La mejor noticia que pueden recibir los trabajadores veracruzanos cuyos salarios y prestaciones dependen del Gobierno estatal, es el anuncio que hace la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), a cargo de José Luis Lima Franco, de que el Estado pagará sueldos, salarios y aguinaldos en tiempo y forma sin sobre endeudar al Estado, gracias a la fortaleza con que cuentan las finanzas públicas. Durante muchos años, el mal manejo de las finanzas comprometió los recursos del gobierno estatal que, en muchos casos, estaba imposibilitado para cumplir con sus obligaciones, lo que generaba desconfianza en todos los sectores. Cada año se llegaba a diciembre con la incertidumbre de cómo se iba a hacer frente a las obligaciones laborales en materia de sueldos, salarios y aguinaldos. Las administraciones anteriores tenían que recurrir a créditos por montos muy elevados, con tasas y comisiones por disposición que comprometían los recursos de los veracruzanos. En 2017, estos créditos superaron los 4 mil 300 millones de pesos, con sobre tasas del 2% y comisiones por disposición de 2.75%. Eso generaba un gasto al Gobierno por 198 millones de pesos; dinero que podría haber sido utilizado para atender de mejor forma a los trabajadores. Los bancos no podían ofrecer mejores condiciones para acceder a estos créditos debido a que no existía una administración ordenada que asegurara el pago, y el riesgo para prestar el dinero era muy alto; por ello las tasas y comisiones tenían que ser muy elevadas. No existía un entorno favorable. El Gobierno no cumplía con sus obligaciones.

Las calificadoras no respaldaban las prácticas en materia financiera, razón por la que los bancos no miraban con buenos ojos la gestión de los recursos. Pero hoy las condiciones son otras. Las finanzas de Veracruz son más fuertes. Desde el inicio de la administración de Cuitláhuac García Jiménez, se han llevado a cabo acciones orientadas a sanear las finanzas y los resultados ya se empiezan a transformar en beneficios para todos los veracruzanos. Fue a través de las leyes de Austeridad y de Planeación, una minuciosa contención del gasto, el pago oportuno y un buen manejo de la deuda, la transparencia en los estados financieros, el pago a proveedores y una muy favorable reestructuración de la deuda, que las calificadoras otorgaron una revisión al alza en sus reportes. Esa confianza permite que se vuelva a mirar a Veracruz con buenos ojos. Una muestra contundente de esto es la disminución en la sobre tasa que se logró con la reestructura, que pasó de 1.17% a 0.73%, sin extender el periodo para pago de la deuda, y sin aumentar un solo peso el monto de la misma. Ahora, el Estado está en mejores condiciones para negociar, los inversionistas tienen la certeza de que en Veracruz hay condiciones para hacer negocios, y los bancos confían en este gobierno.