“La Fiscalía violó los derechos humanos de Luis Ángel Bravo”. CEDH
Marlon Ramírez Marín es un señor (ya dejó atrás la juventud hace mucho tiempo; es más, ya piNta canas) que, a pesar de haber tenido oportunidades de formarse como un político serio, con oficio, cuando fue Subsecretario de Gobierno decidió echar todo por la borda atado por una desmedida ambición y una mediocridad que le brota por los poros, las cuales solo en un jarocho traidor y oportunista como es él puede darse. Dejar tirada la candidatura de Anilú Ingram para pasarse del lado de la familia Yunes del PAN, habla por sí solo de la calidad moral de este individuo.
Bueno, pues ese señor, tuvo la suerte, en medio del desastre electoral anterior que dejó al PRI casi sin registro, de recoger de la basura lo que quedaba del tricolor y convertirse en presidente del CDE, seguramente con la instrucción de terminar de destruirlo y enterrarlo, porque actúa como si esa fuera la orden que le dieron sus jefes Jorge Carvallo Delfín y Miguel Ángel Yunes Linares.
El pasado sábado, en el restaurante del Hotel Veracruz, se celebró la comida anual de la asociación política Alianza Generacional, que dirige en la entidad el diputado Héctor Yunes Landa, quien le corrió la cortesía, como lo hace cada año al presidente en turno, a Marlon Ramírez Marín en su calidad de líder estatal del PRI.
Ahí estuvieron al menos unos 250 priistas de las bases que aún quedan, los auténticos militantes de ese partido que no se doblan. También estuvo Felipe Amadeo Flores Espinoza, Jorge Uscanga Escobar, alcaldes, regidores y actores políticos que pertenecen a la asociación y que con mucho gusto acuden a las reuniones para las que son convocados.
Pero el que no llegó fue Marlon Ramírez Marín, quien se encontraba, según le narró Joel Arcos Roldán a Héctor Yunes Landa, en otro lugar, al parecer La Parroquia, con los integrantes de la directiva del PRI y con la diputada Anilú Ingram quien, pese a las traiciones y todo lo que le ha hecho Marlon, no deja de seguirlo como si se tratara del mismísimo Osorio Chong.
Marlon los tenía ahí convenciéndolos para que no acudieran a la reunión de Alianza Generacional, reteniéndolos mediante amenazas porque según él son fuerzas con las que no deben tener convivencias, cuando son las únicas que quedan del tricolor. Vaya torpeza.
Ya casi para terminar la reunión y habiendo logrado su intención de que no asistieran los integrantes de su comité, él fue a tratar de excusarse con Yunes Landa a quien le dijo que había tenido otros compromisos, que además ahí estaba Jorge Uscanga con quien traía una diferencia porque había echado del jurídico del CDE del PRI a su hijo Darío Uscanga, luego de 15 años de permanecer ahí ganando casi cien mil pesos mensuales, sin hacer nada, porque no sabe hacer nada.
¿Pero qué estará pensando este señor Marlon, que el PRI sigue siendo un instituto político fuerte el cual le pusieron para que lo manejara a capricho de quien lo encumbró?
Quienes quisieran tener la oportunidad de trabajar por el PRI ya no están, los que quedan son unos cuantos y prefieren dejarle la presidencia al peor. A ver cómo les va en el próximo proceso electoral a estos zánganos de la política que no escarmientan.
En el PAN, los Yunes… tan-tan
La fuerza que tiene el Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, al interior de la militancia quedó muy clara en la votación de los Consejeros Estatales, durante la Asamblea que este domingo realizaron en el World Trade Center de Boca del Río, con un resultado 70-30 a favor de todo el equipo que conforma la actual dirigencia estatal y que sin duda ha hecho un gran trabajo.
Con ello queda más que minimizado el grupo Yunista, que hizo presencia e intentó demostrar que aún trae mano en el partido, pero para su sorpresa no fue así. No tuvieron el apoyo de los delegados de todo el estado, por el contrario, se vieron débiles, ya no queda casi nada de lo que estaban acostumbrados a ser, porque en realidad no existía un contrapeso que les hiciera frente, un contrapeso fuerte, como ha quedado claro que lo es Joaquín Guzmán.
Otro crimen político
La mañana de este lunes, al arrancar la semana, nos amanecimos con la noticia de otro crimen que se comete en territorio veracruzano con fuerte tufo a homicidio de origen político-mafioso.
Fue asesinado el exalcalde de Paso del Macho, Rafael Pacheco Molina, quien era militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Los hechos ocurrieron, según nos cuentan, a las seis treinta horas, cerca del Palacio Municipal, sin que las autoridades municipales pudieran detener a los agresores, como pasó recientemente con el crimen del dirigente campesino cenecista Juan Carlos Molina Palacios, de cuyos autores nadie sabe nada, menos las autoridades de la Fiscalía del Estado.
Pacheco Molina se desempeñaba en la administración actual de Paso del Macho como Director de Obras Públicas.
Después del homicidio, llegaron como siempre elementos de la Fiscalía Estatal para acordonar la escena del crimen, y hacer el levantamiento del cuerpo.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó que desplegó un operativo de seguridad en la zona para tratar de dar con los responsables, aunque eso y la carabina de Ambrosio son lo mismo en esta lúgubre 4T.
De reuniones navideñas
Comienza el periodo vacacional de fin de año y las familias se reúnen a compartir el pan y la sal, sin costosas viandas ni vinos caros porque la cosa está más que crítica, una sopita, una chilatole de pollito y unas caguamas son suficientes para pasarla bien con los primos, los compadres, los amigos, antes de que llegue la noche del 24, esperando a que pasen las ramas para darles un pesito aunque sea y vámonos.
Lo que no faltan son las preguntas sobre el estado en que cada quien se encuentra o ve la situación. Esa es pregunta obligada y tema de conversación de la mesa el tiempo que dure.
Nosotros, que hemos padecido en carne propia los estragos violentos de estos años en que nos han arrebatado a familiares cercanos, que sufrimos las consecuencias de la llegada de la 4T que dejó sin chamba, injustamente, a varios familiares de nivel universitario que cumplían con un trabajo honesto y eficiente en una oficina pública a la que llegaron los parientes del titular de otra dependencia a suplirlos, sin la mínima experiencia en un acto criminal.
Nosotros que malamente vamos sobreviviendo como vamos pudiendo, sin dejar un solo día de trabajar, damos nuestra opinión: mal, muy mal, esto va cada vez peor, no es el cambio que esperábamos.
Pero no faltan los parientes que opinan distinto, que siguen depositando la esperanza en los nuevos funcionarios, que piensan que es muy poco tiempo todavía para exigir un cambio, que no se ha podido hacer nada porque les heredaron a los nuevos un cochinero.
Este será, sin duda, el tema navideño, el que terminará por separar más a las familias y polarizarlas, entre los que entienden y los que no quieren hacerlo porque por encima de aceptar un error está el orgullo, la arrogancia y la ignorancia.
Reflexión
Un molito de cadera, que todavía es temporada, le recomendamos a nuestro amigo Américo Zúñiga allá en la Angelópolis. Lo encuentra todavía en cualquier restaurante del centro de la ciudad.