Mientras el titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, hacía fiestas el miércoles pasado por la apertura del tramo Naranjos-Ozuluama de la autopista Tuxpan-Tampico, los transportistas y automovilistas hacían actos de malabarismo para evitar quedar varados en el campo minado de la carretera federal 180 en el tramo Tampico-Ozuluama.

Tanto el funcionario federal como el gobernador Cuitláhuac García Jiménez se jactaron de que con los gobiernos de la Cuarta Transformación, el norte de Veracruz nunca más quedará aislado del desarrollo.

Nada tan alejado de la realidad: desde noviembre, la empresa contratada para reparar el tramo Tampico-Ozuluama de la carretera libre la ha dejado peor y no se notan avances.

En la comodidad del aeropuerto de Tampico, a donde tanto el titular de la SCT como el Gobernador veracruzano se trasladaron para regresar, uno a la CDMX y el otro a la capital estatal, las cosas se pintaron de maravilla. «Nuestras carreteras del norte de Veracruz están muy bien», dijo el nunca flamante titular de SCT.

Fotografías y videos habían sido subidos a redes sociales días antes para mostrar el estado verdaderamente insultante que presenta el asfalto de una carretera federal tipo C, originalmente construida en los años sesenta para que circularan unos mil 500 vehículos diarios, y que hoy es transitada a vuelta de rueda por más de 7 mil al día en esta región del norte de Veracruz, tradicionalmente olvidada por los sucesivos gobiernos estatales.

Y aunque la perspectiva es que la carga vehicular de la carretera libre disminuya con la autopista, esto será en varios meses, hasta que automovilistas y transportistas se decidan a enfrentar los altos costos de peaje que presenta en los tramos concluidos.

Con el mismo estilo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Jiménez Espriú declaró a medios de comunicación de Tampico que la realidad mostrada en fotos y videos era inventada, posiblemente con imágenes tomadas en la luna.

Según una nota de El Sol de Tampico, el funcionario federal “dijo que las carreteras del norte de Veracruz, en particular el tramo Tampico-Ozuluama, están en excelentes condiciones, pese a la queja y evidencia de conductores en redes sociales por el daño que existe en esta ruta federal, misma que se agravó debido a las recientes lluvias”.

Abordado en la Plaza de Armas de Tampico, Jiménez Espriú evadió hablar sobre el mal estado de las carreteras del norte de Veracruz, que en los últimos días han sido objeto de críticas por usuarios de redes sociales ante el pésimo estado en que se encuentran: “Estamos supervisando las carreteras, las nuestras están bien, de allá venimos, ya lo hicimos, vayan ustedes a darse una vuelta y verán que ya no hay dificultades”.

Las benditas redes sociales

La segunda autopista más cara del país y una carretera federal destruida

Por supuesto, solo se refería a la autopista, cuyos costos de peaje han sido criticados por los pobladores de esa región. Vea usted si no: el costo total por recorrer 103.8 kilómetros (Tuxpan-Ozuluama) es de 281 pesos, es decir, 2.70 pesos por kilómetro.

Para dar una idea de su costo, basta señalar que sólo es superada por el de la autopista La Marquesa-CDMX (3.90 pesos por kilómetro), mientras que rebasa las autopistas Durango-Mazatlán ($2.57), Guadalajara-Tepic ($2.42), Guadalajara-Jalostotitlán ($2.20) y el Libramiento Norte CDMX, ARCO Norte ($2.00), según datos a noviembre de 2019.

Para acabar de redondear la información, pese a que el gobierno federal de Morena se atribuye esta obra (que fue concesionada a un emporio particular), lo cierto es que esta autopista fue licitada en 2014 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. El 7 de agosto de ese año, la SCT asignó la construcción, operación, explotación, conservación y mantenimiento de dicha vía al consorcio portugués Mota-Engil, el mismo que tiene la concesión de la inconclusa autopista Cardel-Poza Rica.

Mientras el tramo más al norte de la entidad del Eje Veracruz-Monterrey con ramal a Matamoros ha logrado un avance parcial, la carretera federal 180 se ha convertido en una verdadera tortura para todos.

Debido a las deplorables condiciones que presenta en su tramo Ozuluama-Tampico Alto, el tiempo de traslado se ha incrementado en 2 horas, por lo que el viaje llega a superar las 6 horas entre ambas ciudades.

Usuarios de redes sociales han documentado las terribles condiciones en que se encuentra esta carretera e, incluso, hay imágenes de autobuses atascados entre el lodazal y otras unidades que van a vuelta de rueda tratando de sortear los gigantes baches, que parecen pantanos.

La empresa ADO se vio obligada a informar a sus usuarios que sus unidades procedentes de Tampico con destino a Tuxpan acusaban un atraso de 2 horas y más, debido a las malas condiciones del mencionado tramo carretero.

En redes sociales se alertaba: “Viajar en estos momentos por la carretera federal 180 es un gran peligro para cualquiera, por lo que se deben de tomar las precauciones necesarias”.

