El conflicto en medio oriente entre Estados Unidos e Irán representa una serie de riesgos y beneficios para nuestro país. Por un lado, se han disparado los precios del petróleo -lo que aumenta considerablemente los ingresos del país por exportaciones de crudo-, pero al mismo tiempo, significa que el subsidio al precio de la gasolina deberá ser mayor al que se había presupuestado. Eso sin contar la inestabilidad que vivirán los mercados financieros y las empresas.

No obstante, de mantenerse el precio al alza, el gobierno de López Obrador tendrá recursos suficientes para cumplir al menos tres propósitos fundamentales: ampliar la cobertura de sus programas sociales, generar una bolsa adicional de recursos no etiquetados -dinero fresco para la elección intermedia de 2021-, y justificar la construcción de la refinería de Dos Bocas, ante un mercado inestable y escaso.

Para nadie es un secreto que pese al incremento del comercio y el turismo, la economía nacional sigue petrolizada. Es por eso que la guerra y el petróleo podrían salvar al Presidente de la crisis económica y la recesión.

Así, mientras Estados Unidos e Irán incrementan la hostilidad en el Golfo Pérsico, en la Secretaría de Hacienda y Petróleos Mexicanos empiezan a sacar cuentas alegres y relamerse los bigotes ante lo que podría ser el ingreso por exportación de crudo más importante en los últimos años.

Van algunos datos. El éxito del paquete económico 2020 depende enteramente de dos factores: el aumento de la producción de petróleo y un precio estable que se mantenga por encima de los 50 dólares.

En la Ley de Ingresos, la Secretaría de Hacienda contempla un incremento de 17 por ciento en la producción petrolera. Las estimaciones para este año suponen que Petróleos Mexicanos debe producir 1 millón 950 mil barriles de petróleo al día, una cifra que se antoja inalcanzable; como referencia, nuestro país tuvo una producción diaria de 1 millón 671 mil barriles durante el pasado mes de julio, según documentó el diario especializado El Financiero.

Los niveles de producción actuales representan menos de la mitad de lo que logrado hace quince años. La última vez que Petróleos Mexicanos consiguió un aumento de 17 por ciento en su producción fue hace casi 40 años, cuando comenzó a explotar el yacimiento de Cantarell, uno de los más prolíficos a nivel mundial pero que ha entrado en sus últimas etapas de extracción.

La buena noticia para el gobierno federal es que según el proyecto aprobado por el Congreso, el precio del crudo se estableció en 49 dólares por barril -un pronóstico menor a los 55 dólares por barril del presupuesto para el año 2019-, sin embargo, tras la escalada del conflicto en medio oriente, hoy se cotiza en el mercado hasta en 69 dólares.

Para darnos una idea de la proyección, la mezcla mexicana de exportación se vendió en septiembre pasado hasta en 57 dólares por barril, sólo dos dólares por encima del estimado para el año pasado. Por ello, este año hicieron una proyección más conservadora y que da certidumbre a las finanzas públicas del país ante posibles caídas drásticas en el precio del energético. Pero el conflicto militar y el mercado parecen jugar –al menos provisionalmente- a favor de nuestro país.

Así, de no lograrse el plan de aumentar la producción de petróleo, un barril por encima de los 60 dólares podría mitigar el desajuste en el presupuesto del gobierno morenista. En el escenario ideal –mayor producción a mayor precio-, el país tendría que volver a aprender a “administrar la abundancia”.

La abrupta escalada del precio del barril no estaba realmente en los planes del gobierno mexicano. Apenas la primera semana del año, el gobierno anunció la compra de coberturas petroleras para el ejercicio fiscal 2020, con lo que se garantizó el precio promedio de 49 dólares por barril, en línea con el precio del petróleo establecido en el presupuesto 2020. Sin embargo, no detalló cuántos barriles se cubrieron o cuánto se gastó.

En 2019 el gobierno gastó 23 mil 489 millones de pesos (mdp) para garantizar un precio de 55 dólares por barril, mientras que en 2018 se destinaron 24 mil 134 mdp. Las coberturas petroleras son un instrumento que le permite a México vender petróleo a un precio predeterminado, incluso si el precio en el mercado es más bajo, algo que parece no sucederá en el futuro inmediato.

Por eso cuando a López Obrador le preguntaron sobre el conflicto en Medio Oriente prefirió guardar silencio, cuando pudo hacer un diplomático llamado a la paz. Por supuesto que tampoco está pensando en la guerra, pero los millones de dólares que esta crisis le genere a su gobierno ayudarán a salvarnos del naufragio.

Las del estribo…

1.    Hasta ahora, el Presidente del PRI Marlon Ramírez no se ha pronunciado sobre la fallida pretensión de expulsar a cuadros distinguidos del partido. Alguien lo intenta embarcar en conflictos que lo debilitan; en el caso de Raúl Ramos, fue la propia Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI –la que hoy él preside en el estado- la que exhibió a su hijo como implicado en la creación de empresas fantasmas durante el gobierno de Duarte.

2.    Esta semana serán dos las organizaciones que solicitarán su registro como partido político ante el OPLE. Ellas son Todos por Veracruz y Podemos, mismas que realizaron sus asambleas constitutivas en los últimos días del año que recién concluyó. De aprobarse, serían formalmente partido político hasta mediados de año, unas semanas antes del inicio del proceso electoral 2021 en el que se renovará el Congreso y los Ayuntamientos.