Por alguna extraña razón, la narrativa oficial ha descobijado los logros alcanzados por el gobierno en materia de finanzas públicas. A diferencia de las administraciones pasadas, la deuda se estabilizó, se pagó a los Ayuntamientos, no hay proveedores manifestándose por falta de pago, jubilados y pensionados reciben a tiempo su dinero y las dependencias reciben completas sus ministraciones. Basta recordar que en la administración pasada no se compraba un foco sin la autorización del mandatario.

Como se dice en la jerga periodística, la nota es que las finanzas públicas han dejado de ser nota. En todo caso, y de manera poco afortunada, se ha puesto énfasis en los temas más polémicos que pocos dividendos han dado al gobierno –seguridad pública, salud, justicia–, tal vez tratando de ganar la “pos verdad” en medios y redes sociales.

Al menos en lo mediático, lo urgente ha robado espacios a lo importante. Y tal vez en ello también influye el carácter reservado del Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, quien hoy se presenta ante la Comisión de Hacienda para comparecer con motivo de la Glosa del Primer Informe de Gobierno. Los resultados deberán hablar por él, algo que le han reconocido el Gobernador y los buenos amigos que conserva en la Secretaría de Hacienda.

En su comparecencia de hoy, Lima Franco presentará una radiografía donde la salud de las finanzas pública ha pasado de la sala de emergencias a una fase de delicado pero estable. Veracruz sigue debiendo mucho dinero aunque quedó atrás del catastrofismo que sólo buscaba una renta política.

Son cuatro los puntos más importantes a los que habrá de destacar el Secretario de Finanzas, a decir de la austeridad y la contención del gasto, el esfuerzo recaudatorio, la planeación con innovación legal y operativa, y la reestructura de la deuda y el aval de las calificadoras crediticias.

En el primer caso, el gobierno ha empezado a obtener los primeros frutos de la ley de austeridad aprobada al inicio de esta administración, si bien es urgente que se convierta en una conducta generalizada ante los excesos que aún cometen algunas dependencias y sus titulares. Con la ley se evitó la compra indiscriminada de vehículos para funcionarios, gastos de representación y otras canonjías.

Pero tal vez el logro más importante fue en términos de la disciplina financiera. Se logró un balance presupuestario, se redujo el costo del servicio de deuda y se elevaron los ingresos propios hasta un 10 por ciento, algo que no sucedía en años. Al mismo tiempo, se cuadriplicaron los procesos de licitación con lo que el gasto ejercido por esta vía alcanzó el 81%, es decir, ocho de cada diez pesos del gasto fueron licitados. Y aunque el porcentaje podría ser mejor, el 41% de las adjudicaciones se hizo a empresas veracruzanas.

Por cuanto hace al esfuerzo recaudatorio, la Secretaría de Finanzas refiere en su informe que Veracruz pasó del lugar 17 a 8 a nivel nacional en eficiencia recaudatoria, del lugar 29 al tercero –el avance más importante entre todas las entidades federativas- en ISR participable, además de que se logró aumentar al 200% los ingresos por impuesto a juegos, loterías y apuestas, sin que esto haya resultado en perjuicio de empresas y jugadores.

La recaudación de ingresos propios, refiere el informe preliminar, alcanzó más de 7 mil 338 millones de pesos, lo que equivale a un aumento del 12% respecto al año pasado. Y se lograron ingresos importantes gracias a la coordinación con el SAT por casi 100 millones de pesos, actos de auditoría fiscal y el programa de reordenamiento vehicular #Borrónyplacasnuevas que termina hasta el mes de diciembre pero que estaría alcanzado la meta antes de lo previsto.

Finalmente, uno de los logros más reconocidos a la actual administración -y particularmente a la Secretaría de Finanzas- fue la reestructura de la deuda y la renovada confianza de las calificadoras crediticias. Hoy se sabe con certeza que el Estado adeuda 41 mil 582 millones de pesos y que serán los bancos los que compitan con piso parejo para reestructurar estos pasivos.

Gracias a ello, el gobierno pudo saldar los compromisos de fin de año al inicio de la administración e inició el pago de deudas ancestrales que se venían arrastrando de administraciones pasadas. En cumplimiento de mandatos judiciales –que beneficiaron a Ayuntamientos de todos los colores-, se liquidaron más de 1 mil 400 millones de pesos en adeudos.

Según el Sistema de Alerta de la Secretaría de Hacienda, Veracruz ya no tiene puntos rojos en cuestiones de deuda, lo que permitió que las calificadoras elevaran su confianza hasta en 6 lugares en el caso de Moody´s (BBB), 2 lugares HR Ratings (BBB-) y un lugar Fitch Ratings (BBB).

Las finanzas públicas no son dolor de cabeza para el Gobernador. Tal vez por ello no se ha preocupado en subirlo a la agenda mediática. Hoy es buen momento.

Las del estribo…

  1. El sabor agridulce de la inseguridad. Mientras medios nacionales destacaron el informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el que se asegura que 2019 será el año más violento de la historia, el mismo documento nos dice que octubre ha sido el mes con menor violencia del primer año del gobierno de Cuitláhuac García. Esperemos que no sea flor de un día que se marchite en invierno.
  2. Más allá de la opinión sobre el desempeño de cada Secretario de despacho, lo cierto es que hasta ahora –Eric Cisneros y José Luis Lima Franco- han venido cumpliendo con la disposición legal de entregar con anticipación al Congreso el contenido de su comparecencia. Ayer Marijose Gamboa resultó muy respondona pero olvida que en el yunismo los diputados se enteraban sobre la hora de los temas a tratar.