En octubre pasado, al acompañar en Tampico Alto al gobernador Cuitláhuac García, muy lejos de su distrito, el diputado morenista de Los Tuxtlas Juan Javier Gómez Cazarín, habló del abandono de la zona norte de Veracruz como algo del pasado: “La zona norte de Veracruz estuvo en completo abandono de los anteriores gobernantes que solamente se preocuparon por los lugares donde tenían intereses electorales”.

Sin embargo, la obra emprendida era la construcción de pavimento hidráulico en vialidades laterales de la carretera federal 180 en esa cabecera municipal, colindante con Tamaulipas: más de 5 mil metros cuadrados de concreto hidráulico, 886 metros lineales de guarniciones y mil 329 de banquetas, con una inversión de 7 millones de pesos, para beneficiar a 3 mil vecinos de Tampico Alto.

Por supuesto, es lo único que puede hacer el gobierno veracruzano. Es una carretera federal por lo que corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) destinar recursos para su recuperación, pero ya sabemos qué opina Jiménez Espriú, a quien el cansancio de la edad se le nota hasta en la voz.

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La tormenta Verónica… ¿amaina o recrudece?

La semana pasada se encendieron los ánimos no solo por la intentona de la Iglesia católica por evitar los foros para reformar el código civil (y ya anuncia el bloqueo del Palacio Legislativo para evitar siquiera su discusión por los diputados), sino sobre todo, y también ahí en el Palacio Legislativo, por la revelación hecha por la Encargada de la Fiscalía General del Estado (FGE), Verónica Hernández Giadáns, de su parentesco por consanguinidad en cuarto grado con una integrante del grupo de los Zetas.

El tapete ya lo tenían preparado los panistas, pero fue el diputado José Manuel Pozos Castro, de Morena, quien hizo la pregunta incómoda, y la fiscal no lo negó, aunque lo hizo nerviosamente. Desde ese momento empezaron a arder las redes sociales. Luego fueron los comentarios en portales de noticias, y espacios informativos de radio y televisión en el estado para, posteriormente, ser comidilla de medios nacionales e incluso de políticos de oposición como el insostenible Felipe Calderón, quien por cierto anduvo por tierras jarochas como si nada, aunque parece que no peló a su excolaborador en el ISSSTE, Miguel Ángel Yunes Linares.

El escándalo se ha prolongado por varios días pero… en cualquier momento se apaga.

Lo que viene, y parece que hay urgencia de varios tiradores a este cargo de nueve años por agilizar el procedimiento, sería la discusión en el Congreso local sobre si es legalmente factible emprender el debate para elegir a un Fiscal definitivo.

Sobre todo porque, según algunas versiones, todos los recursos legales interpuestos por el prófugo Jorge Winckler Ortiz ante juzgados federales para echar atrás la decisión tomada por la Comisión Permanente de la Legislatura el pasado 4 de septiembre (cuando se le quitó del cargo y se colocó en su lugar de manera temporal a la actual encargada de la Fiscalía), han sido sobreseídos, es decir, rechazados.

¿Qué hará el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez en el tema de la Fiscalía? De entrada, el gobernador ha mostrado un total respaldo a la abogada, y su postura hacia ella puede ser extender su gestión como Encargada hasta que el tiempo atenúe estas sospechas, y si es posible (o acto seguido), colocarla como parte de la terna para ocupar de forma definitiva el cargo de abogada de Veracruz.

Sobre lo primero, baste recordar que ha estado al menos en dos reuniones públicas, la primera en la Mesa por la Paz y la segunda, en Palacio de Gobierno, con el Subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Alejandro Encinas, quien según comentarios en la intimidad trajo el respaldo de la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; un apoyo político y jurídico, de confianza, que puede servirle de mucho a la abogada cuestionada.

Hay que recordar que, más allá de las hipótesis fragiadas en su contra por ser prima hermana de La Jefa, no se le ha señalado por la comisión de algún delito por el cual perseguirla. Eso de que al reunirse con el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, le habría pedido que liberara a su prima Zeta, que purgaba su pena en un reclusorio de Morelos en que estaba recluida, suena a la más tonta imaginación política.

Ni el Fiscal Gertz Manero es un monigote que solo espera a hacer favores de quien llegue a presentarse (hay que recordar que el caso estaba en manos de un juez y no de la Fiscalía), ni Verónica Hernández Giadáns es tan tonta como para poner en entredicho su puesto recién otorgado negociando la salida de un criminal.

Digo, para golpear a la Encargada de la Fiscalía está bien el cuentito, pero la verdad es que no funciona para llevarla a juicio.

Si colocan a Hernández Giadáns en la terna, tendrá Morena que asegurar al menos 34 votos en favor de la abogada para consolidarla de aquí al 2029.

Frases sin disfraces

“Si sientes miedo de fallar, seguramente fallarás”. Kobe Bryant

Comentarios: belin. @gmail.com

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