Coatzacoalcos, Ver.- El homicidio de más de 30 personas, cierres de negocios, desempleo y pérdidas millonarias han dejado como saldo los ataques a negocios en Coatzacoalcos durante los últimos siete meses.

El recuento

Los atentados comenzaron el 28 de mayo, cuando fue incendiada una sucursal de la cadena “Bama”, que se encuentra a la altura de las avenidas Uno y Román Marín, en la colonia Prócoro Alor.

El incendio fue precedido de una explosión, que ocasionó quemaduras en el 40 por ciento del cuerpo a uno de los empleados. La tienda volvió a operar días después y la víctima continuó trabajando tras permanecer hospitalizado.

Julio, cuatro casos

Transcurrió poco más de un mes y, nuevamente, el hampa atacó otro establecimiento, pero ahora sí hubo pérdidas humanas. Fue en el bar “la Catrina” la noche del 16 de julio cuando sujetos desconocidos irrumpieron, abrieron fuego contra dos empleados y después rociaron gasolina en el inmueble que se encuentra sobre la calle Prolongación de Hidalgo entre Reforma y Constitución.

Luego del ataque murió una mujer identificada como Diana Isabel Sánchez Campos, que recibió disparos en las piernas y sufrió quemaduras en el cuerpo.

Dos noches después, el 18 de julio, la delincuencia fue sobre dos comercios.  El primer caso ocurrió alrededor de las ocho de la noche en un local de cocinas integrales propiedad del delegado de Tránsito y Vialidad, Ricardo Williams Rojas.

Los responsables ocasionaron un incendio en el establecimiento que se encuentra sobre la avenida Miguel Hidalgo casi esquina con Pedro Moreno; sin embargo, las corporaciones de auxilio sofocaron las llamas y no hubo reporte de lesionados.

Una hora más tarde fue incendiado un vehículo que se encontraba en un lote de autos a la altura de las avenidas Independencia e Ignacio de la Llave. Según testigos, dos sujetos rociaron gasolina a la unidad, le prendieron fuego y se dieron a la fuga. En tanto, bomberos de la localidad apagaron las llamas.

La noche del 22 de julio sujetos desconocidos incendiaron una palapa ubicada sobre el malecón costero casi a la altura de la avenida Ignacio Aldama.

De manera extraoficial, se supo que los responsables iban a bordo de un vehículo blanco y desde ahí fue lanzada una bomba molotov.

El atentado ocurrió alrededor de las 23:00 horas y la emergencia fue controlada por bomberos de la localidad; sin embargo, el negocio prácticamente fue pérdida total. Semanas después, el bar volvió a funcionar con normalidad.

Se presume que los ataques están relacionados con extorsiones y cobros de piso a los propietarios.

La noche de Caballo Blanco

Un mes después, la noche del 27 de agosto, ocurrió el multihomicidio en el centro nocturno “Caballo Blanco”, que le costó la vida a 30 personas.

Varios hombres armados llegaron al antro de vicio que se encuentra sobre la calle Román Marín casi esquina con Independencia, arrojaron bombas molotov, cerraron el negocio y se dieron a la fuga, pese a que a unas cuadras se encuentra el cuartel de la Policía Naval.

Los bomberos sofocaron el incendio, pero no pudieron salvar a las bailarinas, empleados y clientes que ahí se encontraban.

Inician los «cortinazos»

El 25 de septiembre iniciaron una serie de robos a negocios en Coatzacoalcos, en los que los responsables operan durante la madrugada, rompen las cortinas de acero y de esa forma se llevan dinero u objetos de valor.

La primer víctima fue una tienda de telefonía celular que se encuentra sobre la avenida Hidalgo entre Pedro Moreno y Matamoros, frente al mercado Morelos.

El 23 de noviembre tocó el turno a la sucursal de Elektra, ubicada sobre la avenida Carranza esquina con Miguel Hidalgo. El saldo fue de varios aparatos electrónicos robados y la cortina de acero destruida. No hubo detenidos.

Durante la madrugada del 3 de diciembre, sucedió lo mismo en una tienda de pinturas de la empresa Comex, sobre la avenida Juan Escutia casi esquina con Democracia.

Una semana después, el 10 de diciembre, se registró el robo de tres farmacias en una misma madrugada. Los negocios atacados bajo el mismo modus se encuentran a la altura de las calles Juan Escutia y Lindavista, Avenida Uno y carretera Antigua a Minatitlán así como en Quevedo y Platón Sánchez.

Entre la noche del 11 y la madrugada del 12 de septiembre hubo otro robo en un negocio ubicado sobre la avenida Abasolo, entre Hidalgo y Malpica.

Dos días después, el 14 de diciembre, fue descubierto otro atraco en una tienda de pinturas de la avenida Zaragoza, casi esquina con Pedro Moreno.

Y este miércoles se supo de dos casos más, una tienda de pinturas sobre la avenida Universidad a la altura del tramo conocido como “Las Palmitas” y en un local de auto partes eléctricas, en la esquina de las avenidas Juan Escutia y Constitución en la colonia Benito Juárez Norte. En total, suman 10 casos de este tipo y no hay reportes de detenidos por esta ola de robos.

A lo anterior hay que sumar una larga lista de robos y asaltos, en la que destacan un caso ocurrido la noche del 12 de septiembre en una tienda de autoservicio de las calles Juan Escutia y Democracia así como la noche del 1 de diciembre en la calle Úrsulo Galván casi esquina Reforma, en la colonia Puerto México. En ambos casos, los delincuentes asaltaron a empleados y clientes.

Grúas Vázquez

Anoche, hombres armados incendiaron el corralón de la empresa “Grúas Vázquez”, en la colonia María de la Piedad, lo que dejó un saldo preliminar de siete unidades pesadas calcinadas, cinco de ellas grúas con valor superior al millón de pesos cada una.

Los hechos acontecieron alrededor de las 19:00 horas en las instalaciones ubicadas sobre la avenida Díaz Mirón entre Pedro Moreno y Matamoros, a tres cuadras de la base de la Policía Estatal.

Bomberos y elementos de Protección Civil se trasladaron al inmueble para controlar la emergencia.

Trascendió que los responsables sacaron al guardia, lanzaron bombas molotov y eso desató las llamas, que arrasaron con casi todo a su paso; sin embargo, el personal trató de salvar algunas unidades y debido a ello resultaron intoxicados.

En varias ocasiones las instalaciones han sido blanco del hampa, con disparos en la fachada cualquier cantidad de veces, pero sin víctimas fatales que lamentar.

AVC