Familiares con personas desaparecidas en el norte de Veracruz decidieron desafiar al temor y el contexto de violencia que prevalece en la región, y emprender acciones que les permitan localizar a sus seres queridos.

A partir de este viernes 07 y hasta el 22 de febrero, familias que integran los colectivos María Herrera, AC, y Buscando Corazones Perdidos, recorrerán varios terrenos, con indicios de haber sido utilizados como cementerios clandestinos o casas de seguridad. Y visitarán las cárceles de Poza Rica, Papantla, Tuxpan, Tantoyuca y Misantla.

En los últimos diez años, en el norte de Veracruz se abrieron 550 carpetas de investigación por casos de personas desaparecidas. Y más de 150 familias se organizaron en dos colectivos para emprender labores de búsqueda.

Itinerario de la brigada

Se espera que cerca de 200 personas procedentes de 21 estados del país, y que forman parte de la Red de Enlaces, comiencen a llegar al norte de Veracruz a partir de este viernes 7 y 8 de febrero.

En ese tiempo, se instalarán y se realizarán reuniones de coordinación con autoridades como la CEDH y la CEAV, para planear las rutas de búsqueda, la visita a escuelas, iglesias y el trabajo en las cárceles.

El domingo 09 de febrero, a las 08:00 horas, se realizará una misa de inicio de la Brigada, en la parroquia “Nuestra Señora de la Asunción”, en Papantla. A las 09:00 horas, se hará una bendición a los buscadores, y a las 09:30 horas, se realizará una “Caminata por la paz”.

Durante dos semanas, además de la búsqueda de fosas clandestinas y la visita en las cárceles, también visitarán escuelas, espacios universitarios e iglesias, para sensibilizar a la población en torno a la desaparición de personas, hablar sobre qué hacer en caso de estar cerca de un caso así, y compartir experiencias de búsqueda.

Oscar Espino, acompañante del Colectivo María Herrera, AC, dijo que coordinan con la delegada de la SEV la visita a escuelas de la región. Y con la Universidad Veracruzana, la realización de un foro académicos para hablar del fenómeno de las desapariciones. Mientras que con la CEAV y la CEDH se realizará la visita a los penales de la región.

“Vamos a visitar varios espacios religiosos en los municipios de Tihuatlán, Papantla, Coatzintla y Poza Rica”, dijo.

Tierra de megaproyectos, fosas y desaparecidos

En la zona norte de Veracruz, el periodo más intenso de desaparición de personas se vivió entre los años 2009 y 2010, con la llegada de mega proyectos en la región y la complicidad de autoridades policías que solaparon los actos de desaparición. o en su caso, fueron señalada de participar como agentes de desaparición.

Oscar Espino, acompañante del Colectivo María Herrera, AC, informó que además de las 550 carpetas de investigación por casos de desaparición, se tienen detectados 50 predios que podrían ser sitios identificados como casas de seguridad o presuntas fosas clandestinas.

En respuesta, familias de la región conformaron los dos colectivos: María Herrera AC, y Buscando Corazones Perdidos, así como grupos de familia de La unión, Puebla, y Martínez de la Torre.

“Las familias comenzaron a buscar, empezaron a organizarse, hasta que en 2014 y 2015, que algunos lograron conformar colectivos, y otros que funcionan como grupos, aunque con mucho temor porque se sospecha que las autoridades podrían estar inmiscuidas”, relató Espino.

En la actualidad entre los colectivos y grupos de familia que realizan trabajos de búsqueda de desaparecidos en la región, aglutinan 120 familias de la Región.

Antecedentes de violencia

La zona norte de Veracruz, al igual que el resto de la entidad y del país, se ha visto golpeado por la inseguridad y la violencia. En su geografía se han registrado varios episodios que han enlutado a las familias de la zona.

En junio del 2016, fue asesinado José de Jesús Jiménez Gaona, quien buscaba a su hija Jenny Isabel Jiménez, de 23 años, y formaba parte de la Brigada de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

En los días previos a su homicidio, Jiménez Gaona, había comenzado el proyecto para conformar un colectivo de madres y padres, como los que, en ese entonces, sólo existían en Xalapa, Veracruz y Córdoba.

En marzo del 2016, tres jóvenes fueron “sustraídos” por policías estatales en dos episodios distintos ocurridos en Papantla. Testigos de los hechos tomaron fotografías de las patrullas que participaron en los hechos.

En 2017, familias que buscan a sus desaparecidos, localizaron el predio La Gallera con huesos humanos en 22 puntos dentro del terreno inspeccionado. Así como prendas de vestir y zapatos de posibles víctimas.

“Las autoridades no han querido informar el diagnóstico de incidencia delictiva en la zona, pero hemos detectado municipios con graves problemas de violencia. Hay cuerpos recuperados en El Higo, en Álamo, cerca de los límites con Puebla, en el paraje El remolino, en Tecolutla, cerca de los puentes Cazones I y II”.

El activista mencionó que los trabajos de la V Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas resultan estratégicos para reencontrar a familias con sus desaparecidos, “en algunos casos se trata de dar tranquilidad a las familias, de acabar con la zozobra de no saber dónde están los desaparecidos”.

AVC/Eirinet Gómez

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