La música de Maurice Ravel para el ballet Dafnis y Cloe es complicada y abundante en sutilezas que convierte su recreación en un compromiso de difíciles contornos; sin embargo, su presentación el pasado 24 de enero en la Sala de Concierto Tlaqná, Centro Cultural, con la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) ha sido una jornada con un balance positivo vocal y musicalmente.

Los instrumentistas de la OSX opinaron respecto a los resultados artísticos de la primera audición ofrecida por la OSX bajo la dirección de su nuevo titular, Martin Lebel. En entrevista, resaltaron el acoplamiento entre batuta y músicos de fila desde el primer momento, la empatía generada y absoluta comprensión hacia las necesidades del desempeño en conjunto.

Para el trompetista Jalil Jorge Eufracio, fueron elementales la confianza y la seguridad que aportó Lebel a cada uno de ellos y dijo sentirse muy contento con la nueva dirección artística. El violinista Marcel Dufrane McDonald indicó que fue una audición satisfactoria, que inaugura y augura un novedoso panorama para la OSX.

El ejecutante de viola Eric Martínez Toy afirmó que elegir a Martin Lebel es la mejor decisión en torno de la dirección artística de la OSX. “Es el segundo extranjero que tenemos en el podio, pero es de lo mejor; humilde y conocedor, bien preparado. Con él, la orquesta va a subir muchísimo”, añadió.

En tanto, el jefe de la sección de violas, Yurii Inti Bullón Bobadilla, dijo que queda claro que la música francesa va bien al estilo de un músico como Lebel, pero sus conceptos y tempi fueron de lo más acertado para una de las obras más detalladamente elaboradas en el repertorio de Ravel.

Antonio Méndez Escobar, violinista, indicó: “Estamos muy contentos con nuestra propia elección; fue el más votado entre los músicos de la orquesta y estoy seguro que nuestro rendimiento será del mejor nivel bajo su batuta”.

El timbalista y jefe de sección de percusiones, Rodrigo Álvarez Rangel, indicó que con Lebel se sintió motivado, concentrado en su desempeño. “Estoy feliz ante la nueva etapa que se nos presenta”. Por su parte, Jakub Dedina, ejecutante de trombón, mencionó que Lebel le parece muy especial como artista y como persona, con un balance final que le dejó un amable sabor y espera que estas circunstancias se repitan jornada tras jornada.

El fagotista Jesús Armendáriz indicó que el concierto de apertura ha sido un acontecimiento fuera de serie. “Sentir una batuta de ese nivel es sano para la orquesta, lo asumimos como un punto de partida muy saludable que inspira y nos motiva para hacer mejor las cosas”.

Rodeado de asistentes que no desaprovecharon la oportunidad de felicitarle, un vibrante Martin Lebel sólo acertó a mencionar para la entrevista: “Muy contento, muy emocionado… ¿así se dice, con emoción enorme? Son los primeros pasos con una orquesta formidable; estoy más que contento. El Coro UV estuvo genial, los resultados fueron perfectos”.

La jornada artística México-Francia

El programa fue denominado Entre México y Francia, con un listado creativo acorde: la emblemática pieza de Samuel Zyman Encuentros (1992), colmada de alusiones hacia la música de mariachi y acentos nacionalistas y la música para el ballet Dafnis y Cloe (1909-1912) de Maurice Ravel.

Como tantas obras maestras de inicios del siglo XX, Dafnis y Cloe derivó de la iniciativa de Serguei Diaghilev (director de los Ballets Rusos en París), quien encargó a Ravel la música para una producción en torno de un idilio mitológico y fantástico apoyado en la novela de Longo, escritor griego del siglo II a quien se identifica también como “El Sofista”.

Se sabe que la idea fue originalmente del coreógrafo Michel Fokine, quien desde 1906 pensaba en una realización dancística sobre los personajes de Longo, dos jóvenes involucrados en un esquema de amor puro y fiel, obligados a superar muchos obstáculos antes de lograr su unión definitiva.

Una vez recibida la encomienda, Ravel tuvo cuidado de imprimir toques personales a una historia en que los sentimientos amorosos se ubican por encima de la anécdota y las intrigas. Al intitular su partitura “Sinfonía coreográfica”, se entendía que trataba de imponer sus propias normas estéticas a las de la danza, lo que no cayó bien a los integrantes de la compañía.

Para colmo, esta música detalladamente elaborada y compleja impuso tremendas dificultades a los bailarines, quienes se mostraron reacios a interpretarla una vez que quedó concluido el ballet, en 1910. A causa de ello, se representaron apenas algunos fragmentos en los Conciertos Colonne de París y sólo pudo estrenarse completo hasta junio de 1912, con dirección musical de Pierre Monteux.

Considerada uno de los puntos culminantes en la obra de Maurice Ravel, la partitura contiene muchos momentos de acendrado lirismo en medio de novedosas combinaciones de líneas sutilmente claras y sorprendente unidad tonal. La instrumentación es nutrida, exige dos arpas y numerosos instrumentos de percusión que incluyen un eolífono –aparato que imita el sonido del viento–, así como un coro mixto cuyas partes son extremadamente difíciles. De la partitura completa, el compositor extrajo dos suites de concierto y la segunda, que en el ballet corresponde al cuadro tercero, se interpreta con bastante frecuencia.

La trama es la siguiente: en el bosque sagrado de Pan y sus ninfas, el pastor Dafnis conoce a la doncella Cloe y ambos se enamoran, pero ella es pretendida por el boyero Dorcón y, a su vez, él se resiste al asedio de la ninfa Licenion. Cloe es raptada por unos piratas y, desesperado, Dafnis solicita ayuda del dios Pan, quien accede a colaborar porque esa belleza juvenil le recuerda a su antigua amada. El dios logra liberar a Cloe, la entrega a su pastor y al caer desfalleciente en brazos de Dafnis, éste jura fidelidad al tiempo que un grupo de jóvenes –hombres y mujeres– irrumpe para entregarse todos a una jubilosa danza final.

Finalmente, cabe destacar que muchos de los programas de la Temporada 2020 de la OSX se ofrecerán los viernes a las 20:30 horas y sábados a las 19:00. El siguiente programa –viernes 31 de enero y sábado 1 de febrero– anuncia el inicio de la conmemoración al 250 aniversario del natalicio de Ludwig van Beethoven, con el chino-estadounidense Mei-Ting Sun como solista al piano.

UV/Jorge Vázquez Pacheco