonestación; aun así, si los términos de las convocatorias del partido para la selección de candidatos en la elección de 2021 incluyen el punto de “no haber sido sancionado…”, esa amonestación podría dejar fuera de la jugada a los ocho involucrados.

Al parecer, en el PAN ha fracasado el diálogo entre las partes; ni siquiera el dirigente nacional, Marko Cortés, pudo convencer a los disidentes de regresar a la bancada. En diciembre pasado, el líder panista estuvo en Veracruz, donde se reunió tanto con Guzmán Avilés y Omar Miranda como con los 8 involucrados, quienes dejaron claro que no reconocerían al nuevo coordinador legislativo.

Al final, ante la aparente imposibilidad de establecer acuerdos, el asunto ya fue turnado al nivel nacional.

La sanción, si es que la hubiera, podría frenar las aspiraciones de los diputados que dejaron su bancada; Sergio Hernández, por ejemplo, buscaría una candidatura en 2021, por Xalapa, al igual que Gamboa Torales y Juan Manuel Unanue, en Veracruz y Boca del Río respectivamente.

Choque de trenes azules en Veracruz

Al parecer, el enfrentamiento entre los grupos panistas que disputaron la dirigencia estatal podría tener como próxima manzana de la discordia la candidatura a la presidencia municipal del puerto de Veracruz.

Uno de los grupos, el del senador Julen Rementería del Puerto, trabaja para perfilar al actual diputado local Bingen Rementería, hijo del senador, con trabajo propio en ese municipio. Por otro lado, el grupo Yunes, que en los años recientes ha mantenido la hegemonía en la zona conurbada, podría enviar como su candidata a la contienda a la senadora Indira Rosales San Román. Será un encuentro interno de pronóstico reservado.

Muy cerca de ahí, en Boca del Río, parece que el escenario para el diputado Unanue Abascal se complica porque además de la posible sanción de su partido, enfrenta el rechazo, casi veto, del alcalde Humberto Alonso Morelli.

@luisromero85