Este 20 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador eliminó oficialmente las Zonas Económicas Especiales (ZEE) creadas durante el sexenio anterior con el objetivo de desarrollar el sur de México, donde están los estados más pobres del país.

Uno de los puntos afectados fue Coatzacoalcos que, con el modelo abolido, había generado expectativas de inversión en una zona golpeada persistente y demoledoramente por la violencia criminal, que ha obligado al cierre masivo de fuentes de empleo y al éxodo masivo de familias a otras regiones del país a comenzar de nuevo.

El cambio en el tratamiento hará más penoso el paso de los meses y años siguientes: a la falta de una estrategia exitosa que evite el cierre de empresas por la intervención violenta de las bandas criminales y el fracaso del tratamiento que pretendía levantar a la ciudad y la región, Coatzacoalcos ha sido enviado a piso, a la espera de que opere el nuevo tratamiento: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que contempla un canal terrestre alternativo al Canal de Panamá, con el fortalecimiento de las vías férreas y carreteras entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca.

Según especialistas en el sector ferroviario y naviero, sin embargo, para que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec compita con el canal de Panamá se requiere que por lo menos transiten 200 trenes diarios entre los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, por lo que este proyecto es una quimera.

Como decía, López Obrador puso fin a las zonas ubicadas en Puerto Chiapas, Chiapas; Coatzacoalcos, Veracruz; Lázaro Cárdenas-La Unión, en Michoacán y Guerrero; Progreso, Yucatán; Salina Cruz, Oaxaca, así como en Campeche y Tabasco, según el decreto publicado este miércoles en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

En su lugar, el gobierno federal dará prioridad a sus grandes proyectos como el Tren Maya (que el 15 de diciembre escenificará una más de las torcidas consultas para su puesta en marcha, aun cuando recibirá en 2020 menos presupuesto), la refinería de Dos Bocas (de la que tanto se jacta Rocío Nahle, aunque el proyecto esté ubicado en una zona cenagosa) y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Idealmente, el proyecto tendría que correr, al paso de los años, de manera paralela con la promoción de grandes inversiones en la región ístmica, con incentivos fiscales a las empresas que planteen su interés en afincarse en un corredor que carece de infraestructura urbana, de capital humano y, para colmo, de interés y aceptación de las poblaciones ahí asentadas, muchas de ellas indígenas, que hace años se han opuesto al tren interoceánico.

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Las ZEE, un proyecto de papel

Desde abril, AMLO expresó su intención de desaparecer las zonas, pero la iniciativa privada pidió dialogar para tratar de asegurar su continuidad. El decreto de este miércoles indica que a la fecha no se ha otorgado permiso o asignación alguna como administrador integral en las ZEE por no haberse cumplido los requisitos legales.

Sin lugar a dudas, el proyecto de Zonas Económicas Especiales fue un excelente proyecto… de papel. Para la atracción de inversiones privadas, el gobierno federal anterior no cumplió con realizar grandes obras de infraestructura ni generó certidumbre jurídica para los jugadores.

Según el gobierno de Enrique Peña Nieto, las zonas especiales pretendían cerrar las brechas regionales mediante el desarrollo industrial que atrajera inversiones, generase empleos de calidad, desarrollara cadenas de valor y detonase una demanda de servicios locales.

Nada de eso ocurrió, por más que Peña Nieto calculó el arribo de inversiones por al menos 5 mil 300 millones de dólares, con las que se crearían más de 12 mil empleos.

Veracruz no hizo gran cosa por retomar el proyecto federal y hacerlo suyo, y menos ahora que el gobierno estatal está sometido al federal. Sólo lo hizo Yucatán que, previendo la cancelación del programa, en mayo pasado anunció que echaría a andar en Progreso un Polo Tecnológico del Bienestar.

El problema para el sur de Veracruz y la zona del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca es que la transición de ZEE a Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec será, como todas las que ha emprendido el gobierno federal morenista, lenta y azarosa.

A la desaparición de programas de administraciones anteriores como, por ejemplo, el del Seguro Popular, la puesta en marcha del que ha de sustituirle es incierta y, en el caso sanitario, riesgosa para la salud de la población pobre que estaba siendo atendida por el programa creado en el gobierno de Vicente Fox Quezada, y que hoy no sabe cómo ni cuándo será incorporada al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

El decreto que desaparece las ZEE entró en vigor este miércoles. En 30 días hábiles, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) dará por concluidas las obligaciones que contrajo el Gobierno Federal con estados, municipios y particulares.

En tanto, los inmuebles de dominio público serán puestos a disposición del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales en 60 días naturales.

En el caso de Coatzacoalcos se harán las gestiones para que los inmuebles que eran para la ZEE “sean aportados al patrimonio del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec”.

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Polvo de gis

Chairos pedotes… El pasado viernes 8 de noviembre los medios locales dieron fe de un fuerte accidente ocurrido en la madrugada sobre la avenida Rafael Murillo Vidal. El auto fue abandonado por sus divertidos, aunque asustados, tripulantes, luego de chocar contra un poste de Telmex que, según vecinos, estuvo a punto de caer sobre la vialidad, lo que hizo que los trabajadores de la empresa telefónica trabajaran horas extra para reponerlo. Nunca se pudo saber oficialmente sobre la identidad de quien conducía el vehículo y sus acompañantes, pero siempre hay quienes tienen el dato: el auto chocado, según mis fuentes, es propiedad de José de Jesús Corona, secretario particular del priista Diego Castañeda Aburto; como copiloto iba Raúl Galindo Cabañas, jefe de la Unidad Administrativa de la Secretaría de Gobierno, y en la parte posterior, Marco Antonio Felipe Ramírez, jefe del departamento de recursos humanos en la unidad administrativa de la Segob. Todo se ocultó bajo un denso halo de silencio…  Que sí se apoya a la Conavim… A propósito del comentario de ayer sobre la queja pública de la directora de la Conavim, María Candelaria Ochoa Ávalos, quien señaló no solo la falta de apoyo sino incluso el entorpecimiento del trabajo que realizaría esa comisión junto con Inmujeres y la CNDH para decretar una tercera alerta de género, ahora por desaparición en Veracruz, salió a dar la cara el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien negó que su Gobierno haya evitado dar información a las organizaciones citadas sobre avances en el cumplimiento de las dos alertas por violencia de género que tiene Veracruz, así como en el tema de desaparecidas, cuya solicitud de alerta está pendiente. ¿Será? Por lo pronto dijo que ya les envió un mensaje y les mandó a decir que el Centro de Justicia Integral para las Mujeres, que tiene nueve meses sin operar a pesar de que costó 62 millones de pesos, pronto va a ser abierto…

Frases sin disfraces

“El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad». Ernest Hemingway.

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