Eduardo Morteo Ortiz, integrante del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV), afirmó que los mamíferos marinos son excelentes indicadores de la salud de los ecosistemas.
“La disminución de estas especies implica que las condiciones del ecosistema se deterioran y la calidad del hábitat se reduce”, explicó.
El investigador dictó la conferencia “Historia natural de los delfines de Alvarado, Veracruz”, el 24 de enero en el Centro Recreativo Xalapeño, dentro del evento La Biodiversidad Amenazada, realizado del 17 de enero al 27 de febrero por el IIB, con apoyo de la Facultad de Biología.
Eduardo Morteo comentó que en las costas cercanas a la ciudad de Alvarado, personal del IIB ha identificado a más de 250 delfines de la especie Tursiops truncatus, conocida normalmente como tonina o delfín nariz de botella.
Mencionó que en la desembocadura del Río Papaloapan se concentran diariamente alrededor de 100 animales, que se alimentan de los peces que ahí encuentran.
Compartió que en un estudio de datos, recabado de 2002 a 2010, el IIB encontró que la salud de los delfines se ha deteriorado, lo que se atribuye a la falta de peces; añadió que las pesquerías de la región igualmente han sido afectadas por este hecho.
Esto es un claro reflejo de que algo ocurre en el ecosistema regional, ya que la disminución de peces refleja la falta de comida, aseveró.
El investigador mencionó que no hay una respuesta simple al origen de esta situación, ya que en este efecto ambiental pueden estar implicadas variables físicas, climatológicas, oceanográficas, biológicas, cuya interacción es muy compleja.
Enfatizó que es indispensable generar conciencia sobre el tema ambiental, así como sobre las afectaciones que provoca el cambio climático, como la acidificación de los océanos.
“Existen muchas afectaciones actualmente que pueden desencadenar procesos muy complejos para recuperarse en un mediano o largo plazo”, concluyó.
UV/Carlos Hugo Hermida Rosales