Molesta por la “inadecuada titulación” de unas declaraciones periodísticas que hizo en Ixtaczoquitlán el pasado jueves 14 –acerca de las protestas de estudiantes de Psicología acosadas sexualmente por catedráticos–, la rectora de la Universidad Veracruzana (UV), Sara Ladrón de Guevara, reclamó a un diario digital de Xalapa que “el título que ustedes dieron a mi entrevista es una forma de violencia en este caso en mi contra.”

“Las mujeres hemos siempre sido objeto de tratos innobles. Yo misma he vivido situaciones de agravio y lamento que mi generación no encontró los mecanismos para el reclamo y naturalizamos una cultura de violencia”, afirmó, anunciando que el próximo lunes 25 será presentado en Poza Rica “nuestro protocolo para atender casos de acoso y hostigamiento sexual.”

“Sabemos que hay muchas formas de denigración por género y por otras diversidades. Queremos construir una sociedad más justa y absolutamente libre de violencia”, reiteró.

Pero el Expediente CEDH/1VG/DAM/0220/2018, que originó la Recomendación 01/2019 emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos el 30 de enero de este año, evidencia el doble discurso de Sarita.

Y es que dicha Recomendación se deriva por la negativa de la Universidad Veracruzana, basada en discriminación por razón del sexo y aplicación retroactiva de la reglamentación interna de la UV, para extender los servicios de salud al cónyuge de una empleada administrativa, el cual labora también en la máxima casa de estudios como tipo “personal eventual”, sin derecho al Servicio de Atención Integral a la Salud (SAISUV) ni a ningún otro servicio médico.

En junio de 2017, siguiendo los pasos de afiliación de cónyuges vigente, la quejosa acudió a la ventanilla de afiliación de la Coordinación Administrativa SAISUV. Sin embargo, el trámite le fue negado porque “las mujeres trabajadoras de tipo personal de confianza no teníamos ese derecho de afiliaciones a esposos y/o cónyuges, sólo trabajadoras académicas o personal femenino con cargos medios y superiores (funcionarias).”

El 14 de junio del año antepasado le notificaron que “el servicio de salud será otorgado siempre atendiendo a la disponibilidad presupuestal de la UV.”

La quejosa expuso mediante oficio a la rectora que “si la situación financiera de la UV no podría solventar el gasto que generaría el afiliar a esposos/cónyuges de trabajadoras de confianza, entonces ningún trabajador, ya sea mujer u hombre, de tipo ‘personal de confianza’ podríamos tener ese beneficio/derecho al SAISUV.”

“De no ser así, la Universidad Veracruzana estaría entonces infringiendo en una desigualdad de género y discriminación al no tener las mismas oportunidades y/o derechos laborales las mujeres trabajadoras conforme a los hombres trabajadores dentro de la UV”, resumía.

El 8 de enero de 2018, en una reunión en la Secretaría de Administración y Finanzas, funcionarios universitarios aceptaron verbalmente “que se trataba de un asunto de discriminación de género”, prometiéndole a la quejosa hacer “una restructuración del SAISUV” atendiendo al seguimiento de su caso.

Pero hasta el año pasado no había recibido ninguna notificación.

Charleston también informa

Donde también hubo un acto de rendición de cuentas fue en el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje (TECA), pues este miércoles el Magistrado Presidente de dicho órgano colegiado, Fernando Charleston Salinas, hizo entrega de su informe anual de actividades 2019, tal como lo marca la fracción IX del artículo 33 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.

Por cierto, este viernes 22 hará lo propio el presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, Edel Álvarez Peña, quien igualmente informará de los logros alcanzados durante los tres años de su periodo como titular del TSJE. Bien.

Agradecimiento

A título personal y a nombre de mi familia expreso mi más sincero agradecimiento a los editores, lectores y amigos por sus sentidas condolencias, oraciones y solidaria compañía ante el fallecimiento de mi amada hermana Reynalda, acaecido el domingo pasado en la congregación de Rinconada, municipio de Emiliano Zapata.

De todo corazón, muchísimas gracias.

Por este doloroso suceso fue que esta columna dejó de publicarse un par de días.