Teocelo, Ver. – Cientos de habitantes y turistas celebraron este sábado el 75 Aniversario de la realización de las festividades del Santo Entierro de Cristo, que forman parte de una tradición religiosa que se remonta a 400 años atrás en esta población los últimos días del mes de enero.

Al filo de las 17 horas partió la procesión de la Iglesia del Calvario, con las imágenes de la Virgen de la Asunción y del Santo Entierro, autoridades eclesiásticas, seguidas del monumental arco floral cargado por no menos de 100 hombres, así como los tradicionales disfrazados y grupos de música.

La alfombra de aserrín de un kilómetro, que vecinos de 15 barrios tardaron en elaborar toda la noche anterior, desaparece bajo los pies de la comitiva, que es seguida por la mirada respetuosa de locales y foráneos, y cuyo avance anuncian cohetes lanzados al cielo.

Don Pedro González, artesano encargado de su elaboración, informó que ocho personas trabajaron durante una semana para elaborar el tradicional arco floral, con una altura de 15 metros y medio y un peso de no menos de dos toneladas.

Cada año cada arco es financiado por un mayordomo y el diseño es diferente, y en esta ocasión se observa la urna del Santo Entierro, abierta, con una cruz en la parte superior y dos ángeles hincados en la parte de abajo.

Hace una semana un grupo de habitantes acudió hasta los límites de Puebla y Veracruz para la compra de la flor de cucharilla y chímale y dio inicio la elaboración de esta obra de arte que a partir de este sábado lucirá en toda su expresión en la fachada de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

Como también es tradición, a las diez de la noche de este viernes inició la colocación de la alfombra artesanal de aserrín, que llevan a cabo vecinos, y para lo cual hay un ambiente de fiesta pues se organiza un fandango para aguantar la desvelada.

El arco floral llegó a la parroquia aproximadamente a las 18:30 horas, donde ya era esperado por fieles creyentes, pero también por otro grupo de hombres bien organizados, que se encargan de levantarlo hasta colocarlo al frente del templo religioso.

La maniobra dura aproximadamente otra media hora, hasta que el arco queda perfectamente sujetado a la fachada, momento en que inicia un repique de campanas y el párroco da inicio a la misa que es presenciada por toda la población.

AVC

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